Cultura

Leonardo Padura y el arte de la tensión

El escritor cubano llega a la FIL con su más reciente novela “Como polvo en el viento”

Entre los invitados de lujo a la 35 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se encuentra el escritor cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955), el reconocido creador del detective Mario Conde y que, en esta ocasión, presenta en la ciudad su más reciente novela, “Como polvo en el viento” (Tusquets Editores, 2021), una historia marcada por el tono personal y las consecuencias de abandonar o seguir viviendo en la isla.

Una vieja obsesión

En estos términos, Padura refiere que esta novela “es producto de una vieja obsesión, el tema de la amistad y el exilio, la pertenencia y la permanencia, que han estado en toda mi literatura. La idea que me daba vueltas en la cabeza era hacer compendio del destino de una generación, relacionado con el tema del desarraigo y el exilio, comencé a crear los personajes y a partir de ahí una serie de historias, lo que marcó el inicio de la novela”, comparte en entrevista con EL INFORMADOR.

Esto, señala el narrador, “de algún modo es producto de algo que sucede con una generación en un país, porque crece durante el periodo revolucionario, se desarrolla profesionalmente y en determinado momento empieza a dispersarse, por muchas razones, unas de carácter económicos, otras personales, culturales o políticas”.

“Mi literatura es muy generacional”, afirma Padura, “Mario Conde es representante de mi generación y si en sus historias el personaje se defiende de ciertas agresiones del medio ambiente a través de la ironía, esta novela es más visceral, porque los personajes sufren intensamente, los conflictos tienen que ver con la cercanía y la lejanía, y busca ser un reflejo de la vida del país”.

Adición y montaje

El proceso para estructurar “Como polvo en el viento”, cuenta el cubano, “fue muy curioso. Al principio, tuve claro lo que sucedería en los dos primeros capítulos; a partir de ahí me asomé al vacío y comencé a escribir un capítulo tras otro, con un protagonista cada uno”.

Así, prosigue Padura, “en esta estructura se van adicionando y montando las piezas, lo que costó mucho trabajo. Por lo general, al escribir una novela persigo hacer una primera versión donde se cuenta toda la historia, a partir de ahí trabajo en la corrección y en dar coherencia, lenguaje y estilo al total. El método que me ha servido es, cuando está escrita, enviarla a dos o tres lectores de confianza que me van diciendo cosas que me ayudan a pensar más lo que hago, y atiendo a lo que me dicen”.

Complejidad y tensión

“Es complicado”, detalla el creador de Mario Conde, “mantener la tensión en una novela larga, pero creo que el hecho de ser -por muchos años- lector y escritor de novelas policiacas me ha enseñado a encontrar recursos que, aunque no sean propios de lo policial, funcionan, como algunos ganchos argumentales que inducen al lector a continuar”.

Asimismo, continúa, “escribir guiones para cine me ha ayudado mucho también, porque necesariamente se observan requisitos técnicos (como los puntos de giro) que impulsan la historia para que continúe su desarrollo. Esto lo he llevado a la literatura porque se tiene que buscar la manera de que el lector nos siga. Y es algo difícil”.

Manipulación y validez

Padura asegura que “los novelistas tenemos la necesidad estética y de comunicación de ser un poco manipuladores de los lectores. Entre los escritores que conozco, el mayor manipulador es Mario Vargas Llosa, al punto en que, si lees “La guerra del fin del mundo”, sabes lo que va a pasar, sabes que los Canudos van a perder su rebelión pero piensas que pueden ganar. Eso es un modo de conducir al lector que es válida”.

“La novela -establece el escritor cubano- tiene una característica y es que hay un juego limpio: yo te voy a contar una mentira y la vas a leer como si fuera verdad; en ese sentido, las artimañas que use para llevarte a esa sensación y me acompañes a lo largo de la lectura, sospecho, serán válidas”, comparte.

Continuidad en la obra

Por otra parte, respecto de esta novela, Padura explica que “en un modelo social como el cubano, dicen los personajes, nunca se dice lo que se piensa o se dice en determinadas ocasiones, y siempre tiene miedo de que cuando diga las cosas eso tenga consecuencias. Fuera de Cuba he visto personas que han salido de la isla hace muchos años y si hablan de algo sensible lo hacen en voz baja, les cuesta desprenderse de eso, como si lo trajeran en su ADN”.

Finalmente, el narrador deja claro que “Como polvo en el viento” significa, en el conjunto de su obra, “una continuidad; si se lee mi obra de principio a fin está siempre la búsqueda de los orígenes, la búsqueda por saber quién eres, la búsqueda de nuestro lugar en el mundo. Es algo que he trabajado mucho en mi labor como periodista y escritor. Cada obra me ha permitido escribir la siguiente, como una escalera que va subiendo. Creo que el gran reto del escritor es lograr expresar lo que ha querido decir, o quedar lo más cerca posible”.

AGÉNDALO

Ecos de la FIL

Charla: “El hombre que amaba a los perros”

Participa: Leonardo Padura

Hoy, 29 de noviembre, de 10:00 a 12:00 horas en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).

El futuro de un detective

Sobre su personaje principal, Padura comparte: “Mario Conde está en plena efervescencia en la novela que ya tengo escrita y que estoy en proceso de pulirla cada vez más. Es un Mario Conde que aparece en 2016 pero que se conecta a una historia de 1910, en la que interviene una figura que he perseguido por años, el proxeneta más famoso de la historia de Cuba. Las historias casi no se tocan, lo hacen más por la parte conceptual que por la argumental”.

MQ

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