La poesía se impone en el Premio FIL
El poeta mexicano David Huerta obtuvo ayer el máximo reconocimiento que otorga la feria literaria de habla hispana más importante del mundo
El poeta, traductor y ensayista David Huerta es el receptor del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en su edición 2019. Por segundo año consecutivo se premia a un autor predominantemente poeta, siendo la uruguaya Ida Vitale la ganadora en 2018. El galardón se otorga a un mexicano por primera vez desde 2010, cuando lo ganó Margo Glantz.
Luz Elena Gutiérrez de Velasco fue la representante del jurado, quien dio lectura al acta que acredita al ganador. En el texto se destaca “el ímpetu, la ambición y la fraterna inteligencia” de la obra de Huerta, poeta cuya obra cumbre es “Incurable”, largo poema publicado en 1987. Nacido en 1949, Huerta es egresado de la UNAM, ha sido editor y colaborador en publicaciones periódicas como La Gaceta del FCE, Diorama de la Cultura, El Universal, Letras Libres y Nexos, entre otras revistas. El acta también resalta el conocimiento de la tradición poética y su faceta como traductor.
“Agradezco a los jurados, a los lectores, a la UdeG y a la FIL esta distinción. Me siento auténticamente honrado” fueron las primeras palabras de David, vía telefónica desde la Ciudad de México: “Lo único que he hecho es escribir constantemente a lo largo de la vida. Este año cumpliré 70 años, me alegra la coincidencia de este cumpleaños con este premio”.
David recibe este premio con dos novedades editoriales: “Los instrumentos de la pasión”, recién publicado por la Universidad de Querétaro, y “Las hojas”, una colección de ensayos que publicará en la editorial Cataria (nueva casa editora de Fernando Fernández).
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Sobre el papel de la poesía en las sociedades, apuntó: “Tiene una importancia fundamental. El poeta inglés Shelley escribió que los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo. Es una verdad extraña, pero efectivamente. A lo largo del tiempo las cosas que recordamos de las comunidades, de las colectividades, las tribus o las naciones las recordamos gracias a los poetas. Si recordamos a la Roma imperial es gracias a Virgilio; si recordamos la España de los siglos XVI y XVII es gracias a los grandes poetas Góngora, Quevedo, Lope de Vega y a ese gran poeta de la prosa, Cervantes. Las naciones tienen en los poetas su memoria”.
Además de la escritura de poemas, Huerta ha practicado la traducción: “Yo he traducido menos de lo que quisiera, traduzco con mucha lentitud y mucha inseguridad. He traducido poetas franceses, poetas italianos, un libro de un antropólogo norteamericano que publicó Siglo XXI… Muchos poemas, algunos para mí mismo y otros para la publicación, que son los menos. En el plano de las relaciones internacionales hay algo que dijo una amiga mía, la poeta inglesa Sarah Maguire: decía que la traducción es lo contrario de la guerra. Es una frase, una afirmación, que nos obliga a pensar un poco. Mientras la guerra divide y llena de sangre las relaciones entre las naciones; la traducción permite que las naciones de diferentes lenguas se entiendan, se comuniquen a través de los textos literarios, de los libros”.
El camino para tener un ganador
Raúl Padilla López, presidente de la Asociación Civil del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, comentó la numeralia del premio en su edición número 29: se recibieron 107 propuestas, 28 más que en 2018. Las nacionalidades representadas fueron 14, con un total de 76 autores con obra en seis idiomas.
Habla sobre lo ocurrido en el Fonca
Huerta dejó en claro su postura ante la política cultural: “Muy titubeante, con errores que podían haberse fácilmente evitado. Lo que ha ocurrido en el Fonca ha sido muy desconcertante. Me gustaría que la secretaria tuviera más mando, más poder de decisión. A veces la veo arrinconada por todo lo que ocurre alrededor. Los amagos de recortes presupuestales me parecen muy graves, ojalá no sigan habiendo tantos recortes. Es una opinión como creador emérito, pero también como simple ciudadano. Si algo hemos hecho bien los mexicanos, ha sido en el terreno de las artes y la cultura. Me parece escandaloso que no se apoye abierta, decidida y generosamente la creación artística y la cultura en nuestro país”. El poeta señaló su posición política: “Me gustaría presentarme como un miembro de la oposición de izquierda; no de la oposición de derecha, de los empresarios y conservadores”.
Hijo del también poeta Efraín Huerta, David evocó a su padre: “La gente dice que somos muy diferentes. Mi esposa, Verónica Murguía, dice que qué tan diferentes seremos si Efraín inventó los poemínimos y yo escribí ‘Incurable’ que tiene como 400 páginas”.
Asiste
El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances a David Huerta se entregará en la ceremonia de inauguración de la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que se llevará a cabo el sábado 30 de noviembre.