Cultura

La memoria feminista de Isabel Allende

En “Mujeres del alma mía”, su más reciente publicación, rinde homenaje a las mujeres que la han inspirado 

Aunque en su niñez y adolescencia la palabra feminismo no era entendida y prácticamente imposible de pronunciar sin ser objeto de persecución y prejuicio, para Isabel Allende la lucha feminista siempre estuvo presente, ya sea desde el seno familiar hasta su encuentro con la literatura y los conflictos sociales que la llevaron a entender el mundo desde las protestas en la calle.

Con la llegada de “Mujeres del alma mía”, la más reciente publicación de Isabel Allende, la escritora revela las memorias y contextos sociales y literarios que la han forjado, pero principalmente rinde homenaje a las mujeres que la han inspirado desde la rebelión y la creación, y desde desgarradoras pérdidas como el fallecimiento de su hija Paula.

Arropada por la editorial Penguin Random House, Isabel Allende desmenuza sus anécdotas y cómo escritoras como Virginia Woolf o Margaret Atwood la impactaron, el refugio que ha construido desde la música con Violeta Parra o movimientos como “LasTesis” a través del rap, de cómo la agente Carmen Balcells confió en sus inquietudes literarias para hacer de la escritura su principal vía de expresión.

“El feminismo es una revolución, creo que es la más importante que hemos tenido en la historia desde que la conocemos, porque implica a la mitad de la humanidad. Es una revolución de valores, de forma de vida, que va mucho más allá del género, es una postura ante la vida, es irreversible”.

El diálogo que Isabel Allende tiene hacia el patriarcado es directo, no duda en enlistar las diferentes trincheras desde las cuales la opresión se ejerce en mujeres desde las decisiones del poder, pero también recalca el estancamiento que los hombres y sectores vulnerables tienen bajo este mismo sometimiento latente en todos los ámbitos.

“Creo que el feminismo se puede definir como una postura filosófica ante la vida, una sublevación contra la autoridad del hombre, contra el patriarcado que es un tema operante de opresión política, económica, cultural, social, religiosa, eso le ha dado privilegio al género masculino, no a todos, porque en este sistema de opresión no solo están las mujeres, sino cualquiera que no está en el círculo de poder, es un sistema excluyente”.

Isabel Allende puntualiza que las libertades y sensibilidades al momento de escribir desde la mirada femenina siendo hombre, son las mismas con las que las mujeres pueden explorar sus inquietudes masculinas.

“Creo que la forma de hacer esto desde el punto de vista de una escritora es, primero, encontrar un modelo, alguien que te inspire, con quien puedas hablar, que lo puedas observarlo cuidadosamente y darte cuenta que hay diferencias, pero también hay similitudes. Yo me puedo poner en el papel de un hombre y sentirlo, quizá no completamente, y un hombre puede hacer lo mismo conmigo”.

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