La ficción, no ficción, de Alberto Lati
El cronista se embarca en un viaje totalmente nuevo para él y presenta su primera novela en la FIL
Es el cronista por excelencia: a través de sus micrófonos, sus letras y su voz ha narrado cientos de historias, de hechos históricos, entrevistas que muchos sueñan y pocos logran, eventos deportivos que quedan para la historia. Aún así, para Alberto Lati, el reto más grande fue encontrar la manera de contar las anécdotas del protagonista de "Aquí, Borya", su primera novela.
Este año, el periodista llega a la Feria Internacional del Libro por segunda ocasión como autor —en el 2013 lo hizo presentando "Latitudes: Crónica, viaje y balón"—, y esta vez lo hace con una ficción, aunque no por eso es menos apegado a él.
"Al momento de empezar el segundo tomo (de Latitudes) me doy cuenta de que me estoy repitiendo. Que tengo que hacer algo diferente, que me tengo de desafiar y tomar algún riesgo. Divertirme, ver mis alcances, jugar más. Así nace mi decisión de hacer una novela.
Aunque algunos pensarían que alguien con su experiencia en la crónica y el periodismo tendría el camino fácil al momento de escribir, confiesa que fue justamente eso lo que en muchos momentos complicó la escritura:
"Cuando te dedicas a la crónica, tu problema es cómo lo cuentas, pero sabes qué es lo que tienes que contar, sabes que tienes que apegarte a lo que ves; cuando te vas a la ficción tienes que descubrir qué es lo que cuentas y cómo lo haces". Además, "cuando haces una crónica estás conforme porque lo viste y llega un punto en que tus letras reflejan, muy de cerca, lo que tu mente tiene tatuado de ese episodio y con una novela es diferente".
"Aquí Borya" es un libro "lleno de ilusiones que da para muchos niveles de lectura, con una historia de un personaje que se descubre en su fracaso como escritor. Él no ha vendido un solo ejemplar y empieza a viajar buscando a más escritores o más libros que estén en idéntica situación. Él les llama 'libros vírgenes de ojos': son libros castos, jamás tocados, los ignorados, los rechazados. Al mismo tiempo se entrelaza otra historia".
Para evitar que su texto se convierta en un "libro virgen", como los que encuentra su protagonista, Lati trató que los lectores pudieran "encontrar en este texto anécdotas de todo tipo"; algunas de ellas son cosas que él mismo ha vivido durante sus coberturas, algunas son sacadas de su imaginación. Al leer sus páginas, las personas podrán encontrarse con los lugares que él ha recorrido: podrán acompañar a su personaje a recorrer la orilla del Río Támesis, como el periodista lo hacía todas las mañanas mientras fue corresponsal en Londres, sentarse en las mismas bancas graffiteadas que él o acompañarlo a un campo de refugiados y conocer un poco de las experiencias que vivió mientras lo escribía.
"Cada quién lo podrá leer de alguna manera, tiene personajes muy librescos. Retomo personajes de obras clásicas de la literatura. Tiene mucho de idiomas, de cine, aluciones al universo cinematográfico y al universo de música clásica, de música contemporanea de pop, de rock, pero lo que quiero que se abra el debate pues, por desgracia, el tema del libro es más actual de lo que yo quisiera. Cuando lo escribí tomé la cuestión de los refugiados, yo decía hace dos años, cuando pensé en incorporarlo, que ojalá para cuando se publique ya sea un tema anacrónico. Supongo que era muy iluso pensarlo, pero es más actual que nunca porque lo tenemos en nuestra esquina, en nuestro país y nos lo muestra de una manera muy siniestra, decepcionándonos mucho de nuestra condición humana".
Alberto es un obsesionado con su trabajo y con los detalles, se nota en sus textos y en la pasión con la que describe su historia. Solo un perfeccionista usaría sus dos horas de sueño entre una semifinal y final del mundial de futbol, estando en Rusia, para hacer sus últimas correcciones. Él busca entregar su mejor trabajo a la gente, en este caso a los lectores y quizá por eso es que no ha leído el libro luego de publicación:
"No me atrevo a releerlo, no me atrevo. Ya no es mío, es para compartirlo. Ojalá que no me pase como a Borya que son los libros no leídos, que este sí tenga lectores", dice entre risas, "pero nunca quedo satisfecho ni con una entrevista, ni con una cobertura. Quedo muy pleno, eso sí, y estoy muy emocionado de tener mi novela en mis manos y que refleje la manera en que yo quería contar una historia".
Este jueves, el periodista estará presentando su obra en la FIL y su invitación es "a que le den una oportunidad. Es otra faceta en mi vida, una que no tiene que ver con el deporte, no tiene que ver con futbol pero sigo siendo yo; con mis viajes, con mis choques culturales, con mis obsesiones, espero que les guste y ya me dirán".
Mientras platica de su libro, Alberto Lati retoma una frase del escritor Xavier Velasco y describe a la novela como "verdades que utilizan como pegamento las mentiras". Sin duda, un periodista con su trayectoria tiene muchas historias y verdades que contar, pero además, él tiene las palabras y la experiencia perfectas que se necesita para unirlas con esas "mentiras", haciendo de "Aquí, Borya" una lectura que promete atrapar al lector desde su primeras líneas.
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La presentación de "Aquí, Borya" será el jueves 29 de noviembre, a las 16:00 horas, en el salón 4 de la Expo Guadalajara.
LS