La Casa del Autor en Zapopan se abre a las mentes creativas

Ayer martes se inauguró la Casa del Autor en Zapopan, centro dedicado a los creadores visuales especializados en la escritura e ilustración de cómics, narrativa gráfica, animación y videojuegos. Salvador Villaseñor Aldama, coordinador de Desarrollo Económico y Combate a la Desigualdad de ese municipio, resaltó la cualidad única de este espacio, vinculado a la escuela de artes de Angoulême: “Es un proyecto que estamos haciendo en conjunto con la Agencia de Cooperación Francesa. Es la primera casa de este tipo fuera de Francia. Es en apoyo a la narrativa gráfica, de los artistas que están en los cómics y videojuegos”.

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La meta del municipio es impulsar un clúster de ilustración, animación y cinematográfico en la entidad. Para los usuarios profesionales la casa contigua a la Casa de la Cultura de Zapopan tiene cuatro talleres equipados para cada residente, con equipo de cómputo, software, tabletas, mesas de luz y restirador. También cuentan con taller público, de fanzine y taller para autores, junto a la sala de exposiciones y los espacios en común.

La Casa del Autor en Zapopan está abierta para tres tipos de creadores: autores residentes, autores miembros no residentes y expositores (como Diana Martín y Emmanuel Peña, artistas que inauguraron el área de exposiciones). Los residentes pueden ser locales, nacionales o internacionales, con la convocatoria abierta en www.casadelautor.com/convocatoria. Actualmente tienen un tope de quince autores en residencia, quienes pueden disfrutar de tres a seis meses en capacitación dentro de la casa, en caso de ser foráneos o extranjeros el municipio cubre el hospedaje del artista. Los creadores no residentes pueden tener una membresía anual, gratuita, para tener acceso al lugar.  

Dolores Garnica, curadora de esta primera exposición, comentó uno de los motivos por los cuales fue invitada: “Para mí ha sido un placer trabajar con estos dos artistas, Emmanuel Peña de la Ciudad de México y Diana Martín de Guadalajara. Los dos tienen cosas en común: son narradores gráficos, cuentan historias a partir de imágenes. Los dos también han participado de alguna manera con la casa de Angoulême en Francia. Emmanuel tuvo una residencia y Diana estuvo representando a México en su festival”.

Con estas coincidencias delinearon el título: “Entre líneas: soñamos en blanco y negro”: “Partí de la idea de cómo hacer que la gente leyera estas historias en las imágenes. Pensamos en algo que nombramos módulos narrativos: una reunión de obra que en su conjunto cuente una historia. Cada artista trabajó cinco módulos, cada uno con un mínimo de 4 y máximo de 8 piezas.

Agregamos algunos bocetos, para que la gente pudiera ver de dónde parten nuestras historias. Son más de 80 piezas, en pequeño, mediano y gran formato”. Además, ambos artistas trabajaron en un muro in situ: el muro se dividió para que cada uno trabajara, pero los dos intervinieron mutuamente los muros.

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