Cultura

José María Murià presenta “Un caballito de tequila”

El libro sobre la bebida jalisciense es editado por la Academia Mexicana de la Historia y la Secretaría de Educación Pública

El historiador José María Murià presentó ayer, en la cantina La Tradicional Maestranza, en el Centro Histórico de la ciudad, el libro “Un caballito de tequila” (2021); el texto fue editado por la Academia Mexicana de la Historia y la Secretaría de Educación Pública (SEP); el evento contó con la participación del fotógrafo Alberto Gómez Barbosa.

Para dar inicio a la presentación, por parte de los organizadores -la Agrupación Valentín Gómez Farías-, habló Idolina Cosío Gaona, quien dio la bienvenida a los asistentes, presentó a los participantes y dejó que el “invitado de honor” (el autor) introdujera a Gómez Barbosa como “uno de mis mejores amigos”.

Reconocido desde hace siglos

Por su parte, Gómez Barbosa recordó que la cantina en la que se celebró el evento -“gran templo del arte”- fue escenario para una película estelarizada por Charles Bronson; ahora, en cuanto a “Un caballito de tequila”, afirmó que le consta que José María Murià visitó “muchos campos agaveros y destilerías” durante su investigación, para así “experimentar la calidad” del mezcal de agave pues, sostiene, es un “catador acucioso”.

También dijo que “en el pasado estaba mal visto degustar esta delicia nacional”, aunque admite que fue por “prejuicios de clase” y, de cualquier forma, el tequila “es reconocido desde la época colonial como estimulante de la alegría y el ingenio”; asimismo, se refirió al aumento en la producción del vino mezcal después de 1945, y lamentó que “el panorama actual” para la industria sea “triste”, debido a que la mayoría de las marcas “están en manos extranjeras”.

Un gran triunfo

José María Murià, durante su participación, señaló que “este libro es especialmente apreciable y simbólico” para él; no solo por haber sido publicado por la SEP en conjunción con la Academia Mexicana de la Historia, la institución en la que ingresó en 1992. De este modo, el autor contó que convertirse en miembro de la academia era una prueba de que “desde la provincia podíamos acceder a los cenáculos capitalinos”, pero en su momento no le permitieron que su discurso de ingreso se tratara sobre el tequila porque, le dijeron, “no era digno de la academia” como tema.

Con el tiempo, las cosas corregirían el rumbo -relató-, pues en un ciclo de conferencias al que le convocaron en la misma academia, sí abordó el tema del tequila, y fue tanta gente a su disertación que ahora le enorgullece al autor que “la máxima institución de la historiografía del país” le haya pedido este libro que habla del tequila, para su colección de divulgación, “lo que para mí es un gran triunfo”, concluyó.

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