El español de Estados Unidos, una lengua falta de prestigio: Instituto Cervantes
Los ponentes del foro Lenguas de contacto y bilingüismo expresaron que el español y el "espanglish" -castellano trufado de palabras y expresiones inglesas- está vivo, pero reservado a su uso en ambientes informales
El español de Estados Unidos sufre un problema fundamental de falta de prestigio, según se puso este viernes de manifiesto en la primera mesa redonda del congreso "Lengua e Identidad" que realiza por segundo año el Instituto Cervantes de Nueva York.
Esta fue la principal idea repetida con matices diferentes por los ponentes del foro "Lenguas de contacto y bilingüismo", que expresaron que el español y el "espanglish" -castellano trufado de palabras y expresiones inglesas- está vivo pero reservado a su uso en ambientes informales, sea de familia o entre amigos.
El inglés sigue siendo la lengua preferida en el ámbito profesional, y aunque el bilingüismo sea objetivamente valorado, lo cierto es que el español sufre de una minusvaloración ya desde la misma escuela, en un país donde solo 20% de estudiantes en enseñanza primaria estudia un segundo idioma (y ello pese a que el español es el idioma más popular pero con escasas horas lectivas).
Ana Schein, abogada uruguaya que trabaja en el mundo editorial y que emigró a Estados Unidos siendo sus hijas pequeñas, recordó cómo sus hijas se negaban a hablar español al llegar al país porque lo identificaban como "lengua de sirvientas".
Mientras que el lingüista italiano Piero Visconte, afincado en Puerto Rico durante muchos años, recuerda que entre los boricuas llegados al territorio federal de Estados Unidos abundan quienes rechazan al unísono tanto su lengua española como el caribeño "arroz con habichuelas" en favor de la mantequilla de maní, en un marcado deseo de "acomodación cultural".
Cuando se trata del uso de la lengua, "el factor prestigio está muy presente -insistió Visconte-: el uso del inglés significa ´me estoy elevando´".
Junto a ellos intervino otro lingüista estadounidense especializado en la lengua ladina o judeoespañola, que recordó también que entre los judíos emigrados a Estados Unidos los niños replicaban de este modo a sus abuelos si les hablaban en ladino: "Non me hables ansina", les decían, y les pedían pasar al inglés.
Sin embargo, el tono del foro no fue catastrofista, y los ponentes subrayaron en que hace falta un doble esfuerzo: de los padres hispanohablantes para que los hijos no pierdan el idioma y de la escuela, aunque en este segundo caso los latinos no tienen herramientas a su alcance, pues "aunque tenga poder económico, carecen de cualquier capacidad de injerencia educativa", explicó Schein.
Ella misma lamentó, además, que los maestros que enseñan español en las escuelas de Estados Unidos cometen frecuentes faltas de ortografía, algo que le pareció mucho más grave que si se tratase de un dentista -explicó de modo gráfico- por tratarse de su supuesto nivel de dominio.
Se proclama con frecuencia que el español es la segunda lengua de Estados Unidos: en un país donde el 80% de la población tiene como lengua principal el inglés (que no tiene carácter oficial), sobre el 20% restante el español es la lengua principal, usada por el 12.19% de la población, muy por delante del chino (0.59%).
Pero si el 27% de la población es de origen hispano en el país, eso quiere decir que el español ni siquiera es usado habitualmente por toda la población latina, habiéndose producido un fenómeno de fuerte aculturación.
El congreso del Cervantes continúa en la jornada del sábado con otras mesas redondas dedicadas a temas tan variados como "Lengua y salud", "Lengua e identidades diversas", "Lengua y género" o "El español como lengua de herencia".
CR