Cultura

Guillermo Chávez Vega, orgullo de la plástica jalisciense

Un repaso por la obra del artista; el próximo 5 de julio se cumplen 33 años de su aniversario luctuoso

Uno de los personajes más destacados del arte y la cultura en el Estado de Jalisco es el pintor, muralista, acuarelista y grabador, Guillermo Chávez Vega, quien dejó un gran legado que ha pasado a la posteridad. El próximo miércoles 5 de julio se cumplen 33 años de su aniversario luctuoso, falleció en el año de 1990.

Según refiere el sitio Enciclopedia Histórica y biográfica de la Universidad de Guadalajara sus restos mortales fueron inhumados en el templo de San Enrique Emperador. Y el gobierno de Jalisco organizó en abril de 1991 una exposición-homenaje en el Instituto Cultural Cabañas. Al ser declarado Benemérito por el Congreso del Estado. Sus restos mortales fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres el 4 de julio de 2002, tras recibir el homenaje de la comunidad universitaria en el Paraninfo.

El artista tapatío nació un 23 de marzo de 1931. Sus padres fueron los señores María Concepción Vega Millán e Ignacio Chávez Sierra, él de oficio ferrocarrilero. Chávez Vega cursó la primaria y la secundaria en el Colegio Unión, y la preparatoria en el Instituto de Ciencias de los Jesuitas, donde ilustraba la revista estudiantil “Juventud”, también se señala en la misma web oficial universitaria.

A propósito de hablar de la trayectoria y el legado de Chávez Vega, EL INFORMADOR conversó con el maestro Javier Ramírez, profesor jubilado del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), quien es especialista en Historia de México y quien destaca que las primeras enseñanzas que recibió el artista en torno a la plástica, fueron del maestro José Vizcarra.

“Universidad y Educación Popular”. La obra se puede ver en la Escuela Preparatoria de Jalisco. ESPECIAL

“Hay que entender un poco el contexto en el que le tocó desarrollarse a Guillermo Chávez Vega, quien nació en 1931, y que estudió en el Instituto de Ciencias donde ya mostraba habilidades para el dibujo y participó en la ilustración para una revista que hacían ahí. Luego, él se metió a aprender al taller de José Vizcarra, quien era un pintor decimonónico, es decir que tenía una enseñanza muy académica. Entonces, muchos de los artistas o los jóvenes que lo pretendían ser, como no había escuelas formales, iban a los talleres y uno de ellos era el de Vizcarra”, recuerda.

Además, destaca que él tiene la impresión de que ahí se conocieron Chávez Vega y Gabriel Flores, “porque él también participó en el taller de José Vizcarra”, sin embargo, refiere que Flores se salió porque el maestro lo quería someter a su estilo. “Entonces, Chávez Vega y Flores coincidieron y después se salieron, para luego los dos, cada quien por su cuenta, intentaron entrar a la Academia de Bellas Artes de San Carlos en la Ciudad de México”. Refiere que Chávez Vega estuvo estudiando entre uno y dos años, alrededor de los años 50.

De regreso en su ciudad natal ingresó a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, donde estudió de 1951 a 1955. En la ciudad se reencuentran de nuevo él y Flores, preparándose como alumnos, pero destaca Ramírez que en poco tiempo ya eran maestros, “fue una cosa curiosa. Fueron alumnos muy aguerridos, comunistas y muy bohemios. Entonces, crean junto con otros pintores locales, incluido José Guadalupe Zuno, el Frente Neorrealista de Jalisco en 1954, el cual tomó todas las referencias ideológicas y estéticas del Frente Nacional de Artes Plásticas que formó Siqueiros en 1952 en la Ciudad de México y al que asistió Ignacio Martínez, quien era amigo de ellos y que también era pintor, y quien luego derivó como historiador de arte, él fue como delegado y se trajo todas las ideas de allá para crear este frente”.

Resalta que estaban en contra de lo que ellos llamaban “ideas extranjerizantes” como el “pochismo” o que el arte abstracto “no tenía ningún valor, que era deshumanizado”. Así que durante este periodo, Chávez Vega continuó forjando su identidad como artista. “Él recibe un encargo del gobierno del Estado para hacer una serie de cuadros de la costa jalisciense, incluso uno de ellos está en la Colección Pueblo de Jalisco”.

Guillermo Chávez Vega. Esta pieza es un autorretrato del artista. ESPECIAL

Sus primeras obras de caballete tuvieron como tema lo relacionado con el oficio de su padre: máquinas de ferrocarril, y los patios y talleres de la estación de la ciudad. “Su obra de caballete es menos conocida porque tiene muchos murales, que es lo que más se conoce de él, pero su obra de caballete es muy interesante porque parte de una academia que había aprendido con José Vizcarra y luego ya desarrolla con todo lo que se va empapando de los impresionistas y expresionistas, haciendo un estilo que se va atendiendo hacia el expresionismo. Era muy buen retratista, hay unos cuadros muy tempranos de él que están en un entorno de ferrocarril, porque su padre era ferrocarrilero”.

También acota que entre su vasta obra también hay cuadros de naturalezas muertas y paisajes. “De hecho recuerda que había una pieza de él en Villa Montecarlo que debió haber sido de los años 40 o los 50, era un paisaje muy bonito y académico, pero que estaba en muy mal estado, cada que iba a este hotel de la Universidad de Guadalajara, me gustaba verla y la última vez que fui ya no estaba, pero es una de sus obras que muestra su dominio del oficio y sus primeros acercamientos al paisaje de una manera clásica y académica”.

Javier Ramírez, al referirse a Chávez Vega, no puede evitar mencionar a Gabriel Flores, porque subraya, los dos eran muy cercanos, “hacían frente común, eran abiertamente comunistas”. También expresa que en Varsovia Chávez Vega fue invitado a pintar un mural en una escuela. “Es paradójico que aunque eran comunistas, eran muy cercanos al poder, a los gobernantes locales y a los empresarios, quienes eran los que les encargaban los murales a los dos”. A Chávez Vega, por ejemplo, dos empresas tequileras lo llamaron para hacer los murales en sus instalaciones, también recuerda que Agustín Yáñez le encargó, así como el Centro de la Amistad Internacional, El Palacio de Justicia, El Foro de Arte y Cultura, El Refugio en Tlaquepaque, más escuelas preparatorias.

“Entonces, desarrolla una obra muralística muy vasta y muy amplia. Así que desde este punto de vista, es un personaje que nos puede gustar o no, pero que no puede ser ignorado”. Los temas que abrazaba Chávez vega para desarrollar su obra tenían que ver con las problemáticas sociales como la pobreza, la injusticia, la deshumanización y las guerras. Así como otros tópicos como la Conquista de México, la Independencia, la Reforma y los héroes locales.

Cabe señalar que el artista expuso en Sevilla, España; Moscú, Rusia, así como en diferentes ciudades de México.

“Una alegoría por la paz”. El mural se ubica en la capilla del Museo Pantaleón Panduro, en el Museo Nacional de la Cerámica, en el Centro Cultural El Refugio de San Pedro Tlaquepaque. ESPECIAL

Obras destacadas:

  • En 1957, bajo el patrocinio de la Comisión de Planeación de la Costa de Jalisco, viajó a esa zona y pintó 20 cuadros temáticos de los paisajes del área de Barra de Navidad, Jalisco.
  • En 1960 inició su obra mural, pintó el tema de las danzas folclóricas de jalisco, en la casa de Tequila Sauza en Guadalajara.
  • Realizó un estudio plástico de Lagos de Moreno en 1962, y la galería de los presidentes del comité regional del PRI en Jalisco.
  • En 1964, en el edificio de Tequila San Matías, pintó una alegoría sobre la mitología náhuatl del agave verde.
  • En el cubo de la escalera del Palacio de Justicia del Estado de Jalisco, de 1964 a 1966 pintó el mural “Constitución y Reforma” .
  • Produjo los siguientes murales: “El Hombre y la Técnica”, en el Banco Agrícola de Villa Constitución, en Baja California, 1965.
  • La “Justicia y los Derechos Humanos”, en el edificio de la Procuraduría General de Justicia del Gobierno del Estado de Jalisco, 1967.
  • Pintó “La Revolución Universal”, en el cubo de la escalera principal del Palacio Municipal de Zapopan, Jalisco; e Historia de la Medicina en Jalisco, en el edificio de la Asociación Médica de Jalisco, en Guadalajara, estas dos últimas son de 1972.
  • En 1973 realizó su monumental mural titulado “Guadalajara: Homenaje a la Humanidad”, en el auditorio de la Casa de la Amistad Internacional.
  • Luego pintó “Las Constituciones de México” para el edificio que iba a ser la sede del Congreso del Estado de Jalisco, que finalmente se convirtió en el Foro de Arte y Cultura, 1976.
  • Creó el mural “Universidad y Educación Popular”, en la Escuela Preparatoria de Jalisco, 1978.
  • Pintó “Una alegoría por la paz”, en el muro del fondo de la capilla del Centro Cultural El Refugio de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, 1985.
  • Trazó el mural “América Latina revolucionaria”, en la Escuela Preparatoria número 3 de la Universidad de Guadalajara, 1988.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando