Reflexionan sobre el militarismo en el país
Los expertos dialogaron sobre los riesgos que tiene el que la milicia pueda realizar cualquier tarea que les sea asignada por el Presidente en turno
Como parte del espacio FIL Pensamiento, José Ramón Cossío Díaz, ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Daria Arana Aguilar, especialista en derechos humanos, y Marcos Pablo Moloeznik, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, presidieron la conferencia “Los futuros de la militarización en México”, en la que aseguraron que desde el sexenio de López Obrador el país se ha dirigido a un estado de militarismo, donde priman los valores castrenses.
“Qué pasa cuando en tiempos de paz uno pregunta ‘cuál es el precio de la varilla, del acero, del concreto, cuáles son los contratistas’, y la respuesta es ‘no le puede informar porque eso es seguridad nacional’ […]. Pienso que esto nos puede llevar a una condición ya no de la militarización, sino del militarismo, entendido como una cultura en la que priman, en la que dan sentido, en la que dan fuerza a los valores militares”, comentó el ex ministro.
Desde la década de los años sesenta, las fuerzas armadas del país, sobre todo el Ejército y la Secretaría de la Marina, adoptaron labores cada vez más variadas, que van desde la construcción de carreteras hasta el reparto de útiles escolares.
Durante el sexenio de López Obrador se cambió la Ley Orgánica de la Administración Pública, relativo a la Secretaría de la Defensa Nacional, en el que se estableció que los soldados adscritos a este organismo pueden realizar cualquier tarea que les sea asignada por el Presidente en turno.
“La intervención de las instituciones de seguridad que se han militarizado cada vez más en este país han dejado consigo un aumento en la privación de la vida, arbitrariamente, de la ciudadanía en este país, han aumentado la probabilidad de las mujeres detenidas a ser violentadas sexualmente, han aumentado la probabilidad de que cualquier persona que sea detenida sea castigada a partir de actos de tortura. Estamos ante un momento donde parece que no hay retorno, porque justamente nuestra máxima ley, la Constitución, se ha modificado en tal sentido”, señaló Arana Aguilar.
Los expertos coincidieron en que la reforma a la Constitución que entregó las labores de la Guardia Nacional al Ejército es un claro indicador del camino hacia el militarismo en la vida y seguridad pública del país.
El académico de la UdeG adelantó que las fuerzas armadas mexicanas corren el riesgo de convertirse en una ‘constabularia’, un cuerpo de policía armada regida por criterios militares que operó en Nicaragua de 1925 a 1927, encarga de someter a los grupos liberales y conservadores y la predecesora de la Guardia Nacional que llevó al dictador Anastasio Somoza al poder.
“Estamos viviendo un proceso de desmilitarización del Ejército, como un desdoblamiento del Ejército, que es principal componente por el número de efectivos de nuestras fuerzas armadas. Casi el 46 por ciento ya está destinado a la Guardia Nacional, inclusive, el 97 por ciento de la Policía Militar, que en estricto sentido es el responsable de velar por la disciplina militar dentro del Ejército, ya forma parte de las filas de la Guardia Nacional”, concluyó Moloeznik.
CT