Laura Restrepo presenta nueva novela y habla sobre Saramago en la FIL
Entre sus múltiples actividades en el marco de la FIL 2022, la escritora presentó su más reciente obra ‘Canción de antiguos amantes’
Una nutrida agenda de actividades concluyó este miércoles 30 de noviembre para la escritora colombiana Laura Restrepo en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, donde –entre otras cosas– presentó su más reciente novela, ‘Canción de antiguos amantes’ (Alfaguara, 2022), y habló ante Mil Jóvenes, amén de haber tomado parte en un homenaje al narrador portugués José Saramago, que cumpliría este año un siglo de vida.
Por lo que toca a su novela, es una obra de ficción que se basa en una serie de viajes que la autora hizo con la organización Médicos Sin Fronteras por Yemen, Etiopía y la frontera somalí –la geografía mágica y feroz del que alguna vez fuera el reino de Saba–, un hermoso caleidoscopio que amalgama géneros, épocas, ritmos profanos y bíblicos, crueldad y solidaridad, amor y guerra, dolor y curación, además de dos historias de amor distanciadas en el tiempo.
Origen y tiempo mítico
En entrevista con El Informador, Restrepo cuenta que Médicos sin Fronteras llevaba a escritores a zonas de conflicto tan enquistado que la prensa ya les pasa por encima, porque no son noticia; eso como una manera de darles visibilidad a través de un reportaje. Me llevaron a muchos sitios pero para este libro tomé de referencia el ir a Yemen, Etiopía y la frontera de Somalia, territorio con resonancias míticas profundas”.
Con todo, “aunque el tema era el desplazamiento humano en razón de la guerra, la sequía o el hambre, siempre he creído que ese tema tiene razones más profundas, es una tragedia humanitaria pero también el valor de quien emprende la aventura de buscar ese sitio imposible donde la vida sea posible. Para la novela –que tomó un total de siete años– empecé a documentarme sobre las resonancias bíblicas y de ‘Las Mil y Una Noches’, en un sitio que es hermoso”, detalla la autora.
Además, refiere, “empecé a entusiasmarme con la figura de la Reina de Saba; las mujeres que entrevisté aseguraban ser descendientes de la reina; y en la investigación de los libros surgen los autores obsesionados con ese personaje, como Gérard de Nerval o Rimbaud o Tomás de Aquino. Así, en estos casos se toca la realidad con el mito y se vuelve una sustancia viva”.
Escritura y fronteras
En palabras de Restrepo, este arte combinatorio que desemboca en un libro es algo que le atrajo desde la escritura de ‘La isla de la pasión’, su primera novela, “cuya base es un reportaje, y me costó trabajo que la publicaran pero, desde el principio, me pareció arbitraria la división de géneros, porque no veía razón para separar literatura y periodismo”.
Graduada en Letras, la escritora se dedicó a la docencia y después fue periodista, “y me chocaba que tuviera un jefe de redacción muy estricto que pedía que quitara al texto literatura; yo no veía la diferencia, porque no mentía y era algo que tenía que ver con el asunto tratado. Así, lo fui haciendo cada vez más a conciencia y en mis libros ya está muy mezclado la investigación histórica y el ensayo con la novela, que a mí me gusta ensancharle las fronteras”.
Un humanista político
Por otra parte, invitada a participar en un homenaje al portugués José Saramago, dice Restrepo que, en su opinión, “no hay autor latinoamericano que sintamos más cercano; eso me interesa porque es nuestro. Yo tuve la fortuna de presentarlo en teatros en Colombia donde la gente rompía las puertas para poder entrar, pues su voz es profundamente literaria, poética y política, una combinación infrecuente en un autor”.
Saramago, así, “tenía el valor de expresar sus opiniones, tenía una voz que era escuchada”, indica la narradora, “fue un hombre de profundas convicciones, era contundente y cuando ocurría algún hecho reprobable en alguna comunidad indígena o desfavorecida, uno esperaba la opinión de Saramago, que siempre tenía impacto. Siento que hoy día nadie cumple ese papel. Era un humanista que no reñía con lo político. Era un gran rompedor de silencios, sabía decir las cosas”.
CT