En la orilla del tiempo: Pedro Valderrama Villanueva y la investigación literaria de Guadalajara
Con una trayectoria de más de 20 años al servicio de la escritura, el maestro e investigador Pedro Valderrama Villanueva ha dado a conocer su nueva antología “En la orilla del tiempo”, y en el marco de su publicación conversó sobre la importancia de la investigación literaria de Guadalajara
El maestro e investigador Pedro Valderrama Villanueva ha sacado a la luz un nuevo libro: “En la orilla del tiempo”, una antología, editada en Ediciones el viaje, que reúne la poesía de 41 poetas de Guadalajara nacidos durante 1967 y 1979, y en el marco de su publicación conversamos con el escritor sobre su labor como estudioso y la importancia de rescatar las letras tapatías.
Pedro Valderrama Villanueva nació en Tijuana, Baja California, en 1973. Desde joven, en 1994, se estableció en Guadalajara, donde cursó estudios para ser maestro en la Escuela Normal de Jalisco. Durante el camino “se tropezó” con los libros y “cayó redondito ante los pies de la literatura mexicana, por ende de la literatura jalisciense”. Ese interés lo llevó a obtener el grado de maestro en Estudios de Literatura Mexicana.
Con más de 20 años dentro del campo de la investigación, Pedro Valderrama Villanueva ha publicado: “El perímetro de la hoja. Revistas literarias de Guadalajara 1991-2000” (2007), “Dispersiones. Textos sobre literatura jalisciense” (2011), “La Biblioteca de Autores Jaliscienses y otros estudios” (2015), “Et Caetera” (2014), “Arturo Rivas Sainz. Crítica: ensayos y reseñas” (2006) y el poemario “Musa Blanca” (2014). Además, se ha distinguido como maestro de primaria y preparatoria durante 15 años.
Pedro Valderrama Villanueva: la entrevista
¿Cuándo inicia su interés por estudiar la literatura jalisciense?
“Lo que principalmente me ha llamado la atención en estos 20 años dentro de la escritura, publicando y demás, sin dejar de lado la poesía y narrativa, ha sido la investigación. Este gusto proviene desde tiempo antes de llegar a Guadalajara, en el 94. Viene desde mi época en Tijuana durante la preparatoria. En aquella época también empecé dentro del periodismo cultural, no en investigación, sino más bien en periodismo, haciendo entrevistas a músicos, más que literatos: Julieta Venegas, Rita Guerrero, Rubén Albarrán de Café Tacvba, entre otras personas. Me interesé por entrevistar y redactar artículos, y desde aquella época traigo ese gusanito de la escritura, pero ya aquí en Guadalajara fue cuando me concentré más bien en las letras”.
Ha dedicado gran parte de su vida a la investigación literaria de Jalisco. ¿Qué significa para usted rescatar las letras jaliscienses?
“Mi primer enamoramiento fue con la literatura mexicana, por esa razón, después de estudiar mi carrera como maestro en la Normal de Jalisco, ingresé a la maestría en Estudios de Literatura Mexicana, en la UdG, pero dentro de mi maestría del 2001 a 2003 me empecé a tropezar aún más con escritores, con libros y con revistas locales, es decir, de Jalisco, de Guadalajara, y desde ese momento comencé a adentrarme cada vez más. Más que a las letras mexicanas en sí, a las letras jaliscienses. Dentro de ese descubrimiento hallé que las letras jaliscienses son un campo muy amplio, que mucho no se ha estudiado, que hace falta mucho por hacer y me ha fascinado este campo.
Me ha fascinado tanto su historia, las revistas literarias y muchos de sus autores, punto y aparte Juan Rulfo, Juan José Arreola, Agustín Yáñez, sino otros autores que son menos conocidos en el medio local y nacional como: Arturo Rivas Sáinz, Adalberto Navarro Sánchez, Ernesto Flores, etc, etc, etc . Entonces siento que este trabajo de rescatar las letras jaliscienses ha sido un camino lleno de sorpresas, de gratificaciones y espero seguir haciéndolo mucho tiempo más y también tengo la esperanza, como siempre digo en mis libros y artículos, de que otras personas también se interesen por nuestras letras y también incursionen en la difusión y el estudio de la literatura jalisciense”.
En una reciente entrevista menciona que “En la orilla del tiempo” es una antología que conjunta diversas formas de experimentar con la poesía. ¿Por qué acercarnos a esta poesía tapatía?
“La poesía jalisciense es una de las tradiciones más ricas a nivel nacional. Esta riqueza literaria o poética en Jalisco viene desde el siglo XIX, y del siglo XX, ni se diga, pero en particular se empieza a ver esta diversidad, esta poesía que se distingue de otras en otras partes del país, a partir de los años 70. Una generación muy importante que nace en los años 50 y da su poesía a conocer en los años 70 y adelante y ellos realmente han sido una generación que ha impactado en la generaciones o en las promociones literarias o poéticas más recientes en Guadalajara, Jalisco.
Me refiero, desde luego, a gente como Ricardo Yáñez, Raúl Bañuelos, Ricardo Castillo, y muchos más. Entonces, esta generación de los 70, que yo he denominado “Los disidentes”, por haber roto con los patrones poéticos que se venían haciendo aquí en Guadalajara, realmente han hecho una especie de tradición literaria local. Digo localmente porque ha impactado a las generaciones posteriores pero han alcanzado un nivel que se distingue, vuelvo a repetir, en un plano nacional. Es decir, es una generación que se distingue de otras en otros sitios del país.
Entonces, en las poéticas que vienen después, es decir de los años 90, porque el libro de “En la orilla del tiempo” en sí revisa aquella generación que comienza a publicar de los años 90 para acá, esta generación toma las enseñanzas de la generación de “Los disidentes”, los previos, y podemos ver en esta promoción de los 90 una variedad muy amplia en cuanto a estilos y temáticas de la escritura. Es muy amplia la variedad de escritores que existen en esta generación y es tan amplia que necesitamos todavía varios años, varios lustros, tal vez décadas, para poder ver realmente el impacto o las características de esta generación que está “En la orilla del tiempo”. Sin embargo, creo que son una muestra de poetas que vale la pena ser leídos y ser conocidos hoy en día”.
Hay una figura importante al momento de escribir un libro, que es la del lector ideal. En su caso, ¿para quién va destinada esta vida de investigación?
“Yo pienso que en el caso de la investigación literaria el lector ideal son tres personas: número uno, en mi caso yo siempre busco al estudiante de letras, ya sea de licenciatura, de posgrado, incluso hasta un preparatoriano, un estudiante, pues, con inquietud por conocer; número dos, a un lector general que se pueda acercar a la posible lectura de estos libros, de mis escritos, y número tres, yo mismo. Yo comparto la idea de que uno escribe para uno mismo, es decir, lo que uno no encuentra en otros textos, uno trata de llenar esos huecos. Al menos en el caso de la investigación yo así lo miro, de querer leer lo que no se ha podido encontrar en otros”.
La participación de las mujeres en la vida literaria en Jalisco ha estado presente siempre, si bien en siglos pasados censurada o prohibida. ¿Ha encontrado cambios respecto a la exploración de la literatura por parte de poetas y narradoras?
“Sí. Hablando del siglo XX, y ahora del siglo XXI, siempre ha habido en Jalisco mujeres dentro del medio literario, sin embargo, muy pocas mujeres destacaban dentro del medio literario local. Esto comienza a cambiar a partir de los años 80 y después podemos ver una cantidad cada vez más alta tanto de poetas, narradoras, escritoras, editoras, estudiosas, después de los años 80. Y esta cantidad de mujeres ha ido en ascenso década con década.
Actualmente en Guadalajara hay un fenómeno muy particular donde vemos un papel muy importante de las mujeres en la literatura, sobre todo en poesía. También en narrativa hay, por supuesto, pero en poesía vemos una cantidad exorbitante de mujeres, afortunadamente, y también de editoras de revistas y sellos editoriales. Y más que la cantidad, la calidad también vemos, entonces va de la mano actualmente en Guadalajara la cantidad y la calidad de la mujer dentro del medio literario, pero esto viene ya desde atrás, no es un fenómeno que apenas hace 10 o 15 años se presentó. Tenemos escritoras muy importantes del siglo XX, como: Olivia Zúñiga, Rebeca Uribe, María Luisa Hidalgo, Paula Alcocer. Ya en los 80 tenemos a Martha Cerda y muchas más. Entonces, es un fenómeno que va en ascenso constantemente”.
¿Qué pasa con la literatura escrita aquí en Jalisco por grupos que podríamos considerar como minoritarios, como literatura indigena o escrita por afrodescendientes?
“Definitivamente hay un canon tanto en la literatura mexicana como en la literatura jalisciense, por supuesto, van de la mano. Conocemos a los consagrados como: Juan José Arreola, Agustín Yañez, Enrique González Martínez, Felipe González León. Y al margen de esos escritores, que por lo general tenemos presentes en la cabeza cuando pensamos en literatura jalisciense, existen otras figuras no menos importantes en su escritura pero que no han tenido la difusión que merecen. No necesariamente hablando sobre grupos afro mexicanos o centroamericanos migratorios o de mujeres, simplemente, más bien, lo que hace falta aquí en Jalisco y en otras regiones, por supuesto, es voltear la mirada hacia la otra literatura, fuera de estos cánones tradicionales, que por lo general la academia maneja como los consagrados. Debemos voltear la mirada hacia esas otras figuras.
Esta labor la ha llevado a cabo en décadas recientes Silvia Quezada, que es una estudiosa muy importante. Ella ha revelado la importancia de una poeta como Rebeca Uribe, que es una poeta de los años 30 y 40, pero que no teníamos presente ni en la academia ni fuera, es decir, que estaba prácticamente desconocida.
Otro es Carlos Axel Flores Valdovinos, que ha estudiado también la figura de Arturo Rivas Saiz. Es un ensayista importante para la literatura jalisciense pero también mexicana en general y él es uno de esos estudiosos que ha tratado de romper con ese canon para que se voltee, para que se empiece a considerar o reconsiderar el trabajo de Rivas Sáinz.
Entonces, es muy importante que los estudios literarios, las investigaciones que vengan, también volteen hacia esas otras obras minoritarias entre comillas, porque la investigación finalmente es para darle voz, para darle proyección a aquellas figuras, a aquellas obras que no se les ha dado el lugar que realmente merecen.
Mientras la academia siga estudiando las mismas figuras de siempre, creo que la investigación en Guadalajara, en Jalisco y en todo México, no va ir avanzando realmente. Creo que es muy poco lo que se puede abonar ya a obras como las de Juan Rulfo, las de Octavio Paz, las de Juan José Arreola, bueno, Octavio Paz no es jalisciense pero es un ejemplo del canon, pero es muy poco lo que se puede abonar ya a obras de ellos. Sin embargo, hay un sin fin de autores jaliscienses que sí podemos todavía seguir descubriendo. Ese ha sido uno de los puntos que a mí me fascinan de aquí de Jalisco, que sigo en lo particular encontrando figuras, generaciones, promociones, obras, que no han sido rescatadas y que tienen la calidad para que sean difundidas y conocidas”.
Para las personas que no conocen tanto de literatura jalisciense, ¿con qué autores recomendaría empezar?
“Mira, volvemos al punto de los cánones. La primera referencia, obviamente, es Juan Rulfo, Agustín Yáñez, Juan José Arreola, Enrique González Martínez, de cajón, pero sin perder de vista los otros autores. Ahora, la pregunta es ¿cómo acercarme a esos otros autores de los cuales estoy hablando? Yo creo que las antologías aquí entran en juego. Guadalajara cuenta con varias antologías importantes donde nos pueden dar esa retrospectiva, esa visión, que el curioso puede estar buscando. Entonces, yo le diría a aquella persona que le interesa conocer más allá del canon tradicional, que se acerque a las antologías. Las antologías son ventanas que nos permiten mirar ese panorama de las letras. Y, además de eso, creo que también las historias de la literatura son un buen vehículo para conocer.
Por desgracia en Jalisco no contamos con una historia de la literatura jalisciense. Existe una solamente, hecha por la maestra Magdalena González Casillas, sobre la literatura jalisciense del siglo XIX, pero la del siglo XX no se ha realizado. Yo creo que cuando se haga algún día esa historia de las letras jaliscienses del siglo XX será una referencia necesaria para acercarse al desarrollo de las letras regionales, pero, mientras no exista, creo que las antologías son una manera excelente de acercarse a ellas, por ejemplo: “Poesía reciente de Jalisco” (1989), de Raúl Bañuelos, Raúl Aceves y Dante Medina, “Poesía viva de Jalisco” (2003) de Jorge Souza y Raúl Bañuelos y otra antología, no sé si importante pero que retrata la generación más reciente, es “En la orilla del tiempo”.
No porque sea de mi autoría, sino porque da un panorama de más de 40 escritores que actualmente están activos y están entre los más importantes a nivel nacional, como: Luis Vicente de Aguinaga, León Plascencia Ñol, Ángel Ortuño, Karla Sandomingo, Mónica Nepote, Ricardo Solís y otros autores que no se les ha dado su lugar en las letras nacionales o jaliscienses, y que merecen también tener un lugar para ellos, como son Alejandro Zapa, Enrique G. Gallegos, Gustavo Adolfo “Pato” Hernández, Pedro Goche, Adriana Leal, entre varios más. Entonces, esas tres antologías de poesía creo que pueden darle a cualquier lector una buena perspectiva de lo que ha sucedido en Guadalajara los últimos 50 años en poesía, que es lo más actual y lo que la mayoría de los lectores están buscando.
Yo le sugeriría al interesado en adentrarse en las letras de Jalisco conocer en poesía a: Ricardo Yáñez, Enríque Macías, Ricardo Castillo, Raúl Bañuelos, Carlos Prospero, Raúl Aceves, creo que son voces muy importantes de aquel momento y actualmente en la poesía jalisciense.
Más atrás serían autores del canon como González Martínez, González León, Alfredo R. Placencia, Amado Nervo, entre otros.
Y en narrativa para conocer lo que se hace en Jalisco es un poco más difícil encontrar antologías importantes. Tal vez porque la poesía es más prolífica aquí en Jalisco y tal vez los estudiosos de narrativa no se han puesto a hacer una antología de esa retrospectiva de los últimos 50 años, 30 años, de narradores, pero hace falta, creo yo, hacer esas antología de narradores contemporáneos. Yo sugiero que, en narrativa, se acerquen a: Dante Medina, Martha Cerda, Eugenio Partida, María Jesús Barrera, Antonio Ortuño, Cecilia Eudave, y un largo etcétera. Vuelvo a lo mismo, la literatura jalisciense es un océano vasto y no exagero. Creo que esta es, si no la más rica, una de las más ricas de todo el país”.
¿Hay algo que usted personalmente quiera compartir?
“Nada más quiero compartir la idea de que ojalá más lectores se acerquen a la literatura jalisciense, a los escritores regionales, tanto lectores como estudiosos, que se acerquen a diferentes autores y que haya más difusión, más interés por los autores locales, que tampoco tenemos que desdeñar para nada autores de otras latitudes, pero sí sería importante que tuviéramos la oportunidad y el tiempo de conocer lo que sucede localmente.
A mí me gusta mucho recordar la idea de Wolfgang Vogt, que es uno de los principales investigadores de aquí en Jalisco. Él dice que cuando un investigador encuentra un tema que le interesa, en Europa, por ejemplo, por lo general los temas ya fueron tomados, ya fueron estudiados exhaustivamente, allá, pero aquí en Jalisco o en México, pasa todo lo contrario; donde uno voltea, dentro del campo de las letras, pues no hay estudios. Entonces, quien sienta el llamado a hacer estudios sobre literatura regional, pues va encontrar una fuente riquísima porque se han hecho esfuerzos pero todavía falta mucho por hacer. Entonces hay una invitación, con eso quiero cerrar, hay una invitación para que aquellos que les guste, que les llame la atención, se acerquen y hagan este tipo de trabajo”.
CM