Elena Poniatowska sonríe ante la tormenta
Pese al complicado momento que atraviesa la fundación que lleva su nombre, la escritora se reafirma en su optimismo
Desde mediados del mes pasado, la Fundación Elena Poniatowska (la cual lleva un año en actividades) anunció la suspensión de algunas de sus actividades, como el ciclo de cine y las presentaciones de libro programadas para mayo y junio, debido a la falta de recursos. En entrevista exclusiva para este medio, la autora de “Leonora” detalla la situación actual de la institución que lleva su nombre y lo que tiene planeado hacer con ella y con su famoso archivo. Acepta que la situación es difícil, pero observa una luz en el horizonte de la tormenta.
“La fundación se encuentra cerrada por falta de medios, por falta de dinero, entonces están las puertas cerradas”, sin embargo, resalta que el sábado pasado se llevó a cabo una actividad en la que “se entregaron unos diplomas a 30 alumnos de periodismo e hicimos una conferencia con ellos y estaban muy contentos”. Dicho evento se realizó en el Centro Histórico de Tlalpan, en la Ciudad de México.
Poniatowska afirma que no se ha acercado a autoridades culturales ni acudirá a pedir apoyo a Andrés Manuel López Obrador, a quien ha apoyado abiertamente y considera un amigo: “Yo estoy con López Obrador, lo quiero mucho desde hace 16 años, sin embargo, nunca he considerado pedirle apoyo a él. Tampoco he tenido pláticas con otras instancias gubernamentales porque yo no manejo la fundación, no estoy a cargo de ésta, la maneja mi hijo Felipe Haro”.
Destaca que su dedicación es hacia la escritura, pues ella realiza “entrevistas, crónicas, hago artículos, pero yo no me dedico a dirigir una fundación. En caso que se necesitara, claro que sí mediaría, pero no en la fundación propiamente, sino en cualquier otra instancia que se necesitara que yo participara. Ahorita no puedo decir que voy a defender mi patrimonio porque no lo es; simplemente es decir que no hay dinero para que siga adelante o no lo han dado o no se sabe cómo conseguirlo, pues ha sido un arranque de sexenio muy difícil desde el punto de vista cultural, y mucha gente está en la misma situación”.
LEER TAMBIÉN: Busca provocar otras lecturas
“Todo se puede remediar”
Elena Poniatowska mantiene la esperanza de una mejoría en los próximos meses, pese a los recortes en el presupuesto gubernamental hacia las instancias culturales. “Ahorita yo no sé cuáles serían las consecuencias sociales de los recortes culturales, pero creo que en cada recorte, habrá personas que digan que ‘no’, pues hay una reacción de descontento e insatisfacción (hacia los recortes). Creo que todo se puede remediar”.
Afirma que con cada cambio de gobierno surge la incertidumbre, pero hay que esperar los resultados con paciencia, ya que “estos han sido sólo los primeros seis meses, vamos a ver cómo vienen los segundos. Estos primeros meses con el nuevo gobierno me parecen que son un rompimiento, como un hachazo para romper con toda la corrupción y todo el abuso, me parece sorpresivo, pero creo y espero que termine por ser muy sano”.
Además, la también periodista recuerda que hay opciones más allá de los apoyos gubernamentales: “Ahora toda la gente puede tratar de agenciarse recursos en la iniciativa privada, por ejemplo, pero recordemos que cuando un sexenio vuelve a empezar también la iniciativa privada toma sus precauciones”.
La propia fundación ha buscado el apoyo de la iniciativa privada, sin resultados. Al respecto, Felipe Haro, director de la fundación, contó que al acercarse a ésta, han respondido que si la autora ha apoyado a AMLO, él la debería apoyar. Igualmente, el hijo de la escritora afirmó que la operación del instituto se garantizaría con cinco millones de pesos.
No venderá su archivo
Al anunciar la situación económica precaria de la Fundación Elena Poniatowska, se habló de vender el archivo de la escritora, uno de los más ricos debido a su amplia trayectoria literaria, en la que ha tocado casi todos los géneros: Novela, cuento, poesía, ensayo, crónicas y también cuentos para niños y adaptaciones teatrales. Universidades norteamericanas como Stanford o Princeton han mostrado interés por éste desde hace varios años, sin embargo, la autora no desearía que se los llevaran a otro país.
“El archivo no consideraría para nada venderlo. El archivo, pase lo que pase, se queda en México. Fueron dos universidades de Estados Unidos las que me pidieron venderlo, pero nunca consideré que saliera fuera de México. Me gustaría que se quede aquí. Sobre todo es la idea de mi hijo, quien ahorita se encarga de la fundación”.
Un libro en camino
El oficio principal de Elena Poniatowska es escribir, por lo que actualmente, se encuentra “terminando una novela para entregarla este año, espero que se pueda leer este año”.