El Palacio de las Vacas, legado arquitectónico de Guadalajara
Este auténtico palacete ecléctico de principios del siglo XX está situado en el Centro Histórico tapatío
La metrópoli tapatía es un tesoro arquitectónico de trascendencia internacional. El Centro Histórico de Guadalajara tiene monumentos valiosísimos y una arquitectura que cautiva a propios y extraños a través de importantes inmuebles y edificaciones. Atravesar cualquiera de las calles de la capital de Jalisco es darse cuenta del legado estético que atestiguan la identidad e historia de una Guadalajara que está en constante evolución.
Las viejas casonas en el Centro Histórico son un importante patrimonio que da fe del pasado y del presente contemporáneo donde ahora se desenvuelve la sociedad tapatía. Un referente es El Palacio de las Vacas, finca que se ubica en la calle de San Felipe con el número 630, justamente entre las calles Mezquitán y Mariano de la Bárcena.
El inmueble, según se difunde en sitios de internet, fue construido entre 1850 y 1910, conservando su estilo morisco. Según se expresa, este tipo de arquitectura se desarrolló en Magreb, región que abarca el norte de África y el sur de España.
Según el sitio arquitecturapura.com las características de la arquitectura morisca incluyen arcos de herradura, techos abovedados, así como diseño geométrico o caligrafía decorativa; además, las estructuras pueden ofrecer azulejos coloridos y las superficies a menudo se pintan.
El desarrollo del El Palacio de las Vacas ocurrió bajo el mandato de Segundo Díaz, primo hermano del entonces presidente de la República Mexicana, Porfirio Díaz. Sus interiores fueron decorados por el muralista mexicano Xavier Guerrero, uno de los pioneros de esta corriente del arte en nuestro país.
Entonces, El Palacio de las Vacas es una joya invaluable que sigue más viva que nunca. Y es que quienes han recorrido la casa pueden dar fe de lo impresionante que es. Cada uno de sus muros y los muebles que la decoran atestiguan una época dorada donde se apostó por la elegancia y la distinción. También otros portales sobre turismo y cultura refieren que en la construcción original de El Palacio de las Vacas se contaba con 24 habitaciones, 10 baños y cuatro jardines.
Durante el mandato de Porfirio Díaz, hubo un desarrollo estético importante tomando como referente la corriente europea, en Guadalajara el estilo francés tomó su apogeo en las construcciones, pero El Palacio de las Vacas es un tema aparte.
Su estructura y sus acabados delatan ostentación y fastuosidad. Además, ha sido testigo de muchas aventuras, una de las más recientes fue cuando se filmaron ahí escenas de la película mexicana de David Pablos, “El Baile de los 41” (2020) donde se habla de uno de los capítulos más controvertidos en el mandato de Porfirio Díaz que implicaba directamente a su familia. Esta cinta fue protagonizada por Alfonso Herrera, Emiliano Zurita y ahora la internacional Mabel Cadena.
En un artículo publicado por EL INFORMADOR en septiembre del 2018, se desataca que ante la muerte del único hijo de Segundo Díaz, su primer dueño, decidió entregar la casa a su hermano, Miguel Díaz, responsable de dar el singular nombre a esta finca, luego de introducir a un hato de vacas y establecer una lechería en su interior.
La transformación
Con el pasar de los años, el inmueble cambió de vocación y pasó a ser también la primera escuela para mujeres en Jalisco, pero con en el transcurso del tiempo quedó en el olvido hasta que el estadounidense John A. Davis adquirió el patrimonio y comenzó con su restauración para preservarlo.
Cada área de este inmueble ofrece un universo amplio sobre arte e historia, puedes pasar horas admirando sus habitaciones, sus espacios al aire libre, sus pinturas y su mobiliario que refrendan la vasta cultura que existía al inicio del siglo XX, un momento de muchos cambios históricos donde las ciudades como Guadalajara comenzaban con su proceso de industrialización y modernización, pero que espacios tan emblemáticos como éste, también refrendan la identidad de sus habitantes, atestiguando sus propios cambios generacionales.
El Palacio de Las Vacas en la década reciente se ha activado nuevamente como un espacio para albergar eventos sociales, pero también como un centro cultural.
A propósito de su portentosa estética que ha fungido como locación para películas como “El Baile de los 41”, también ha servido para sesiones fotográficas, recorridos guiados y hasta pasarelas, en 2021 el diseñador tapatío Miguel Pánuco presentó una de sus colecciones ahí; además, también ha sido lugar para ruedas de prensa y otros conversatorios.
En la actualidad, El Palacio de las Vacas es sede de montajes y puestas en escena para todo el público, pero donde también ha habido una importante participación del público adolescente y juvenil a través de proyectos temáticos como el recorrido interactivo sobre “Harry Potter”, o el desarrollo del clásico de William Shakespeare, “Romeo y Julieta”, entre otras puestas en escena más.
Sin duda esta finca tan emblemática se ha diversificado para poder seguir vigente, viva y en movimiento, pues tiene que estar en estado óptimo para seguir enamorando a los turistas nacionales y extranjeros que caen rendidos ante lo maravillosa que es.
Acércate a conocer la arquitectura de tu ciudad, hay historias, anécdotas y leyendas fabulosas que tal vez no conocías o no tenías una noción más certera de ellas, déjate sorprender y vive de cerca lo que se siente y significa estar en una casona antigua que data de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.