Cultura

Educar para conquistar con la cerámica a todo el mundo

La cerámica se ha posicionado como motor de cambio y representación de la identidad mexicana

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Entrevista a Director de la Escuela Nacional de Cerámica

La Escuela Nacional de Cerámica en Tapalpa, explica su director, David Aceves Barajas, tiene su desarrollo desde hace más de cuatro años al ver que México es el creador más grande de cerámica, al menos en América Latina. Para especializarse en el oficio, David se fue a estudiar una estancia posdoctoral a España; en particular a Toledo, y al regresar de esa estancia, notó que el interés de sus compañeros y amigos por aprender fue creciendo, “estaban entusiasmados por tomar talleres y cursos en torno a la cerámica y no había un lugar para poder aprender”… Y es ahí que nace la iniciativa.

Se presentó al Gobierno federal, al del Estado y los municipios, pero nadie la acogió, en un principio la apadrinaba el poeta Hugo Gutiérrez Vega. También se le presentó el proyecto a Rafael Tovar y de Teresa, quien ya murió. “Al no tener respuesta del sector público, un día después de hacer una exposición del trabajo de investigación que se había hecho sobre la cerámica de Sayula, que es mi área de investigación postdoctoral, nos visita Horacio Fernández Castillo, un coleccionista de cerámica, y todo empezó ahí con el interés de crear algo, un proyecto que abarcara factores importantes; por ejemplo, el enfoque en la educación, que sea a nivel nacional y que cuide las tradiciones, entre otros. Y la escuela cubría todo esto, la teníamos en la mesa y literalmente se la dejamos y a él le gustó mucho. Vamos a cumplir cuatro años ya de que él decidiera que el proyecto se plantara en Tapalpa, Jalisco”, compartió David.

Desde hace un par de años se ha implementado el uso de hornos libres de humo, los cuales ya trabajan también en otras Entidades. En la imagen, un horno en Santa Fe de la Laguna, Michoacán. CORTESÍA

La idea era esa también, descentralizar el proyecto, sacarlo de la Ciudad de México y de Guadalajara, y así darle impulso a lugares y zonas que requieren programas de esta magnitud. “Y Tapalpa cubría gran parte, en un principio estaba en Sayula, hay que reconocerlo. Tapalpa es un lugar donde se encuentran yacimientos de arcilla de muy buena calidad. Ahora mismo se está haciendo un estudio dentro del proyecto de la escuela para poder tener y explotar las materias primas que puede dar Tapalpa dentro de la cerámica. En la escuela este es el cuarto año que tenemos haciendo talleres, cada año invitamos a un país extranjero, el primero fue España, luego Japón, el tercero fue Alemania y este año es China”.

Impulso artesanal

Se busca rehabilitar este lugar en Tapalpa, cuya construcción podría iniciar a finales de este año para ser la nueva sede de la Escuela Nacional de Cerámica. CORTESÍA

Explica David Aceves que todos los años tienen actividades: dos tipos de proyectos; uno enfocado a impulsar la cerámica para los artistas y el otro en desarrollar,  buscar y seguir con los planteamientos tradicionales de la cerámica de los pueblos, de los alfareros. Llevamos dos años tratando de cambiar la cerámica tradicional en México con un proyecto de hornos libres de humo, este proyecto ha sido fundamental, se ha abarcado a nivel nacional, hemos llevado estos hornos a Guanajuato, Estado de México, Chiapas, Oaxaca, Jalisco y Michoacán, esperamos este año poder ir a Puebla, Tlaxcala, quizá Chihuahua, para ir cubriendo esas necesidades”.

A través de la educación se busca cuidar las tradiciones y tener un impacto a nivel nacional. Cuando Japón fue invitado de honor, en la escuela se trabajó con dos maestros de ese país en la construcción de hornos. CORTESÍA

Según cuenta el director, en México hace más de 500 años que no se modifican los hornos  de la cerámica tradicional y la alfarería; la mayor parte son de tiro abierto que perjudican mucho la salud de los alfareros, pero también al medio ambiente, a la ecología y sobre todo a la calidad de sus piezas. Comparte además que este proyecto nació cuando Japón fue invitado de honor de la escuela, donde trabajaron con dos maestros japoneses.

“En un principio costó trabajo cuando llegamos a los lugares, pero cuando los alfareros ven que no les modificamos sus quemas y que realmente siguen trabajando con la misma materia prima, que es la madera, pero con un mejor uso, con una mejor organización, producción en el horno y una mejor calidad en sus piezas, inmediatamente cambian”. En Oaxaca gracias a la Fundación Alfredo Harp Helú, se ha podido hacer una alianza, para hacer hornos de este tipo en ese Estado.

“Queremos que empresarios y gente que tiene un compromiso con el país, se sumen, porque hay muchas fundaciones en el país que quieren hacer cosas que de repente el Gobierno no está haciendo y que quizá le corresponda y no lo hace. Sonará muy pretencioso de nuestra parte, pero el compromiso de la escuela es cambiar la cerámica en México, volver a poner al país en un perfil, en una lanza donde se hable de él como un país de producción cerámica de muy buena calidad, queremos hacer una escuela internacional, un proyecto que trascienda y que llegue muy lejos”.

El apoyo de empresarios y la nueva sede

México es el más importante creador de cerámica en Latinoamérica, de ahí la importancia de un espacio de formación con alcance internacional. CORTESÍA

Con la escuela se han hecho alianzas con la Universidad Panamericana (UP) para llevar talleres de mercadotecnia, de costos y embalaje a los alfareros. Es por eso que buscan llevar a la artesanía a un lugar muy diferente al que tiene hoy en México. “Nosotros somos una asociación civil, Fomento de Cerámica Mexicana A.C. y nuestro mayor impulsor ahora son empresarios, como el señor Horacio Fernández y él ha ido haciendo que otros más se sumen como Fundación Kasuga a través de don Carlos Kasuga, quien es un empresario que tiene un planteamiento muy filantrópico. Como los hornos tienen un esquema y toda una tecnología japonesa, ellos han querido impulsar mucho a todo lo que es japonés en México, ellos este año nos financiaron los hornos que se hicieron el año pasado en el escuela y se van a financiar los de este 2019”. Corporativa de Fundaciones también se sumó el año pasado.

A partir de este año la escuela tiene una sede, anteriormente se manejaban en un hotel de Tapalpa donde se renta por completo para recibir a los alumnos, donde se les da alimento y materiales, además de convivir con los maestros que traen de distintas partes del mundo. Ahí trabajan durante 15 días. “La escuela estaba buscando un espacio y el Ayuntamiento de Tapalpa el año pasado nos propuso un lugar muy interesante, a finales del 2018 nos dieron las escrituras de lo que era la antigua Hacienda Lagunillas, mejor conocida en el libro de ‘Pedro Páramo’ de Juan Rulfo como la Hacienda de La Media Luna. Entonces, este espacio nosotros tenemos que rehabilitarlo, está en ruinas y precisamente estuvimos reunidos Horacio y yo con un arquitecto para empezar a gestionar el proyecto para este año y quizá comenzar con la construcción a finales de este año.

Ahí es donde queremos que se sumen empresarios que confíen en la importancia de este proyecto”. El espacio es ambicioso, abarca instalaciones para talleres, aulas, una biblioteca, galería, tienda de artesanías y de insumos, así como un Instituto de Investigaciones Edafológicas, “porque la cerámica no es solo lo que vemos en la artesanía o lo que producen los artistas, va más allá, entra la medicina, la tecnología, los teléfonos celulares no podrían funcionar sin elementos cerámicos, etcétera. México está en pañales en ese sentido, hay un amplio mundo ahí por descubrir”.

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