David González Ladrón de Guevara inspira y llena de valor al mundo

El músico tapatío David González Ladrón de Guevara viajará a Taiwán del 21 al 28 de septiembre para recibir el “Reconocimiento Mundial del Ferviente Amor por las Vidas” 2024, el cual otorga la Fundación Cultural y Educativa Chou Ta Kuan (CTK) con sede en dicha entidad. El pianista fue elegido entre más de cuatro mil candidatos; se destaca que este galardón es considerado “El Premio Nobel de la Vida”, por la organización que lo otorga.

Desde 1996, dicha fundación otorga este reconocimiento a aquellos embajadores de vida que pueden inspirar a generaciones en todo el mundo. La historia de vida de David estará compilada en un libro para alentar a las personas a valorar y respetar la vida propia, la de otros y a la naturaleza.  Durante su estancia en Taiwán, David estará compartiendo su historia y su música en escuelas, hospitales, asociaciones y medios de comunicación. Además, el mandatario de Taiwán (República de China), Lai Ching-te, lo recibirá personalmente en la oficina presidencial.

“Estoy muy feliz y muy agradecido porque nos van a dar este reconocimiento después de tantos años de trayectoria. Básicamente, lo que simboliza es que a través de mi vida, se inspiren más personas a que luchen por vivir, al amor en la vida y que tengan esperanza por un futuro mejor”, comparte David en entrevista para EL INFORMADOR. Recuerda que para esta convocatoria, fueron unos amigos de Japón quienes le avisaron a él y a su familia sobre este premio, y fue su madre quien mandó la documentación pertinente.

“Estaremos yendo a escuelas, hospitales, universidades y medios de comunicación para dar pláticas motivacionales y conferencias, además, tocaré una que otra composición mía. Y para cerrar este viaje en Taiwán, el último día vamos a estar en la casa oficial del presidente, quien será el que nos dará el reconocimiento”. 

Expresa, además, que siente emoción de conocer una nación como ésta, pues si bien ya conoce otros lugares de Asia como Japón, sabe que la experiencia será completamente distinta, “y que el presidente te reciba, da mucha motivación”.

En su trayectoria, David también ha visitado países como Estados Unidos, Canadá, Italia, Austria y Alemania. Así que conocer diferentes culturas, “ha ampliado mi panorama y mi cosmovisión, siempre es un gusto saber que a donde vaya, represento a México viendo cómo la gente recibe la música mexicana que les encanta”.

Sobre cómo el piano le ha cambiado la vida, confiesa: “Yo vengo de una familia de músicos, yo soy el menor, tengo dos hermanas mayores, una es cantante y la otra toca el violín. Mi papá es pianista, empezó a los cinco años, estudió ocho años en Alemania. Y yo también quise aprender a tocar el piano, comencé a los cuatro años con mi tía que tiene una escuela de música para niños, a los 12 fue mi primer concurso internacional en Vancouver y gracias a Dios ganamos el primer lugar y viajamos a Japón por primera vez. Como para mí lo normal es tener cuatro dedos (en cada mano), siempre trataba de dar lo mejor de mí, tratando de sacar la pieza lo más parecida a la partitura original, mi tía siempre buscaba la manera, nos adaptábamos y veíamos cómo le hacíamos, no nos cerrábamos”.

Recuerda que cuando su padre supo que él tendría características distintas, pensó que si David estudiaba piano se iba a frustrar, pero tras el progreso que el joven adquirió en la escuela de su tía, su papá vio su talento rítmico: “Y dijo, ‘a lo mejor David no puede hacer muchas cosas en el piano, pero las que  puede hacer, las hace muy bien. Entonces, me voy a enfocar en eso, en lo que sí puede hacer’. Y comenzó a hacer arreglos de otras piezas adaptándolas a lo que yo sí puedo hacer, como si fuera un traje a la medida”, dice David.

“Por ejemplo, yo tengo los brazos cortos, el derecho todavía es más corto y curvo. Y si me mando a hacer un traje, me lo tienen que hacer a la medida, así que básicamente eso hizo mi papá con las piezas”. Cuando se tiene el talento hay que buscar por todos los caminos que se exprese libremente.

Sobre si siente alguna presión social de que los demás lo vean como un ejemplo a seguir a propósito de que ha ido logrando sus objetivos, dice David que no. “Al contrario, es un deleite poder inspirar a más personas, parte de mi propósito de vida es seguir inspirando y motivando a los demás”. 

David señala que en su trayectoria comenzó con repertorio clásico y luego una selección de música mexicana, pero ahora lo que más le gusta es interpretar sus propias composiciones, “es lo que más me apasiona”. En 2010 hizo su primera composición, pero más a manera de juego, sin embargo, ya tiene seis años componiendo en forma. Esa música ya está grabada y está disponible en plataformas digitales. Algunas de esas piezas son: “Himno de esperanza”, “Saberse amado” e “Inquebrantable”.

Una vida entregada a la música

El músico David González Ladrón de Guevara, quien es pianista y compositor, nació en Guadalajara el 15 de diciembre de 1996. Tiene el síndrome Miller y a pesar de tener cuatro dedos en cada mano, dificultades para extender los dedos y deficiencias auditivas se inició en el estudio de la música y el piano a los cuatro años de edad con su tía, la maestra Rocío González Moya, presentándose por primera vez en público a la edad de 10 años. A partir del año 2009 continuó sus estudios con su padre, el maestro José Luis González Moya.

En el marco de los Juegos Parapanamericanos 2011 tocó por primera vez como solista con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara (OSIJUG). En abril del 2015 fue invitado a dar una charla TEDx en el Teatro Degollado y a partir de entonces ha dado numerosas conferencias-concierto motivacionales a escuelas, universidades, empresas y centros culturales.  

En abril de 2018 estrenó con la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) el “Concierto Para Piano A 8 Dedos” compuesto por el maestro José Luis González Moya especialmente para él. En junio de 2024, dentro del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) se estrenó un documental largometraje titulado “Concierto para Otras Manos”, acerca de su vida, el cual dirige Ernesto González.

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