Análogo: Un ejercicio comparativo lleno de analogías
Juan Barragán presenta su exposición "Análogo", que acerca de alguna forma al neófito del arte a entender con más detalle la pintura
El primer contacto con el trabajo de Juan Barragán da puerta al análisis, a la reflexión y la unión del pasado con el presente, una manifestación artística que hace honor al nombre de la colección que se presenta. “Análogo” no es sino un ejercicio completo de comparaciones sobre las viejas perspectivas reinterpretadas bajo el pincel de Juan a su propia manera y con intenciones más modernas, realistas, pero también más cercanas a lo místico y futurista.
La creatividad nace desde el recinto donde son expuestas, pues comenta el artista que la Sala Silenciosa es para él como un segundo hogar, debido a que la propia “Casa Orozco” fue una elaboración de su tío bisabuelo Luis Barragán, por lo tanto la primera analogía de toda la colección hace referencia a volver a casa, pues el artista había estado un tiempo en Estados Unidos y finalmente, durante un periodo de pandemia, ambos artistas, uno desde la arquitectura y otro desde la pintura juntarían sus piezas en un mismo espacio.
“Es una colección que hice basada en otras obras de arte antiguas ya algunas y otras más modernas, bien elegidas por por mi preferencia, Y lo que hice fue unas reinterpretaciones de esas pinturas a mi modo de verlas y de analizar, con todo el trasfondo que trae”, comentó Juan Barragán.
Para quienes son afines al tema de la pintura clásica pronto podrán notar que algunas composiciones son idénticas o incluso exactas a las clásicas piezas de artistas como William-Adolphe o de la mano de William Blake, sin embargo no tardarán en notar además que tiene otros colores, otros personajes e incluso otros símbolos.
“Análogo va enfocado como de analogía, de precisamente de comparar los cuadros unos con otros, pues en ellos es que me basé para hacer la otra pieza, casi todos están a escala o hechos del tamaño que es real precisamente para rebotar el arte. No se puede salir de lo que ya vimos lo que hago significa volver a los maestros y reinterpretar su visión a mi modo de ver ya con todo los efectos que tiene mi cerebro, de la época en la que vivo, en el medio en el que me muevo y eso pues afecta una pieza la enriquece, siento yo no, entonces es algo así para que haya una una comparación también de pasados y futuro, o más bien pasado y presente”, explicó el artista.
La galería no solo ofrece la oportunidad de presenciar la belleza de los cuatros, sino que acerca de alguna forma al neófito del arte a entender con más detalle la pintura, al lado de las reinterpretaciones de Barragán se dispusieron fichas informativas con los medios de inspiración, piezas como Dios Juzgando a Adan, La Anunciación, Dante y Virgilio en el infierno son algunas de las pinturas clásicas que pertenecen al catálogo de inspiración.
“Es completamente inspirado esto, es decir muchos artistas así empezamos, Yo también empecé copiando, copiando y copiando como los otros pintores, y en esta ocasión dije voy a hacer una versión mía y quise ir jugando con esa cuestión de los espejos que son ese universo que existe en otro en otro momento, qué es lo que te hace hacer una analogía de la realidad. Tú aquí puedes darte cuenta más o menos de dónde fue la semilla de donde se sacó cada pieza y quiero que la gente lo vea y pueda darse a entender que no necesariamente tienes que crear algo nuevo, entonces puedes rebotarlo de otros lados y hacerlo tuyo”, concluyó.
La galería estará disponible para todo el público desde la Sala Silenciosa ubicada en la Casa Orozco a partir del sábado 22 de julio con un horario de las 12:00 a 18:00 horas y podrá contemplarse por dos meses hasta el 20 de septiembre.
MF