Cultura

“Blanquearán” el acueducto sólo si hay presión social

Peritaje del INAH determina que la restauración en el parque Silvano Barba está bien realizada

Ayer personal de la dirección de Obras Públicas de Guadalajara y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) supervisaron los trabajos de restauración que se están realizando, desde hace dos meses, en el acueducto que se encuentra en el parque Silvano Barba, de la colonia Providencia. 

Lo anterior, debido a las quejas sociales manifestadas el pasado miércoles en torno al enjarre aplicado a la construcción, técnica que “provocó” que el acueducto ahora luzca en un tono blanco y sus ladrillos ocultos. Esta nueva apariencia no fue del agrado de los vecinos de la zona, quienes juzgaron que se estaba realizando un mal trabajo.

Para dispersar dudas, ambas dependencias ayer realizaron una labor de peritaje a la cual acudió Martha Leticia Ulloa Hernández, arquitecta perito del INAH en Jalisco, quien en entrevista explicó “que la obra está bien hecha, el color más claro en el acueducto es por el uso de la cal que se utilizó en el enjarre”, agregó que “se tomarán medidas para aminorar el tono impactante, sólo en caso de ser necesario”.

¿Qué tipo de medidas tomarían?

—“Vamos a hacer unas pruebas y vamos a hace una lechada muy fina a la cual le agregaremos unos pigmentos”.

—¿A qué nos referimos con hacer una lechada? 

—“Es echarle pintura a la cal apagada en obra… La cal apagada en obra se hace como ‘leche’ y a esa ‘leche’ le pones pigmento mineral, lo revuelves, lo aplicas y eso mitiga el color”.

También explicó que en caso de añadir esta lechada no será necesario retirar nada de lo ya aplicado, “puesto que la obra está bien; de hecho, se puede dejar así para que con el intemperismo se vaya mitigando el color; sin embargo, si continúan las reacciones sociales y éstas insisten en que se ve muy blanco el acueducto, se aplicará la lechada. Aunque insisto, el intemperismo y las lluvias harán que se mitigue rápido el color”, comentó.

La arquitecta recordó que un trabajo de enjarre es el aplanado fino a base de cal apagada, arena y baba de nopal que se aplica en superficies para tratar los problemas de humedad en una construcción, como era el caso del acueducto de Providencia.

Por su parte, el ingeniero Francisco Ontiveros, director de Obras Públicas de Guadalajara, señaló que: “De manera general la obra está en buenas condiciones. La intervención se está realizando conforme a lo establecido por el permiso de construcción del INAH. Se dejaron algunas precisiones en algunos procesos para poder llegar a buen término el proyecto”.

Explicó que dado que el principal problema estructural que tenía el acueducto “era donde se concentraba el agua, el INAH recomendó sustituir las rejillas de los extremos de la parte superior del acueducto por similares, pero para entrada de aire y que no se permita la entrada de agua; también se pidió dejar una ventana en los enjarres antiguos en el área sin intervenir en cuanto a ‘capa de sacrificio’—enjarre—”.

Agregó que “también se colocará una cenefa perimetral a la base de las columnas con grava u otro material similar para evitar la filtración del agua. La ‘capa de sacrificio’ se dejará como está esperando que paulatinamente aparezcan las patinas por la interacción con el medio ambiente”. 

Finalmente, aclaró que ante los resultados obtenidos durante la supervisión de la obra, ésta continuará sin mayor demora: “En términos de común acuerdo se pactó el reinicio inmediato de los trabajos para poder tener en tiempo las obras de restauración del acueducto del parque Silvano Barba”, el cual está tipificado como patrimonio en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

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