Cultura

Arden siglos de historia en Notre Dame; salvan estructura

Los bomberos lograron evitar que la parte trasera del edificio fuera dañada; y aunque se perdieron los retablos mayores, reliquias como la corona de espinas de Cristo y la túnica de san Luis están indemnes

La Catedral de Notre Dame, icono de París y exponente máximo del arte gótico, sufrió ayer un devastador incendio que acabó con parte de su estructura. EFE/I. Langsdon
El fuego quemó el techo de madera de más de 100 metros de longitud, conocido como “el bosque” por el gran número de vigas de ese material que hubo que utilizar para instalarlo. EFE/I. Langsdon
Primero sorpresa, luego incredulidad. Los parisinos se arremolinaron en las cercanías del Sena para observar el voraz siniestro que se apoderó de la Catedral. EFE/J. De Rosa
Más de 500 bomberos lucharon para impedir el colapso del edificio, evitando que el fuego alcanzara las torres principales. EFE/J. De Rosa
Por la noche, cientos de personas se reunieron para rezar en el Pont aux Changes, situado frente al monumento, para comenzar a rezar de manera espontánea un Ave María. AP/F. Mori
Luego de sofocar los principales focos de incendio, los bomberos lograron entrar a la Catedral, en uno de los instantes de mayor emotividad de la jornada. AFP/P. Wojazer
Emmanuel Macron, el presidente francés, prometió que lucharán por levantar a Notre Dame de las cenizas. Por lo pronto, el magnate francés François-Henri Pinault, esposo de Salma Hayek, anunció que donará 100 millones de euros para la renovación de la Catedral. AFP/P. Wojazer

Gritos, pérdidas incalculables y rostros de pánico. Esas fueron las estampas que deja un lunes dramático en París, luego del terrible incendio que afectó a la Catedral de Notre Dame.

El fuego comenzó en punto de las 16:50 horas de París, de acuerdo a la agencia francesa AFP. La causa de las llamas se investiga, pero se sabe que lo primero que afectaron fue el armazón de madera del techo (donde se llevaban a cabo trabajos de restauración). A una hora de iniciado el siniestro, la aguja del edificio se hundió en un mar de llamas.

Fue hasta las 20:50 horas parisinas cuando las autoridades anunciaron que “dos torres de Notre Dame (se hallaban) a salvo”, pero las operaciones iban a continuar durante toda la noche.

Queda pendiente descubrir la extensión de los daños al interior de la Catedral. Las maniobras estaban dirigidas a preservar la parte trasera del edificio, donde se encuentran las obras más preciosas. Reliquias como la corona de espinas de Cristo y la túnica de san Luis, pudieron ser salvadas de las llamas.

Un incendio en el techo de la Catedral consume buena parte de uno de los grandes iconos arquitectónicos y culturales de Francia. AFP/F. Guillot

El peor incendio en su historia

Orgullosa, Notre Dame ha sobrevivido a guerras, persecuciones, saqueos y revoluciones. Pero ayer, conoció el incendio más devastador de su historia. El humo complica contar lo perdido. La sensación de sorpresa impide caer en cuenta de la magnitud de la tragedia. Las palabras no alcanzan a describir al hablar de historia convertida en cenizas.

La intervención de casi 500 bomberos evitó que se redujera a cenizas una obra que fue levantada hace ocho siglos (se construyó entre 1163 y 1345) y se convertiría en el símbolo de la ciudad, una que el presidente francés, Emmanuel Macron, prometió reconstruir.

Los cañones de agua, que vistos desde la distancia parecían los arbotantes que sujetan las paredes de la Catedral, lograron imponerse al avance del fuego, aunque no evitaron que dos tercios de su cubierta, al igual que su célebre aguja -ambos añadidos al templo gótico en el siglo XIX-, quedaran totalmente destruidas.

El fuego, originado por causas todavía desconocidas en el tejado, que estaba en restauración, también dañó buena parte de las obras interiores, aunque no las reliquias que atesora el templo, entre ellas la corona de espinas de Cristo. Los retablos mayores, sin embargo, no pudieron ser salvados.

El uso de aviones cisterna se desaconsejó, pues arrojar tal cantidad de agua sobre Notre Dame podría haber colapsado el edificio.

Una multitud de parisinos y turistas estupefactos, algunos de ellos llorando y otros rezando, miraban con horror en el centro de París el lunes como las llamas devoraban la emblemática catedral, tesoro arquitectónico, símbolo de la ciudad, magneto turístico y parte indispensable de la cultura a nivel mundial.

Exclamaciones y gritos de “Dios mío” empezaban a oírse mientras caía la noche parisina y con ella parte de la aguja de la Catedral, entretanto las llamas se extendían por todo el techo. Segundos más tarde, las cámaras de cientos de celulares captaban cómo el resto de la aguja se derrumbaba, en medio de gritos de estupor. Pronto, todo el techo de Notre Dame se convirtió en una gigantesca cruz de fuego en el rostro de la capital gala.

Al caer la noche en París (la tarde en Guadalajara), cientos de personas se reunieron para rezar en el puente Pont aux Changes, enfrente del monumento.

“Estoy muy triste, inmensamente triste y vacío”, confesó Stéphane Seigneurie, consultor de 52 años, interrumpiendo su oración.

“París está desfigurada. La ciudad nunca será como era antes”, declaró Philippe, un trabajador en comunicación de unos 30 años, que pasó en bicicleta después de que un amigo le avisara del incendio que se declaró en la Catedral. Un hombre llamado Benoit definió el sentir parisino y de buena parte de quienes atestiguaron la tragedia en vivo o a través de la televisión: “Es increíble, nuestra historia se está haciendo humo”.

El mundo reacciona

  • Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México: “Lamento el incendio en la catedral de Notre Dame, en París, Francia. Es una desgracia para el arte, la cultura y la religión”.
  • Angela Merkel, canciller alemana: “Estas horribles imágenes de Notre Dame en llamas duelen. Notre Dame es un símbolo de Francia y de nuestra cultura europea. Nuestros pensamientos están con los amigos franceses”.
  • Donald Trump, presidente de Estados Unidos: “Es tan horrible ver el enorme incendio en la Catedral de Notre Dame en París. Tal vez se puedan usar aviones cisterna para apagarlo. ¡Deben actuar rápidamente!”.
  • El Vaticano: “solidaridad con los católicos franceses y la población parisina. Oramos por los bomberos y todos aquellos que hacen lo posible para enfrentar esta dramática situación”.
  • Felipe VI, rey de España: “El pueblo francés la reconstruirá, la levantará sin duda de nuevo. Y estaremos ahí; el mundo entero está y estará con Francia. La Catedral resurgirá de sus cenizas”.
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