Acercar la literatura a iniciados, propósito de Bárbara Jacobs
La escritora mexicana precisa que su inquietud a la lectura fue impulsada por su padre
Para la escritora mexicana Bárbara Jacobs, ganadora del premio Xavier Villaurrutia por “Las hojas muertas” (1987), los buenos libros tienen dos funciones, “enseñarte y entretenerte. Todas las buenas obras responden a esos requisitos”.
Bajo estas dos reglas, la ensayista preparó “La buena compañía”, una selección de sus libros y autores favoritos, divididos en géneros reales o inventados como el cuento, los libros de viajes, la novela, el género epistolar, la crítica literaria o la novela de intriga.
“No escogí muchos por cada género porque yo quería poder hablar brevemente de la mayor variedad de libros posible”, señaló Jacobs, quien aseguró que tuvo que releer varios de los libros seleccionados, al haberlos leído de joven, entre los 16 y 24 años de edad.
Jacobs está ilusionada porque su obra sea una guía de literatura para los jóvenes. “Si lo leen los estudiantes, tendrán una orientación de primera sobre qué es la literatura, en qué consiste, por dónde empezar y les formará una biblioteca personal de primer orden”, aseguró.
“La buena compañía” se gestó hace 18 años, cuando una amiga le pidió un taller de literatura con recomendaciones de lecturas. “La idea me atrajo tanto que ese mismo día saqué de mis libreros los libros de los cuales a mí me gustaría hablarle a este hipotético grupo de lectores en potencia”, mencionó Jacobs.
En el ensayo se recomienda a escritores de primer orden como FranzKafka, Óscar Wilde o Jorge Luis Borges. “Escogí a los autores que, además de formarme a mí, fueran atractivos para el lector no especializado, escritores que les sonaran o les resultaran conocidos, aunque fuese de nombre”.
Algunos de los títulos emblemáticos de la literatura universal, repasados por Jacobs en este ensayo de la Editorial Era, son textos como “El llano en llamas”, de Juan Rulfo; “Lolita” de Vladimir Nabokov; o “Muerte en Venecia” de Thomas Mann.
La escritora y profesora de literatura aseguró que su acercamiento a los libros se aceleró por la presión de su padre y una amiga, ávidos lectores que la motivaron a leer. “Empecé a leer casi con látigo en mano (…) pero me empezó a fascinar y me metí de tal grado en los libros que me quedé atrapado en ellos”.
Jacobs no cree que exista un déficit de lectores en México. Inclusive, considera las redes sociales como un caldo de cultivo para nuevos aficionados a la literatura. “Tengo lectores que yo no conozco, pero que sí se acercan a leerme, siendo que yo no soy una escritora de las más conocidas y escribo libros a veces especializados o no dirigidos al lector promedio”, apuntó.
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NM