Entretenimiento

Un paseo por la “Capital del Rock”

Guadalajara ha sido cuna de grandes exponentes de este género musical  

“Más que una simple corriente musical, el rock se ha convertido en un estilo de vida que evoluciona y adopta diferentes sonidos”, afirma Juan Tavares, director de la estación de radio Máxima FM, al reflexionar sobre la historia del rock en Guadalajara. 

Este género comenzó a resonar en la Perla Tapatía a mediados de la década de los cincuenta: “Si analizamos el panorama general, el rock en México nace con figuras como Enrique Guzmán, César Costa, Angélica María, Los Teen Tops y Johnny Laboriel, quienes iniciaron haciendo versiones de los éxitos que estaban sonando en Estados Unidos e Inglaterra. 

En aquellos años, surgieron casas de discos como Discotecas Aguilar y Casa Lemus (que eventualmente se transformó en Mr. CD) y, posteriormente llegó Mixup, donde se podía encontrar todo tipo de música. De alguna manera, la influencia del rock llegó con bandas que interpretaban su repertorio en inglés, pero poco a poco se transformó en lo que conocemos como ‘Rock en tu Idioma’, con grupos como TonchoPilatos y La Revolución de Emiliano Zapata, quienes le dieron un toque más mexicano y propio de la región de Jalisco”, explica el periodista musical.

En los años sesenta y setenta, surgieron las primeras bandas de rock en Guadalajara, como The Spiders, seguidas por 39.4, Los Monstruos, Los Soñadores, Los Yoguis, Los Leroys y La Revolución de Emiliano Zapata, esta última alcanzó notoriedad más allá de las fronteras mexicanas, afirma Tavares. 

“A nivel nacional, estas bandas marcaron la pauta y abanderaron un movimiento que venía con fuerza, junto con Toncho Pilatos y The Spiders, quienes comenzaron a exponer su música. La Revolución de Emiliano Zapata también sonaba en Estados Unidos y Europa, y fue un digno representante del rock nacional y, en particular, del rock tapatío”.

La Revolución de Emiliano Zapata. La banda fue insignia del rock mexicano de los años 70. Colocó en las listas de popularidad de México, Estados Unidos y Europa sus éxitos. EL INFORMADOR/Archivo

Llegan los ochenta

A principios de los años 80, una joven banda llamada Sombrero Verde comenzó a consolidar una sólida base de seguidores. Esta banda, que más tarde se convertiría en Maná, es recordada por Tavares, quien menciona que en aquellos años se realizaban fiestas de luz y sonido organizadas por César Cosío y Arnaldo Redondo. De hecho, en la primera fiesta a la que asistió Juan, tocaron Sombrero Verde y la banda Carmín, un proyecto integrado exclusivamente por mujeres. “Nos guste o no, Maná es una banda que ha traspasado fronteras; es el grupo que más reproducciones tiene, que más discos ha vendido y que más boletos vende”.

Así como cuenta con numerosos seguidores, Maná también tiene detractores que argumentan que la banda no es una verdadera agrupación de rock. Ante esto, Tavares comparte: “Recientemente escuché una entrevista con Sabo Romo, exbajista de Caifanes, donde recordaba la canción ‘Oye mi amor’ de Maná y la comparaba con ‘La Negra Tomasa’ de Caifanes, encontrando similitudes entre ambas. La verdad es que deberíamos estar orgullosos de Maná por la forma en que ha llevado la bandera de México y por la historia que ha escrito en el rock, especialmente en Jalisco”, sentencia.

Durante esa misma década, también destacaron bandas como Rostros Ocultos, El Personal, Cráter, y surgió Azul Violeta. 

“Rock en tu Idioma”

Entre los años ochenta y noventa, el movimiento rockero comenzó a mutar y a recibir influencias del extranjero, lo que hizo que las bandas empezaran a sonar de manera diferente. Los principales responsables de esta evolución fueron los movimientos denominados ‘Rock en tu Idioma’ y ‘La Movida Madrileña’, provenientes de Argentina y España, respectivamente. Tavares recuerda esos años con claridad: “En Argentina, se prohibió la música en inglés debido a la Guerra de las Malvinas, lo que dio mucha exposición a las bandas que estaban haciendo música en español, como Soda Stereo, Luis Alberto ‘Flaco’ Spinetta, Charly García y los Enanitos Verdes. Estas bandas comenzaron a sonar en la radio y los medios de comunicación al no poder sonar las bandas inglesas”, enfatiza Tavares. 

En cuanto a España, añade que “estaban saliendo de una Guerra Civil en la que hubo una represión tremenda bajo el régimen franquista, lo que generó un movimiento musical con grandes bandas. Aunque muchas tenían una raíz muy pop, surgieron proyectos notables como La Unión, Nacha Pop y Hombres G, que aportaron frescura al panorama musical”.

Fue en ese contexto que México abrió sus puertas a estas nuevas bandas a través de programas como “Siempre en Domingo”; mientras que las estaciones de radio y las disqueras comenzaron a ver en el “Rock en tu Idioma” un producto atractivo. Así surgieron bandas emblemáticas como Caifanes, Fobia, Neón, Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Los Amantes de Lola, Santa Sabina; y en Guadalajara Cuca y Garigoles lograron trascender.

Maná fue fundada en 1986 en Guadalajara. EL INFORMADOR/Archivo

Tiempos difíciles

Con la llegada del nuevo milenio, el rock enfrentó tiempos difíciles, por un lado porque los medios comenzaron a enfocarse en géneros como el pop y la música electrónica, y por otro debido a la creciente piratería: “En ese momento, los sellos discográficos dejaron de invertir en las bandas. Sin embargo, surgieron proyectos que marcaron una época increíble, Azul Violeta resurgió aunque pasaron injustamente a la historia sin alcanzar el reconocimiento que merecían debido a las circunstancias”, afirma el periodista.

Paralelamente, surgieron plataformas en internet como Myspace, que lograron establecer un vínculo directo con el público, aunque no contaban con el presupuesto necesario para la autogestión. “Las disqueras sabían cómo presentar a las bandas en diferentes estaciones de radio a nivel nacional, lo que les daba una mayor exposición”, explica Tavares. 

De aquella época destacaron bandas como TechnicolorFabrics, Le Butcherettes, Descartes a Kant, Plastiko, Thermo, Disidente y Pito Pérez, ésta última, ganó fama y reconocimiento con sólo dos discos en un período de cuatro años. Sin embargo, Pito Pérez se desintegró poco tiempo después.

“Perdimos una gran banda, pero como en cualquier profesión, el cansancio y la falta de experiencia jugaron un papel importante en su disolución. Es fundamental que los músicos se pregunten para qué realmente están tocando y con qué objetivo crean música. Cuando surgen diferencias dentro de las bandas, estas tienden a separarse, y los proyectos quedan inconclusos”, enfatiza Tavares.

La escena subterránea

En la actualidad, las bandas de rock tapatías con un perfil comercial han disminuido en los grandes escaparates, pero la escena de rock experimental y subterránea sigue viva. “Lo que ha sucedido es que muchas bandas no han dejado de trabajar y siguen presentes, combinando diferentes estilos. Han estado tocando, organizando conciertos y presentando nuevas canciones, lo cual es digno de admiración, ya que se han mantenido en una escena que ha estado reprimida”, comenta Tavares.

La escasez de nuevas bandas de rock se debe a varios factores, entre ellos la falta de apoyo tanto del público como de los medios de comunicación y los organizadores de festivales, asegura el experto. 

“A diferencia de la escena regia, donde siempre que se realiza un festival, una banda local abre a un artista internacional, en Guadalajara tristemente no pasa eso”, reflexiona Tavares.

Como ejemplo, menciona el caso de 2022, cuando Coldplay se presentó en el estadio Akron e invitó a cantar a Fher Olvera de Maná. “La reacción del público fue más de crítica que de celebración por haber invitado al vocalista de la banda mexicana que más discos ha vendido”, comenta.

Guadalajara, alguna vez conocida como la “Capital del Rock”, sigue siendo un semillero de talento emergente, por lo que Tavares sugiere seguir a las nuevas generaciones: “Proyectos como Hop Hop Diablo Funk, que llevan más de diez años trabajando, Babas Tutsipop y Montenegro; Venado Meraki, que orgullosamente pueden llenar un lugar como el C3 Stage; Costa de Ámbar, Virrey o el proyecto de Ladrones, que está respaldado por la familia Alzada, un colectivo que ha impulsado diferentes talentos del hip hop, rap y trap. De ahí salió el fenómeno musical que es Neto Peña. Creo que en la escena hay muchísimo, pero que tenemos que darnos la oportunidad de poder ir descubriendo y no sólo por la recomendación de los algoritmos”, finaliza Juan Tavares.

UNA LEYENDA

Carlos Santana, ícono del rock

Carlos Santana. El músico ha vendido más de 100 millones de álbumes en todo el mundo. AFP/K. Winter

Mención especial merece Carlos Santana, el legendario guitarrista nacido en Autlán de Navarro, Jalisco. Aunque Santana se convirtió en un ícono del rock no sólo en México sino en toda Latinoamérica, su carrera realmente despegó una vez que dejó su tierra natal.

“Es un orgullo de Jalisco, para el mundo; pero, como suele suceder, es difícil que alguien sea profeta en su tierra. Su internacionalización se consolidó cuando emigró, y ahí comenzaron a surgir una serie de éxitos importantes en su carrera”, enfatiza Tavares.

RECINTOS MUSICALES

De la Concha Acústica a El Cronos

Roxy. Tras su cierre en 2005, un proyecto de restauración buscó revivir el espacio en 2019. EL INFORMADOR

Hoy, la capital jalisciense es hogar de algunos de los recintos más prestigiosos del país, como el Auditorio Telmex, la Arena VFG, el Teatro Diana o estadios como el Akron. Este reconocimiento no surgió de la noche a la mañana, es el resultado de un largo recorrido que comenzó en escenarios más modestos.

A mediados del siglo XX, con el aumento de la población y el creciente interés por las manifestaciones culturales, surgió la necesidad de crear espacios dedicados a eventos de gran magnitud. En 1958, se construyó la Concha Acústica, en el Parque Agua Azul, un proyecto del arquitecto austriaco Alejandro Zohn Rosenthal. Este recinto se convirtió en el epicentro cultural de la ciudad, albergando eventos como las Fiestas de Octubre y presentaciones de bandas como El Tri. Aunque las Fiestas de Octubre fueron trasladadas al Auditorio Benito Juárez en 1984, la Concha Acústica vivió su auge durante las décadas de 1980 y 2000.

Por otro lado, el Auditorio Benito Juárez, construido en 1970 por el arquitecto Julio de la Peña Lomelí, tomó el relevo como sede principal de las Fiestas de Octubre. Con una capacidad para más de 10 mil personas, este auditorio se consolidó como un punto de encuentro para los grandes espectáculos en Guadalajara, recibiendo a más de un millón de personas en cada edición de las festividades.

En 2005, se inauguró Calle 2, un espacio multifuncional que se ha mantenido como uno de los foros más activos de la ciudad. En 2022, se transformó el antiguo Teatro Estudio Cavaret, en el actual Guanamor Teatro Studio.

Entre los recintos históricos, destaca el emblemático cine Roxy, ubicado en la calle Mezquitán. Inaugurado en 1937, el Roxy cerró sus puertas como cine en los años 60 y, en 1990, reabrió como Centro Cultural bajo la dirección del promotor Rogelio Flores. Durante los siguientes 15 años, fue escenario de más de mil espectáculos, con bandas como Mano Negra, Café Tacvba, y Caifanes. 

Aunque el Roxy cerró definitivamente en 2005, su legado perdura. En 2019, un proyecto de restauración buscó revivirlo como Sala Roxy, un espacio dedicado a la cultura urbana. Aunque la pandemia detuvo el proyecto, el Roxy abrió nuevamente sus puertas en junio de este año, manteniendo viva la esperanza de continuar siendo un punto de encuentro para la cultura en la ciudad.

Cabe señalar que en la ciudad existen otros foros más underground, como: el Auditorio del Ferrocarrilero, el casino del Panadero, El Clavo, El Cronos, La Peña Cuicacalli, la Mancha, el Calipso, la Borrasca, la Zona, el Foro Jim Morrison y el Sindicato.

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