Internacional

Trump inicia segundo mandato; promete “era dorada”

Con un sello radicalmente opuesto al de los demócratas, el magnate asume la presidencia y firma sus primeras 200 órdenes ejecutivas  

Firme, provocadora y mesiánica. Esa fue la rúbrica que impuso en su discurso el republicano Donald Trump al asumir por segunda ocasión la presidencia de Estados Unidos.

Aseguró que la“edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo”, en una toma de posesión que estuvo rodeada de multimillonarios y dueños de las principales plataformas de redes sociales. Y frente a ellos y sus rivales demócratas, a quienes no dudó en criticar aún teniéndolos al lado, sostuvo que “terminó el declive” de ese país, y fue a más al asegurar que el 20 de enero de 2025 es “el día de la liberación”. 

“Desde este día, nuestro país florecerá y será respetado nuevamente en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones y no permitiremos que sigan aprovechándose de nosotros nunca más. Cada día de la Administración Trump pondré a Estados Unidos primero, a ustedes”, declaró.

Sin ánimos de cambio en su discurso confrontativo, Trump dijo que su primera acción sería declarar emergencia nacional en la frontera sur, que los cárteles de la droga mexicanos serán considerados terroristas e insistió en su idea de cambiar el nombre al Golfo de México por Golfo de América. 

“Estados Unidos será pronto más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca antes”, aseveró segundos después de declarar una emergencia energética para extraer más petróleo del subsuelo, echar por la borda la política de vehículos eléctricos e  insistir con un mejor trato con el Canal de Panamá, país que se ha opuesto determinantemente a que se insista con esa medida.

Dijo que se negará la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio estadounidense; es decir, modificar la interpretación constitucional que establece que toda persona nacida en suelo estadounidense obtiene automáticamente la nacionalidad, independientemente del estatus migratorio de sus padres.

Jeff Bezos (fundador de Amazon) y Sundar Pichai (CEO de Google), dos de los empresarios más ricos del mundo y que apoyaron al republicano. EFE/S. Thew

También recordó el intento de asesinato que sufrió el año pasado durante la campaña electoral y aseguró que Dios lo salvó. “Sentí entonces, y lo creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Fui salvado para hacer grande de nueva cuenta a Estados Unidos”, declaró.

Por cierto, previo a dejar el cargo, Joe Biden indultó al médico Anthony Fauci, al general retirado Mark Milley y a los miembros de la comisión de la Cámara de Representantes que investigó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, ejerciendo los extraordinarios poderes de su cargo para protegerlos de una posible “venganza” por parte del gobierno entrante.

Francisco Aceves González, doctor en Ciencias Sociales e investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), expuso que el discurso de Donald Trump confirmó sus tintes populistas y lo colocó como un “mesías”, pues “por una parte empezó diciendo que Estados Unidos ha sido un desastre, pero que éste va renacer a partir de su llegada”.

El analista internacional y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Rodrigo Aguilar, explicó que el mensaje de Trump expuso claramente cuáles serán las áreas de preocupación para México: migración, aranceles y comercio. 

Concluyó que debe ponerse atención a las políticas intevencionistas que podrían haber detrás de haber declarado a los cárteles como “organizaciones terroristas internacionales”.

"Pero en sí, la amenaza más importante y más directa hacia un País fue la que hizo contra Panamá. Dedicó un gran tiempo de su discurso para hablar del canal de Panamá, de cómo 30 mil americanos se murieron construyéndolo, cómo fue un mal acuerdo entre Estados Unidos y Panamá en ese momento, y cómo China se está beneficiando de algo que construyó Estados Unidos. Entonces, en particular, no hay que obviar el tema del Canal de Panamá, me parece algo muy estratégico para fines políticos y comerciales de Estados Unidos, y me parece que el que en su discurso lo mencione de manera inmediata y prioritaria significa que vienen cambios muy importantes en ese particular País.

Por otra parte, el internacionalista destacó que si bien en el tema político habrá pendientes por resolver, es favorable el que a las cenas de gala y reuniones previas con el presidente y sus allegados asistieran grandes empresarios de alto renombre en México, como los Slim, empresarios de Grupo Salinas e incluso, Altagracia Gómez Sierra, además de una gran delegación de empresarios regiomontanos.

"Esto creo que es buena señal. Llevo cuatro tomas de protestas presidenciales (de EU) y esta es la primera vez que veo tantos asistentes respecto al sector del privado, con muy buen nivel. Esto es de destacarse como un elemento esperanzador, es un motivo de estar relativamente optimistas en el tema comercial y de negocios entre México y Estados Unidos", afirmó Aguilar Benignos, quien estuvo asistiendo a dichas reuniones.

Donald Trump en el instante en el que jura nuevamente el cargo de presidente de los Estados Unidos. A su lado, su esposa Melania sostiene dos biblias. EFE/M. Gash

“Nada se interpondrá en nuestro camino”

Empresario y político quizás sean las facetas mejor conocidas de Donald Trump, pero tiene una más que sin desempeñarla profesionalmente, la suele desplegar con maestría: actor.

Experto en encender a las masas, polarizar y endulzar el oído a sus votantes, Trump desplegó ayer todas sus cualidades histriónicas, con las que aderezó las primeras horas de una presidencia que promete ser trepidante, tanto por su carácter como por las acciones que planea emprender.

Ayer, en cuanto tomó el micrófono en la toma de posesión en el Capitolio, comenzó a desplegar la doctrina que imprimirá en su administración, que podría resumirse en tres palabras: “Estados Unidos primero”.

Con gesto adusto al principio, recordó en su discurso el evento que para muchos le ayudó a catapultar su campaña por los cielos: “Hace unos meses, en un bonito mitin de Butler (Pensilvania), un grupo de asesinos me perforó la oreja. Pero mi vida se salvó por algo: Dios me salvó para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”.

Este impulso divino lo llevó a una arrolladora victoria en las elecciones de la Unión Americana e incluso a obtener la mayoría en las cámaras legislativas. Con todo ese poder, Trump ya comenzó a apuntar sus misiles, verbales y reales a sus principales objetivos, México entre ellos.

Sin mencionar a nuestro país, la alusión fue clara cuando dijo que “se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”. También firmó una orden ejecutiva para designar a los cárteles de la droga de nuestro país como organizaciones terroristas, abriendo la puerta a una intervención más directa en cuestiones de seguridad en suelo mexicano.

Confirmó además su intención de cambiarle el nombre al Golfo de México por el de Golfo de América.

Votantes del republicano siguieron la ceremonia con entusiasmo. EFE/A. Colmenares

No dejó de lado el asunto del Canal de Panamá, recuperando la amenaza de retomar su control: “A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente de ninguna manera, y eso incluye a la Marina de Estados Unidos. Además, China está operando el Canal de Panamá. Y nosotros no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo”.

Bajo la lluvia de aplausos de sus fieles, giró su discurso hacia la política interna: Anunció el abandono del Acuerdo de París para limitar el calentamiento global y advirtió que volverán las perforaciones petroleras, incluso en áreas naturales protegidas. “Estamos parados sobre millones de barriles de petróleo, no veo necesidad de comprarlo en el extranjero”.

Si poner orden en la Tierra no fue suficiente, Trump también anunció su intención de hacerlo en el cosmos: “Perseguiremos nuestro destino manifiesto hacia las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar la bandera de las barras y estrellas en el planeta Marte”.

El anunció de intentar llegar a Marte se vio oscurecido por el inicio de la declaración al usar la expresión “destino manifiesto”, una doctrina del siglo XIX con la que los Estados Unidos creían tener derecho a imponer su hegemonía a lo largo del continente.

Buen conocedor de la historia expansionista de su país, Trump sonrió al final de su discurso y dejó claro que ningún enunciado o palabra fue colocada al azar. Como buen actor, supo cerrar con una frase demoledora: “Nada se interpondrá en nuestro camino porque somos estadounidenses y nuestra edad dorada acaba de comenzar. Dios bendiga a Estados Unidos”.

Y así comienza el día uno de los cuatro años que tendrá el mandato de Donald Trump.

Habitantes de Los Ángeles recibieron a Trump con una marcha. EFE/C. Brehman

LA VOZ DEL EXPERTO

México no puede vivir en sumisión

Marcos del Rosario Rodríguez, Politólogo y académico del ITESO.

El politógolo y académico del ITESO, Marcos del Rosario Rodríguez, consideró que el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos será para las autoridades mexicanas un reto a vencer. 

Recordó que en este tiempo el Gobierno mexicano se sometió, principalmente, a las peticiones de Trump en materia de detención de migrantes en el sur del país, trasladando la posibilidad de construir un muro físico entre México y EU, a un muro de detención que en sentido figurado. 

“No fue necesaria una muralla física como lo había prometido Trump, sino que el muro fue precisamente los cientos de destacamentos militares que el Estado mexicano dispuso, tanto la frontera sur como norte, para contener la oleada de migrantes”. 

Por otra parte, existe un riesgo latente sobre las acciones que pueda tomar en materia de seguridad, considerando que ha designado a los cárteles como “grupos terroristas internacionales”, representando incluso la posibilidad de intervenir en territorio mexicano. 

LA VOZ DEL EXPERTO

Discurso populista y mesiánico

Francisco Aceves González, doctor en Ciencias Sociales e investigador de la UdeG.

Para Francisco Aceves González, doctor en Ciencias Sociales y coordinador del doctorado en Ciencia Política, el discurso de Donald Trump confirmó sus tintes populistas y lo colocó como un mesías, clave que lo reafirma en este tipo de gobiernos.

“Habla del caso de la declaratoria de la emergencia migratoria en su frontera sur, pero dice ‘no se preocupen, esto ya se va a acabar y vamos a tomar una serie de decisiones para hacerlo’, esto dejó de ser una promesa de campaña, una bravata, para convertirse en decretos a ejecutar”.

Destacó que el que la toma de protesta se llevó a cabo dentro del Capitolio y no fuera de este “bajo la excusa del clima” dio a este evento un toque de solemnidad muy fuerte, que más de un acto político representaba incluso un ritual de coronación, como ocurría en las monarquías, y que le da también ese sentido de poder.

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