Tecnología

Supervivencia en la corteza oceánica, pistas para hallar vida fuera de la Tierra

Investigadores afirman que ecosistemas microbianos en el subsuelo podrían ofrecer nuevos datos sobre los orígenes de la vida en la Tierra

CIUDAD DE MÉXICO (18/MAR/2013).- Los diversos proyectos espaciales en busca de vida fuera de la Tierra no necesariamente desvían la atención de investigadores que se obsesionan en encontrar otras manifestaciones de supervivencia en nuestro propio planeta, al grado de plantear nuevas teorías sobre el origen de la vida. De alguna manera podrían preguntar: ¿para qué ir tan lejos si aún falta mucho por conocer en nuestra propia casa?

Investigadores del laboratorio geofísico Deep Carbon Observatory, del Instituto de Carnegie, afirman en un artículo difundido por la revista Science que ecosistemas microbianos en el subsuelo podrían ofrecer nuevos datos sobre los orígenes de la vida en la Tierra. Plantean que estos ambientes subterráneos habrían funcionado como laboratorios para el desarrollo de la vida.

Esto significaría que organismos presentes en la corteza oceánica y capas sedimentarias posiblemente desempeñaron un papel clave en la diversidad de microbios, debido a que en esos espacios existe lo necesario para que exista vida terrestre, como lo son las moléculas ricas en carbono, agua y energía.

“Podemos encontrar formas de vida totalmente nuevas al alcanzar mayores profundidades, mayores temperaturas y presiones. Muy posiblemente la vida en las profundidades no utiliza el ADN y las proteínas de la forma en que lo hacen las células normales”, señaló John Baross, profesor de la Universidad de Washington, en Seattle.

Resulta interesante explorar estas manifestaciones de vida, pues la corteza oceánica representa 60% de la superficie terrestres y las probabilidades de hallar otras formas de vida son múltiples.

Incluso, esta supervivencia de microorganismos en condiciones extremas aumenta considerablemente la esperanza de encontrar nuevas formas de vida en otros planetas, debido a que los microorganismos hallados en la corteza oceánica pertenecen a un ecosistema que se basa en la quimiosíntesis –obteniendo energía de las reacciones químicas del agua con las rocas– y no en la fotosíntesis –a través de la energía solar.

Sinembargo.mx
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