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Shanghái reduce sus emisiones de carbonoso en 830 mil toneladas

La cifra de reducción equivale al consumo de 350 millones de litros de gasolina

SHANGHÁI, CHINA (06/MAY/2011).- Shanghái, la capital económica de China, que alcanzó esta semana durante varios días seguidos los niveles de contaminación más altos de su historia, asegura que redujo sus emisiones de carbono en 830 mil toneladas durante los seis meses que duró la Exposición Universal de 2010.

Estas cifras, anunciadas hoy por la agencia oficial Xinhua, y que equivalen al consumo de 350 millones de litros de gasolina, contrastan con la actual contaminación de Shanghái, que el pasado lunes superó en 300 puntos del baremo chino de "muy contaminado".

La polución se triplicó de la noche a la mañana un día después del cierre de la Expo, el 31 de octubre, y siguió aumentando aún más hasta su récord histórico del pasado lunes.

La reducción de contaminantes, que se aplicó durante los seis meses que duró el evento, entre mayo y octubre pasados, dio lugar a muchos días de espectaculares cielos azules, memorables en una ciudad donde una constante neblina cargada de polución difumina los volúmenes y los colores durante gran parte del año.

Los esfuerzos por mostrar al mundo la mejor cara posible de Shanghái durante la Expo fomentaron el uso de transportes limpios, por lo que, de los 73 millones de visitantes que atrajo el evento, el 94 por ciento se desplazaron en transporte público o bicicleta.

Estos datos aparecen en un informe presentado hoy por la Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái, la Oficina de Coordinación de la Expo 2010 y la ONG Fondo para la Defensa Medioambiental (EDF, en inglés), que aseguran que el 98 por ciento de los shanghaineses encuestados conoce la idea de "desplazamiento verde" que promueven.

Durante la Expo, Shanghái prohibió también las obras de construcción en el centro de la ciudad, así como la circulación de camiones altamente contaminantes y las quemas agrícolas en los suburbios rurales, pero desde el 1 de noviembre la metrópoli oriental parece volcada en recuperar el tiempo perdido.

Aunque la situación ha mejorado desde ayer, la espesa neblina habitual sigue envolviendo los más de 15 mil rascacielos de la ciudad, cuyos habitantes sufren tos seca, irritación de ojos, dificultades para respirar y fatiga, aunque están habituados a pasar períodos de fuerte contaminación cada cierto tiempo.

Esta semana Shanghái superó durante dos días el máximo de 500 puntos de la escala china, que es más suave que los estándares internacionales, y según la cual la ciudad tuvo sólo 29 días de contaminación en 2010, "incluidos dos seriamente contaminados", asegura hoy con afán propagandístico el diario "Shanghai Daily".

El sistema de medición chino establece varias clasificaciones: de 50 puntos o menos (calidad del aire "excelente"), de 50 a 100 puntos ("buena", aunque para ese mismo rango las autoridades de Hong Kong advierten de riesgo a largo plazo), más de 100 puntos ("aire contaminado") y más de 200 puntos ("muy contaminado").

Cuando se superan los 300 puntos ("peligroso"), lo que ocurrió desde el mismo día después de la Expo, "incluso la gente sana es propensa a experimentar una resistencia reducida durante actividades físicas y a sufrir fuertes irritaciones y otros síntomas", indicaba en diciembre pasado la prensa oficial de la ciudad.

Como en otras ocasiones de alta contaminación, las autoridades locales culparon de la situación a supuestas tormentas de arena llegadas desde el norte del país.
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