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Serbia presenta su Ciudad del Diablo al concurso Maravillas Naturales

Djavolja Varos está situado en el monte Radan, al sur de Serbia, a una altura de 700 metros sobre el nivel del mar, y consiste en dos fenómenos poco comunes en el mundo

Belgrado.- Serbia está convencida de que el conjunto natural de Djavolja Varos (Ciudad del Diablo) será elegido una de las "Siete Maravillas Naturales" del mundo, gracias a su peculiaridad y a su belleza cargada de misterio, que atrae también cada vez más a los artistas en busca de inspiración.

Apenas cuando se ha convertido en candidata a convertirse en una de las maravillas naturales, ese monumento natural, protegido por el Estado, empieza a atraer a los serbios, que hasta la fecha desconocían en gran medida la existencia de un fenómeno que compite ahora con las cataratas del Niágara, el Amazonas o el Everest.

Esta iniciativa ha sido impulsada por la fundación Siete Nuevas Maravillas y en ella pueden participar lugares o monumentos naturales que no hayan sido creados o significativamente alterados por el ser humano.

Djavolja Varos está situado en el monte Radan, al sur de Serbia, a una altura de 700 metros sobre el nivel del mar, y consiste en dos fenómenos poco comunes en el mundo.

Uno es un conjunto de 202 figuras de tierra, formadas durante siglos por efecto de la erosión, y con forma de pirámides, torres o de cuerpos humanos

Estas curiosas estructuras tienen una altura de entre dos y quince metros, unos tres metros de ancho en su base y entre sólo 20 y 30 centímetros en su pico, y están coronadas con unos remates de andesita, que suelen pesar cientos de kilos.

Las extrañas figuras, que parecen desafiar a las leyes de la gravedad, están agrupadas en los cañones del Diablo y del Infierno, que deben su siniestro nombre, al igual que Djavolja Varos, al ambiente poco acogedor y de misterio que los rodea y al miedo que infunde el aspecto de este paisaje.

Según una de las numerosas leyendas locales, estas composiciones son las figuras petrificadas de los invitados que se aprestaban a participar en la boda de dos hermanos, que iban a contraer matrimonio por orden del diablo.

Los dos grupos de figuras están separados por otra rareza natural, dos manantiales de los que fluyen sendos riachuelos de un color rojo intenso, debido a la acumulación de minerales.

El encanto de este prodigio paisajístico es tal que es motivo de inspiración artística.

El Centro belgradense de Artes Modernas "Strategie Art" albergó recientemente una exposición de obras de siete escultores y pintores serbios inspirados en el fenómeno natural de Djavolja Varos.

Según explicó a Efe Tatjana Tepavcevic, responsable de la galería, en las proximidades del conjunto natural se organizan varias veces al año colonias artísticas.

La exposición de los escultores de la asociación K9 en Belgrado es también una de la actividades del Gobierno y de otras organizaciones en apoyo a la candidatura de Djavolja Varos como maravilla de la naturaleza.

Para ello, se ha creado una página web (www.djavoljavaros.com) en la que se informa de este fenómeno y se anima a votar por él en el concurso para seleccionar a las "Siete Maravillas Naturales".

El plazo de votaciones, en la dirección de internet (www.natural7wonders.com), concluye el próximo 31 de diciembre.

El objetivo de Serbia es que Djavolja Varos se encuentre en la lista de las primeras 21 maravillas naturales, que se dará a conocer el próximo año, y entre las que serán elegidas en 2010 las siete finalistas.

Los serbios se ven alentados por el hecho de que, desde que empezó la competición, el año pasado, su candidata se ha encontrado en varias ocasiones en el primer lugar entre unos 170 aspirantes.

El pasado año, en la primera edición de este concurso, se seleccionaron como las "Siete Maravillas Naturales" a la Gran Muralla China, la ciudad de Petra (Jordania), el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), las ruinas del Machu Picchu (Perú), el Coliseo romano (Italia), el Taj Majal (India) y la pirámide de Chitchén Itzá (México).
EFE 19-04-08 ERL.

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