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Recuperan gran parte de la osamenta de un mamut en Tultepec
El animal, de tres metros de altura y que vivió hace 13 mil años, fue descubierto en diciembre pasado
mamut, presuntamente un adulto joven, de unos 20 a 25 años de edad, tres metros de altura y que vivió hace 13 mil años aproximadamente, el cual fue descubierto en diciembre pasado durante la construcción de un drenaje en la localidad de San Antonio Xahuento, en Tultepec, Estado de México.
A una profundidad de dos metros y medio por debajo de la superficie de la calle La Saucera, en el municipio mexiquense de Tultepec, la osamenta del mamut yace desordenada y Luis Córdoba Barradas, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien dirige los trabajos de recuperación de los restos óseos, indicó en un comunicado del INAH que la posición de los huesos muestra que el ejemplar pudo haber sido parcialmente destazado por un grupo humano.
La disposición en que fueron hallados más de 10 costillas, húmeros, fíbulas, un fémur, escápulas, cúbitos, radios, así como una decena de vértebras, indica que posiblemente el animal sufrió el mismo destino que otros de su especie: se quedaban atascados en el fango por su gran peso y finalmente eran destazados por el hombre y otros depredadores.
Entre los 60 huesos encontrados a tres semanas de haber comenzado los trabajos de salvamento arqueológico, sobresalen algunas partes de grandes dimensiones que conservan su relación anatómica, como el cráneo y la pelvis.
A través del análisis estratigráfico, el investigador Luis Córdoba estableció que el mamífero perteneció al periodo final del Pleistoceno (hace 14 mil-12 mil años).
Los trabajos de excavación muestran en las capas más superficiales rellenos modernos de escombro y basalto, luego reminiscencias de suelos agrícolas y sequías, más abajo ceniza volcánica de erupciones ocurridas hace 12 mil 900 años, y después limos verdosos que indican fondos de pantano, en esta última capa se encontró la mayor parte de la osamenta que tiene buenas condiciones de conservación gracias a los sedimentos del subsuelo que influyeron en su preservación.
En el extremo norte de la excavación se ubica el cráneo del mamut, al que están unidos las defensas y un molar superior perfectamente visible dado que la cabeza está en posición invertida.
De acuerdo con el especialista, “era un adulto joven, posiblemente de 20 a 25 años de edad, que pudo haber medido tres metros de altura, es decir, que tenía gran tamaño porque sus defensas miden 1.30 metros de largo y casi 18 centímetros de diámetro”.
Junto al cráneo, aparece el atlas (primera vértebra cervical), después los componentes óseos de una pata trasera con su muñeca y falanges (lo cual hace suponer que fue cortada y movida en bloque), y cerca está un fémur.
En el centro de la excavación se encuentra la pelvis, que es el hueso más grande, después las costillas y las vértebras, la mayoría fracturadas. Asimismo, se pueden ver dos escápulas, y en la orilla sur, huesos de otra de las patas: cúbitos, radios y un húmero.
Los hallazgos de megafauna en últimas fechas en el Estado de México, están vinculados a la existencia de numerosos y poco profundos lagos en esa región. Tultepec pertenecía a una zona que en la era pleistocénica se dividía en tres lagos durante las sequías: el de Ecatepec, el de Xaltocan y el de Zumpango, los cuales se unían en un solo cuerpo de agua, muy extenso, en los periodos de lluvias.
La ubicación de San Antonio Xahuento, y en particular la calle La Saucera donde el mamut fue hallado, corresponde a la orilla occidental del remoto lago de Xaltocan, terreno donde quedaban varadas grandes especies cuando bajaba el agua.
Las tareas de salvamento arqueológico, que se realizan con procedimientos que garantizan la estabilidad de los restos óseos, iniciaron el 25 de abril y se prevé terminen en 20 días aproximadamente.
CIUDAD DE MÉXICO (17/MAY/2016).- El INAH recupera gran parte de la osamenta de un
A una profundidad de dos metros y medio por debajo de la superficie de la calle La Saucera, en el municipio mexiquense de Tultepec, la osamenta del mamut yace desordenada y Luis Córdoba Barradas, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien dirige los trabajos de recuperación de los restos óseos, indicó en un comunicado del INAH que la posición de los huesos muestra que el ejemplar pudo haber sido parcialmente destazado por un grupo humano.
La disposición en que fueron hallados más de 10 costillas, húmeros, fíbulas, un fémur, escápulas, cúbitos, radios, así como una decena de vértebras, indica que posiblemente el animal sufrió el mismo destino que otros de su especie: se quedaban atascados en el fango por su gran peso y finalmente eran destazados por el hombre y otros depredadores.
Entre los 60 huesos encontrados a tres semanas de haber comenzado los trabajos de salvamento arqueológico, sobresalen algunas partes de grandes dimensiones que conservan su relación anatómica, como el cráneo y la pelvis.
A través del análisis estratigráfico, el investigador Luis Córdoba estableció que el mamífero perteneció al periodo final del Pleistoceno (hace 14 mil-12 mil años).
Los trabajos de excavación muestran en las capas más superficiales rellenos modernos de escombro y basalto, luego reminiscencias de suelos agrícolas y sequías, más abajo ceniza volcánica de erupciones ocurridas hace 12 mil 900 años, y después limos verdosos que indican fondos de pantano, en esta última capa se encontró la mayor parte de la osamenta que tiene buenas condiciones de conservación gracias a los sedimentos del subsuelo que influyeron en su preservación.
En el extremo norte de la excavación se ubica el cráneo del mamut, al que están unidos las defensas y un molar superior perfectamente visible dado que la cabeza está en posición invertida.
De acuerdo con el especialista, “era un adulto joven, posiblemente de 20 a 25 años de edad, que pudo haber medido tres metros de altura, es decir, que tenía gran tamaño porque sus defensas miden 1.30 metros de largo y casi 18 centímetros de diámetro”.
Junto al cráneo, aparece el atlas (primera vértebra cervical), después los componentes óseos de una pata trasera con su muñeca y falanges (lo cual hace suponer que fue cortada y movida en bloque), y cerca está un fémur.
En el centro de la excavación se encuentra la pelvis, que es el hueso más grande, después las costillas y las vértebras, la mayoría fracturadas. Asimismo, se pueden ver dos escápulas, y en la orilla sur, huesos de otra de las patas: cúbitos, radios y un húmero.
Los hallazgos de megafauna en últimas fechas en el Estado de México, están vinculados a la existencia de numerosos y poco profundos lagos en esa región. Tultepec pertenecía a una zona que en la era pleistocénica se dividía en tres lagos durante las sequías: el de Ecatepec, el de Xaltocan y el de Zumpango, los cuales se unían en un solo cuerpo de agua, muy extenso, en los periodos de lluvias.
La ubicación de San Antonio Xahuento, y en particular la calle La Saucera donde el mamut fue hallado, corresponde a la orilla occidental del remoto lago de Xaltocan, terreno donde quedaban varadas grandes especies cuando bajaba el agua.
Las tareas de salvamento arqueológico, que se realizan con procedimientos que garantizan la estabilidad de los restos óseos, iniciaron el 25 de abril y se prevé terminen en 20 días aproximadamente.
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