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Quedan muchos puntos por definir sobre el acuerdo del cambio climático

El nuevo acuerdo debe reemplazar al Protocolo de Kioto, firmado en 1997

BONN, ALEMANIA.- La comunidad internacional tiene todavía que definir un gran número de cuestiones antes de alcanzar un nuevo acuerdo sobre la lucha contra el cambio climático, que debería estar listo para ser adoptado en diciembre durante una conferencia bajo la égida de la ONU en Copenhague.

El viernes terminó en Bonn (oeste de Alemania) la segunda ronda de negociaciones, de 12 días, del futuro acuerdo climático de Copenhague, con numerosas propuestas, pero sin las principales cifras, por lo que de aquí a diciembre queda por hacer un trabajo de titanes.

El nuevo acuerdo, que debe reemplazar al Protocolo de Kioto, firmado en 1997 y que expira en 2012, debe ser adoptado a finales de 2009 para dejar a todos los países el tiempo necesario para su ratifiación antes de que los objetivos de Kioto lleguen a su fin, evitando un vacío que podría tener graves consecuencias para lucha contra el calentamiento.

Antes de diciembre, están programadas tres nuevas sesiones de negociación, organizadas por Naciones Unidas, en agosto, septiembre y noviembre.

En la ronda de junio, los delegados de los 192 Estados miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) trabajaron en base a un texto, que de las 50 páginas iniciales pasó a cerca de 250, pero sin hacer avances decisivos.

"Se constata una falta de ambición y de voluntad política", considera Alden Meyer, director de la Unión de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists), con sede en Washington.

El desafío consiste en inventar un nuevo régimen multilateral de lucha contra el calentamiento del planeta, que integre a Estados Unidos -que nunca ratificó Kioto- junto a los países miembros de este Protocolo y que confiera nuevas objetivos a las grandes economías emergentes, que pese a ser grandes emisores de gases de efecto invernadero estaban dispensadas por Kioto de recortes obligatorios.

La negociación transcurre por dos vías. Una, entre los 184 países firmantes del Protocolo de Kioto -es decir, sin Estados Unidos- y la otra, en el marco de la Convención. Nadie sabe por el momento si los dos acabarán por encontrarse y de ser así, cuándo.

"Asistiremos a un concurso de lentitud entre las dos", considera Brice Lalonde, embajador de Francia para el Clima.

Según Lalonde, los 37 países industrializados miembros de Kioto, de los que se espera que aumenten sus compromisos de reducción de emisiones, esperan a ver qué decide el otro grupo y en particular los dos mayores contaminadores del mundo, Estados Unidos y China.

Y viceversa. Los científicos consideran que, para limitar el calentamiento a un nivel razonable, antes de 2050 habrá que dividir por dos las emisiones mundiales respecto a su nivel de 1990. Pero, a excepción de la Unión Europea, los primeros planes nacionales anunciados por algunos países están muy lejos de ese objetivo común.

La obsesión por la cifras oculta sin embargo otras cuestiones pendientes: la duración del nuevo periodo de compromisos, la financiación del futuro régimen, el control y las sanciones en caso de infracción y la forma jurídica del nuevo acuerdo.

Sobre la financiación, es indispensable decidir recursos "suficientes, estable y previsibles", insiste el secretario ejecutivo de la Convención, Yvo de Boer, defendiendo las reivindicaciones de los países en vías de desarrollo.

"Si no logran preparar antes de Copenhague una arquitectura sólida en este punto y en el de las sanciones ¿cómo van a realizar la negociación en 15 días?", se pregunta Benoit Faracco, experto climático de la fundación francesa Nicolas Hulot
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