Prohíben delfines en cautiverio en la Ciudad de México
La ALDF veta en la capital actividades de investigación científica, exhibición, entretenimiento y terapia con delfines
CIUDAD DE MÉXICO (4/AGO/2017).- Se sabe que los delfines son capturados en su vida natural para involucrarlos en espectáculos o para realizar terapias. Sin embargo, desde el primero de agosto, la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México aprobó una serie de reformas para prohibir los delfinarios en la capital, así como otras actividades donde se les involucre como adiestramiento, investigación científica, entrenamiento, exhibición, manejo, entretenimiento y terapia.
Pero, ¿qué pasará con ellos? Existe un dilema sobre si es correcto regresar a estos animales a su hábitat natural o protegerlos en cautiverio. Richard O'Barry es especialista en mamíferos marinos de DolphinProject.com y realizó un protocolo a seguir para la rehabilitación y liberación de los delfines nariz de botella.
En el documento, afirma que existen criterios generales que deben tomarse en cuenta para realizar este procedimiento y ayudar a los cetáceos que se encuentran en cautiverio a reintegrarse a la vida animal.
Es importante señalar que al igual que los humanos, cada delfín es distinto y reaccionan de manera diferente, por lo que no todos podrán readaptarse al entorno del que provenían.
Existen varios factores que deben considerarse para que el delfín sea candidato a ser liberado, por ejemplo, su estado de salud y condición física, capacidad de uso de su sonar, la habilidad que tengan para conseguir su comida y sobre todo, si podrán defenderse ante la presencia de depredadores.
La gran mayoría de los delfines que fueron capturados, son candidatos para regresar al mundo silvestre. La delfín Chunsam es un caso de éxito en Corea del Sur, ya que tras varios años de cautividad, sus cuidadores la liberaron e inmediatamente se integró con su manada original.
Un sistema de liberación bien estructurado es necesario para ayudar a estos cetáceos a adaptarse nuevamente a la vida en la naturaleza
Al momento de analizar la situación, se debe identificar cómo es el cetáceo en su hábitat para reconocer los comportamientos propios y los aprendidos en cautiverio.
Acciones como aplausos o nados en forma de círculo son actitudes enseñadas y muchas veces impuestas a estos mamíferos, en ciertas ocasiones, no es posible erradicarlas.
O´Barry comenta que cuando reúne a un equipo para la rehabilitación les comenta que "nuestra tarea principal es recargar al delfín. Cunando éste es capturado, les cuento, pierde su poder. (...) Entonces depende de nosotros devolverle ese poder".
¿Se debe regresar a estos animales al lugar preciso donde fueron capturados? Esto sería lo deseado, sin embargo, no siempre es necesario. Hay veces en donde sus lugares de origen cambiaron ya sea por contaminación o escaseo de comida, es por ello que se debe realizar una averiguación previa para determinar si esto es obligatorio.
Asimismo, es importante que aprendan a cazar peces vivos sin la ayuda de nadie para poder sobrevivir. Al final, las personas encargadas de este proceso decidirán si el delfín está listo para vivir completamente en el hábitat natural.
Es posible que, al dejarlo solo, pueda establecer un nuevo hogar y vivir naturalmente; también sucede que no llegan a relacionarse y se quedan solos por el resto de sus días. No obstante, algunos no corren con la misma suerte y no son liberados porque el daño que les causaron, fue más grande de lo que se esperaba.