Tecnología
Primer ministro de Japón inspecciona Fukushima
El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, se desplazó hoy a la maltrecha central de Fukushima, epicentro de la crisis nuclear
Durante su visita, Noda revisó las labores de desmantelamiento del reactor número 4 de la planta, gravemente dañado tras el terremoto y posterior tsunami que arrasó el noreste del país el 11 de marzo del año pasado.
En su segunda visita a la central como primer ministro nipón, Noda además comprobó los avances en los trabajos preparatorios para la retirada del combustible gastado en la piscina del reactor, que en el momento del tsunami se encontraba detenido por mantenimiento y cuyo proceso se estima esté completado para finales de 2013.
Al inicio de la crisis nuclear, una explosión de hidrógeno destruyó el tejado sobre la piscina, situada en la quinta planta del edificio del reactor 4, que contiene mil 331 unidades de combustible gastado y 204 sin usar, según la operadora de la planta, TEPCO.
Antes de visitar la central, Noda se reunió con la policía encargada de patrullar la zona de evacuación de 20 kilómetros decretada en torno a la planta debido a la alta radiación, a los que les animó a jugar "un papel importante para garantizar la seguridad y apoyar a los residentes".
Además, Noda acudió al centro deportivo J-Village, reconvertido en campamento base para los operarios de la planta, e intercambió unas palabras con ocho de los trabajadores de la central de Fukushima que lucharon por contener la crisis momentos después de producirse la tragedia.
"Como ciudadano japonés, quiero expresar mi gratitud por vuestros esfuerzos para contener la crisis a pesar del peligro y en condiciones muy duras", aseguró Noda en unas declaraciones recogidas por Kyodo.
Se trata de la quinta visita que Noda realiza a la provincia de Fukushima, en donde se encuentra la accidentada planta, desde que accedió al cargo en septiembre de 2011.
La crisis nuclear en Fukushima, la peor desde Chernóbil en 1986, ha provocado pérdidas millonarias en la agricultura, la ganadería o la pesca del país y cerca de 52 mil desplazados.
En total, cerca de tres mil personas trabajan en las instalaciones de Fukushima Daiichi para poder retirar el combustible dañado y desmantelar las unidades afectadas, un proceso que según los expertos puede llevar unas cuatro décadas.
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