Tecnología
Premio Nobel cree lento el desarrollo de la célula sintética
Hamilton Smith consideró que las aplicaciones científicas de la primera célula sintética irán ''muy despacio''
Smith hizo estas declaraciones en una entrevista concedida con motivo de su participación como jurado de los Premios Rey Jaime I, que se fallan mañana y que reconocen la labor de los mejores investigadores de España en diferentes ámbitos.
Este biólogo molecular, que recibió el Nobel en 1978 junto a Werner Arber por el descubrimiento de las enzimas de restricción y su aplicación en genética molecular, es miembro del Consejo Asesor del Venter Institute, que logró la secuencia del genoma humano.
Esta institución anunció el pasado mes de mayo la producción de una célula controlada por ADN elaborado por el ser humano, un paso que acerca la ciencia a la creación de vida artificial.
"Estoy sorprendido, parece que el mundo lo ha aceptado bastante bien en general, incluso la Iglesia católica", reconoció Smith al comentar la repercusión científica, mediática y ética que ha tenido este descubrimiento, sobre cuyas aplicaciones prácticas "aún es muy pronto" poder aventurar su "enorme potencial".
No obstante, avanzó algunas de esas aplicaciones, como la posible creación de nuevos fármacos y vacunas para enfermedades ahora incurables, y de combustibles biológicos y alimentos tratados con ingeniería genética.
Smith (Nueva York, 1931), quien colabora con Venter desde hace quince años, recordó cómo hace doce años comenzaron en la empresa Celera a desarrollar la idea de producir esa célula sintética, antes incluso de la consecución de la secuencia del genoma humano, anunciada en 2003.
Sobre Craig Venter, aseguró que es "uno de los científicos más importantes del mundo", con "méritos suficientes" para recibir un Premio Nobel.
"Ha trabajado muy duro", insistió Smith, quien recordó, además, su actual proyecto transoceánico de recogida de nuevas muestras de lo que espera en denominar "bibliotecas de genes del planeta Tierra".
En cuanto a la crisis económica mundial, Smith se mostró convencido de que también afectará negativamente a la investigación científica mundial, aunque apuntó que en Estados Unidos existe la creencia de que "una de las maneras más efectivas para salir de esa crisis es, precisamente, seguir investigando".
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