Tecnología
Pese a críticas, la Gran 'N' aún mantiene su peso
La compañía japonesa sabe salir adelante aún en contra de su innovadora competencia
Nintendo es progresista y permite el libre pensamiento.
Tanto así, que ha dado decenas de oportunidades a la feligresía. Ha animado a los fans a apagar las consolas grabadas con la Gran "N", e incluso los ha alentado a probar otras experiencias.
"Pruebas de fe", dirían los ideólogos puristas. "Señales de fidelidad", graba en monolitos el progresismo japonés nintendero.
La realidad y las nuevas generaciones de videojugadores no han sido malas con Ninty. Por el contrario.
¿Cómo esperar que una dosis diaria de Pokémon siga teniendo el mismo impacto que cuando el cable link del Gameboy? ¿A quién se le ocurre pensar que la enésima aparición de Mario en un carrito venderá más consolas del criticadísimo Wii U? ¿Quién apuesta por otro Metroid, y desea romperse la cabeza en calabozos controlando a un greñudo orejón arropado en un poco masculino traje verde con gorro del Mago de los Sueños?
Ah, ¿que si sucede? Exacto...
El teclado desde el que salen estas letras ha lanzado muchos vituperios contra la firma japonesa, porque juegos como The Last of Us no nacieron en la mente de don Shigeru Miyamoto. También ha criticado que sagas como God of War o Grand Theft Auto estén condenadas al veto eterno de la Real Academia de Nintendo.
Pero probar la sangre en exceso y la comicidad maliciosa no son causal de divorcio. No para los padres de Ocarina of Time. Ellos, tan liberales como son, cocinarán un nuevo manjar para la reconciliación; uno que disminuirá el sentimiento de culpa mientras se regresa a las secuencias con el verdadero X, A, B, Y.
Si Mario es lo mismo que antes, y Pokémon sólo mejora gráficas al tiempo que añade más animales con nombres impronunciables en el idioma español, ¿por qué mantienen en pie a una consola que pide a gritos haber nacido muchos años atrás?
Dos teorías. Ambas aventuradas y, por supuesto, criticables:
• Las endorfinas que libera en los decanos del joystick obtener la Master Sword, pisar champiñones mutantes, hacer que el maldito animal se quede adentro de la Pokéball, o sentar a golpe limpio a individuos tres veces más altos y dados que Little Mac, o...
• La indudable calidad en sus productos.
Y si eso mantiene a flote un barco que es embestido con fuerza por los dos flancos, significa que la tripulación sabe atacar con estilo a su innovadora competencia.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
GUADALAJARA, JALISCO (20/SEP/2014).- Ni apagar las veladoras ni bajarlas del altar. La joya de la corona sigue mostrando brillo, y mientras eso suceda no hay razón de peso para cambiar de culto:
Tanto así, que ha dado decenas de oportunidades a la feligresía. Ha animado a los fans a apagar las consolas grabadas con la Gran "N", e incluso los ha alentado a probar otras experiencias.
"Pruebas de fe", dirían los ideólogos puristas. "Señales de fidelidad", graba en monolitos el progresismo japonés nintendero.
La realidad y las nuevas generaciones de videojugadores no han sido malas con Ninty. Por el contrario.
¿Cómo esperar que una dosis diaria de Pokémon siga teniendo el mismo impacto que cuando el cable link del Gameboy? ¿A quién se le ocurre pensar que la enésima aparición de Mario en un carrito venderá más consolas del criticadísimo Wii U? ¿Quién apuesta por otro Metroid, y desea romperse la cabeza en calabozos controlando a un greñudo orejón arropado en un poco masculino traje verde con gorro del Mago de los Sueños?
Ah, ¿que si sucede? Exacto...
El teclado desde el que salen estas letras ha lanzado muchos vituperios contra la firma japonesa, porque juegos como The Last of Us no nacieron en la mente de don Shigeru Miyamoto. También ha criticado que sagas como God of War o Grand Theft Auto estén condenadas al veto eterno de la Real Academia de Nintendo.
Pero probar la sangre en exceso y la comicidad maliciosa no son causal de divorcio. No para los padres de Ocarina of Time. Ellos, tan liberales como son, cocinarán un nuevo manjar para la reconciliación; uno que disminuirá el sentimiento de culpa mientras se regresa a las secuencias con el verdadero X, A, B, Y.
Si Mario es lo mismo que antes, y Pokémon sólo mejora gráficas al tiempo que añade más animales con nombres impronunciables en el idioma español, ¿por qué mantienen en pie a una consola que pide a gritos haber nacido muchos años atrás?
Dos teorías. Ambas aventuradas y, por supuesto, criticables:
• Las endorfinas que libera en los decanos del joystick obtener la Master Sword, pisar champiñones mutantes, hacer que el maldito animal se quede adentro de la Pokéball, o sentar a golpe limpio a individuos tres veces más altos y dados que Little Mac, o...
• La indudable calidad en sus productos.
Y si eso mantiene a flote un barco que es embestido con fuerza por los dos flancos, significa que la tripulación sabe atacar con estilo a su innovadora competencia.
EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA
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