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Nueva ronda negociadora comienza con protestas de ecologistas

Más de tres mil expertos de todo el planeta tratarán durante los próximos 12 días de acercar posturas a orillas del Rin

BERLÍN, ALEMANIA.- La nueva ronda negociadora para preparar la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas que se celebrará en diciembre en Copenhague comenzó hoy en Bonn con protestas de varias organizaciones ecologistas.

Más de 3.000 expertos de todo el planeta tratarán durante los próximos 12 días de acercar posturas a orillas del Rin con vistas a la elaboración del nuevo protocolo que a partir de 2012 deberá suceder al acuerdo de Kyoto para la reducción de las emisiones contaminantes con el fin de detener el cambio climático.

Un centenar de miembros de las juventudes de Greenpeace disfrazados de tigres, orangutanes y osos polares, para recordar algunas de las especies animales más amenazadas, protestaron esta mañana ante el lugar de la reunión de expertos para exigir avances en las complicadas negociaciones.

A las protestas ante el Hotel Maritim, donde se encuentran concentrados los delegados, se sumó también la organización ecologista alemana BUND, que plantó ante el edificio una reproducción en hielo de la Sirenita de Copenhague.

"Las negociaciones se encuentran en un callejón sin salida. Necesitamos ahora en Bonn la voluntad política para dar un paso adelante y volver a poner en marcha la política para la protección del clima", dijo Karsten Smid de Greenpeace.

Por su parte, el presidente de BUND, Herbert Weiger, subrayó que limitar el calentamiento global por debajo de los dos grados es una de las tareas más urgentes de la comunidad internacional.

Si no se consigue ese objetivo, los daños generados por el incremento de las sequías, huracanes e inundaciones ensombrecerán los causados por la actual crisis financiera internacional, dijo.

Los observadores políticos consideran que la conferencia que comienza hoy en Bonn no dará lugar más que a primeros acercamientos entre las distintas delegaciones, ya que existen aún muchos puntos de fricción y cuestiones abiertas.

Las delegaciones no han consensuado aún el alcance y volumen de las futuras reducciones de las emisiones contaminantes, negociación en la que los países industrializados ni tan siquiera han llegado a un acuerdo sobre las metas comunes hasta el año 2020.

También se encuentra pendiente de definición la financiación de nuevas tecnologías favorables para la lucha contra el cambio climático, así como las medidas de adaptación a las consecuencias del cambio climático para los países del Tercer Mundo.

Antes de la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático que se celebrará a principios de diciembre en la capital de Dinamarca están previstas no menos de otras tres grandes reuniones preparatorias de expertos bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

Las delegaciones de Estados Unidos y China, los países más contaminantes del mundo, desempeñan un papel fundamental en las negociaciones para que la conferencia de Copenhague sea un éxito.

El Gobierno de Washington ni tan siquiera participó en la elaboración del protocolo de Kyoto, aunque el actual presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado que su país aspira a tener ahora un papel protagonista en la política para la lucha contra el cambio climático.
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