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No hay lugar para escepticismo con el cambio climático: Figueres
Afirma que América latina ofrece mayor cooperación en la lucha contra el calentamiento global de acuerdo con el protocolo Kioto
"No hay país en el mundo que no tenga ya evidencia del cambio climático, sea en forma de calor o subida del nivel del mar. Estados Unidos nunca ha tenido una sequía tan profunda como este año", dijo Figueres, secretaria general de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático.
Figueres, que asiste en Bangkok a la reunión preparatoria de la cumbre de Doha (Catar) sobre el calentamiento global, lanza este mensaje a los escépticos: "abran los ojos, no hace falta leer nada. Pero si quieren meterse en la ciencia, el 99 por ciento de los científicos confirma que existe el cambio climático".
En su opinión, el clima ha cambiado la faz de la Tierra en los últimos 30 años, desde los patrones del temporal y los huracanes que afectan a los países caribeños, el deshielo de los glaciares en Chile o Argentina o las graves inundaciones del año pasado en Tailandia.
Como buena iniciativa, Figueres cita la legislación aprobada en México por el presidente saliente, Felipe Calderón, en la lucha contra el calentamiento global, así como los esfuerzos de Brasil para frenar la deforestación, causante de la mayor parte de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Dado que las conversaciones que han tenido lugar esta semana en Bangkok han sido carácter informal, los delegados de los cerca de 190 países que en estas han participando, no han adoptado decisiones políticas sobre la financiación o nuevos recortes de emisiones de gases para el segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto que comienza el año que viene.
La responsable de la Convención ha reiterado que las decisiones importantes deberán ser adoptadas durante la cumbre de Doha, a finales de año.
Figueres ofrece una imagen muy diferente del que fuera el adalid de la lucha contra el calentamiento global, el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore, más polémico y conocido por sus puestas en escena.
La experta costarricense es meticulosa, se da tiempo para meditar cada respuesta y expone sus ideas y argumentos sin ambages y de forma precisa.
Formada en Estados Unidos y en el Reino Unido, es hija del expresidente que abolió el Ejército en Costa Rica y puso las bases para el desarrollo social y democrático del país centroamericano, José Figueres Ferrer.
La jefa de la oficina para el cambio climático finalizó un máster en Antropología Social en el prestigioso centro británico London School of Economics y a lo largo de su dilatada carrera ha trabajado como diplomática, experta en desarrollo y, desde 1995, se ha curtido en distintos roles en la ONU hasta llegar al puesto que ahora ocupa.
Figueres restó importancia al hecho de que una mujer ocupe un alto cargo en Naciones Unidas, aunque reconoció que la actual secretario general, Ban Ki-moon, ha demostrado sensibilidad por el papel de la mujer y sus problemas.
"Espero que no se me haya elegido aquí por la casualidad de ser mujer", espetó.
Según Figueres, los gobiernos, la sociedad y el sector privado son ahora más conscientes del calentamiento global, cuando quedan menos de cinco meses para que expire el actual periodo de compromiso del protocolo de Kioto, en vigor desde 2005.
La antropóloga costarricense indicó que con toda seguridad, la mayoría de las naciones desarrolladas habrán cumplido con los objetivos de Kioto cuando se conozcan sus recortes de gases en 2014, con una excepción.
"Canadá no ha hecho nada durante años y ahora se ve contra la espada y la pared. Aunque el estado de Quebec fue una excepción y sí asumió los objetivos de Kioto y aún más", señaló Figueres, quien lamentó que el país incluso haya pedido su salida del protocolo.
Figueres elogia a los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, entre otros, por comportarse como "la conciencia de la convención" a la par de las pequeñas naciones insulares.
Y considera negativo que en diferentes continentes algunas comunidades indígenas estén o hayan sido siendo desalojadas de sus tierras justificando esas acciones con la supuesta aplicación del plan para Reducir Emisiones de la Deforestación y Degradación (REDD), cuyo objetivo es frenar la deforestación.
"Es una pésima implementación del concepto REDD, se trata de disminuir la deforestación de manera sensible y respetuosa en particular hacia la población que depende de esos bosques", sentenció la secretaria general de la Convención.
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