Tecnología
Niña con pulmón trasplantado padece neumonía
La pequeña tiene dos trasplantes de pulmones de adulto, los cuales recibió después que sus padres presentaran una demanda
FILADELFIA, ESTADOS UNIDOS (08/JUL/2013).- Una niña de 10 años de Pensilvania que recibió dos trasplantes de pulmones de adulto después que sus padres presentaron una demanda para cambiar las reglas nacionales sobre donación de órganos ha contraído neumonía en el pulmón derecho, situación que su madre describió el lunes como un "gran retroceso".
La madre de Sarah Murnaghan escribió en su página en Facebook que el domingo fue "un día duro", aunque para el lunes el estado de salud de la niña se había estabilizado.
"Tenemos un equipo asombroso de médicos que ha ido más allá de lo ordinario, pero que también anda este camino con nosotros en forma de lo más amable y compasiva", escribió Murnaghan.
Las autoridades del Hospital Infantil de Filadelfia, donde Sarah recibe la atención, declinaron hacer declaraciones sobre el caso.
Sarah ha estado hospitalizada durante meses con fibrosis cística terminal, una enfermedad genética crónica que causa una acumulación de moco viscoso en los pulmones, el páncreas y otros órganos.
La niña, residente de Newtown Square, Pensilvania, era candidata preferencial para órganos de un donante infantil pero no había ninguno disponible. Sus padres presentaron una demanda encaminada a cambiar la política nacional de trasplantes que la ponía al fondo de la lista de adultos para pacientes de 12 años o más.
Un juez federal intervino y la Red de Adquisición y Trasplante de Organos ”grupo privado sin fines de lucro que rige la asignación de los órganos en el país” agregó a Sarah a la lista de adultos.
La situación de Sarah suscitó una discusión nacional sobre el tema, así como interrogantes entre algunos expertos en salud y ética médica sobre cómo se elaboran las normas para la donación de órganos y bajo qué circunstancias pueden ser ignoradas.
Sarah recibió un par de pulmones de adulto el 12 de junio pero fallaron a las pocas horas. La menor fue puesta en un respirador artificial hasta que hubo otro par de pulmones disponible para una segunda cirugía, que se efectuó el 15 del mismo mes.
La madre dijo después del segundo trasplante que los pulmones estaban infectados con neumonía, pero los médicos habían retirado la porción infectada antes de la operación y el estado de salud de la niña era muy grave como para esperar a que hubiera disponible otro par de órganos.
El segundo trasplante fue más eficaz y Sarah logró respirar por su cuenta cuando los médicos le retiraron el tubo de respiración.
La niña fue regresada al respirador artificial porque se le paralizo el diafragma, situación que la madre describió como una complicación común que impide la expansión total de los pulmones. El 2 de julio, Sarah fue operada para repararle el diafragma.
La madre de Sarah Murnaghan escribió en su página en Facebook que el domingo fue "un día duro", aunque para el lunes el estado de salud de la niña se había estabilizado.
"Tenemos un equipo asombroso de médicos que ha ido más allá de lo ordinario, pero que también anda este camino con nosotros en forma de lo más amable y compasiva", escribió Murnaghan.
Las autoridades del Hospital Infantil de Filadelfia, donde Sarah recibe la atención, declinaron hacer declaraciones sobre el caso.
Sarah ha estado hospitalizada durante meses con fibrosis cística terminal, una enfermedad genética crónica que causa una acumulación de moco viscoso en los pulmones, el páncreas y otros órganos.
La niña, residente de Newtown Square, Pensilvania, era candidata preferencial para órganos de un donante infantil pero no había ninguno disponible. Sus padres presentaron una demanda encaminada a cambiar la política nacional de trasplantes que la ponía al fondo de la lista de adultos para pacientes de 12 años o más.
Un juez federal intervino y la Red de Adquisición y Trasplante de Organos ”grupo privado sin fines de lucro que rige la asignación de los órganos en el país” agregó a Sarah a la lista de adultos.
La situación de Sarah suscitó una discusión nacional sobre el tema, así como interrogantes entre algunos expertos en salud y ética médica sobre cómo se elaboran las normas para la donación de órganos y bajo qué circunstancias pueden ser ignoradas.
Sarah recibió un par de pulmones de adulto el 12 de junio pero fallaron a las pocas horas. La menor fue puesta en un respirador artificial hasta que hubo otro par de pulmones disponible para una segunda cirugía, que se efectuó el 15 del mismo mes.
La madre dijo después del segundo trasplante que los pulmones estaban infectados con neumonía, pero los médicos habían retirado la porción infectada antes de la operación y el estado de salud de la niña era muy grave como para esperar a que hubiera disponible otro par de órganos.
El segundo trasplante fue más eficaz y Sarah logró respirar por su cuenta cuando los médicos le retiraron el tubo de respiración.
La niña fue regresada al respirador artificial porque se le paralizo el diafragma, situación que la madre describió como una complicación común que impide la expansión total de los pulmones. El 2 de julio, Sarah fue operada para repararle el diafragma.
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