Tecnología
Miyamoto no quiere quemar a Mario
El creador del popular personaje tiene miedo de que pierda su identidad
MADRID, ESPAÑA (07/JUN/2010).- El genio tras el fontanero más famoso de todos los tiempos ha querido lanzar un aviso a navegantes, dejando claro que eso de ver a Mario hasta en la sopa se va a acabar.
Según informa la página española Elmundo.es, Miyamoto tiene miedo de que el personaje de videojuegos más importante del mundo se queme y pierda, como dice, "su singularidad".
Parece que Nintendo ha aprendido de aquellas épocas, lejanas (cuando existía la ya extinta GameCube) y cercanas (durante los lanzamientos de DS y Wii), en las que se podía ver a Mario pluriempleado en todo tipo de títulos.
Miyamoto no quiere ver cómo la marca más importante del sector se ve quemada por un exceso de apariciones.
Y es que el mercado está lleno de ejemplos de personajes y marcas que se las han visto y deseado para recuperar su carismo por un empeño desmedido a la hora de desarrollar títulos para exprimir la máquina de hacer dinero hasta las últimas consecuencias.
Ahí quedan los malos tiempos protagonizados por sagas míticas como Tomb Raider o Resident Evil (por fin recuperadas para la causa gracias a un duro trabajo de Square Enix y Capcom, respectivamente), o lo que estamos viendo ahora con otras como Prince of Persia, que vive un momento difícil en lo que se refiere a su identidad.
Según informa la página española Elmundo.es, Miyamoto tiene miedo de que el personaje de videojuegos más importante del mundo se queme y pierda, como dice, "su singularidad".
Parece que Nintendo ha aprendido de aquellas épocas, lejanas (cuando existía la ya extinta GameCube) y cercanas (durante los lanzamientos de DS y Wii), en las que se podía ver a Mario pluriempleado en todo tipo de títulos.
Miyamoto no quiere ver cómo la marca más importante del sector se ve quemada por un exceso de apariciones.
Y es que el mercado está lleno de ejemplos de personajes y marcas que se las han visto y deseado para recuperar su carismo por un empeño desmedido a la hora de desarrollar títulos para exprimir la máquina de hacer dinero hasta las últimas consecuencias.
Ahí quedan los malos tiempos protagonizados por sagas míticas como Tomb Raider o Resident Evil (por fin recuperadas para la causa gracias a un duro trabajo de Square Enix y Capcom, respectivamente), o lo que estamos viendo ahora con otras como Prince of Persia, que vive un momento difícil en lo que se refiere a su identidad.
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