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México necesita reforzar políticas para mitigar los gases del efecto invernadero

Aún con los esfuerzos actuales, las emisiones no han disminuido

CIUDAD DE MÉXICO (26/NOV/2010).- El cambio climático es el principal desafío ambiental en el planeta, ya que representa una de las mayores amenazas al desarrollo y bienestar por el riesgo de que se generen inundaciones, sequías, huracanes, derretimiento de glaciares, aumento en el nivel del mar, pérdida de biodiversidad y deterioro de los recursos ambientales que proporcionan los ecosistemas.

Ante tal panorama, cada año los gobiernos del mundo se reúnen en la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas ( COP-16) para tratar de solucionar el problema de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

En el marco previo a la Conferencia, la cual se llevará a cabo en Cancún, Quintana Roo, del 29 de noviembre al 10 de diciembre, expertos del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ( Conacyt), señalaron que México necesita hacer énfasis en las políticas gubernamentales para que se conviertan en públicas y así poder iniciar la mitigación de los GEI.

En la actualidad, México depende de los combustibles fósiles para hacer funcionar su economía, ya que representan una gran fuente de ingresos para operar al sector público; sin embargo las emisiones de GEI que se generan en el país han ido en aumento, lo cual refiere a que las políticas de cambio climático no tienen un efecto positivo.

La doctora Edith Kauffer Michel, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social sede Sureste ( CIESAS-Sureste), estableció que las políticas sobre cambio climático en México se encuentran en transición, ya que son construidas en escenarios fuera de los ámbitos locales, por lo cual es necesario la adaptación de éstas a fin de empezar su aplicación efectiva.

Las políticas a las que se hace referencia fueron publicadas en el año 2009 en el Programa Especial de Cambio Climático (PECC), el cual propone demostrar que es posible mitigar las emisiones de gases, sin comprometer el proceso de desarrollo e incluso tener un beneficio económico.

El documento presenta 105 objetivos y 294 metas en materia de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático en el país, además del anuncio que México reducirá sus emisiones de GEI en un 50 por ciento para el año 2050 y producirá 50 millones de toneladas menos hacia el 2012.
 
Sin embargo, “en la próxima década, podríamos pasar del lugar 13 a los primeros siete entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero si no se actúa de manera pronta” refirió Kauffer Michel.
 
México hacia la Cop16
 
Al ser el anfitrión de dicho evento, México debe plantear propuestas específicas de financiamiento para países en desarrollo, además de la inclusión del tema adaptación como un elemento esencial de la cooperación internacional futura.

“La estrategia de México debe centrarse en retomar dos acuerdos importantes que se establecieron en COPs pasadas. El primero es el mapa de Ruta de Bali y el segundo es el Acuerdo de Copenhague”, refirió a su vez la doctora Gabriela Muñoz Meléndez, del Colegio de la Frontera Norte (Colef).

El mapa de Ruta de Bali plantea una inversión internacional y nacional para avances tecnológicos de procesos limpios bajos en carbono, además de la reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero.

En tanto, el Acuerdo de Copenhague se enfoca en la reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal (REED, por sus siglas en ingles).

“México es un país altamente vulnerable al fenómeno climático e independientemente de un acuerdo en mitigación global, sus esfuerzos deberían concentrarse en adaptación y planeación a largo plazo” comentó Muñoz Meléndez.

Finalmente, la doctora del Colef sostuvo que México tiene muchas oportunidades para la implementación de políticas efectivas de mitigación del cambio climático, sobre todo en lo que concierne a la energía desperdiciada, pero el aprovechamiento de energías limpias ha sido ignorado por quienes diseñan la política pública. Por ello, es importante concentrar los esfuerzos en lograr la adaptación y la planeación de éstas, y así llevarlas a la práctica lo antes posible, comentó.

Con información de la Agencia ID
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