Tecnología

Luna saturnina Encélado, mejor lugar para buscar vida: experta

El satélite tiene agua, energía química disponible y material orgánico; urge estudiarlo a fondo

TENERIFE, ESPAÑA (04/JUL/2016).- La científica Carolyn Porco, que lidera el equipo de ciencia de imagen de la misión Cassini a la órbita de Saturno, aseguró que Encélado, una de las lunas de ese planeta, es el mejor lugar del Sistema Solar para buscar vida.

La investigadora, que participó en el Festival Starmus en España, cree que la pequeña luna Encélado tiene un océano accesible y que lo que hay que hacer es obtener muestras para analizarla.

Ha reconocido que no será fácil, pero precisó: “No hay otro sitio que hayamos descubierto hasta ahora en el que tengamos certeza de que haya agua, energía química disponible y material orgánico”.

Por ello, cree que hay que volver a esa pequeña luna y analizar el material que expulsa y ver si todo lo que se sospecha acerca de si es un lugar habitable es cierto o no.

Lo que realmente se busca es si esa vida es bioquímicamente similar a la de la Tierra o diferente, y ambos paradigmas son una sospecha, según Carolyn Porco, para quien la vida es una característica “del Universo en el que vivimos”.

La científica también habló de la polémica fotografía “Un punto azul pálido”, tomada en febrero de 1990 desde la sonda espacial Voyager 1 a unos seis mil millones de kilómetros de la Tierra y en la que se ve a nuestro planeta como un punto de luz casi imperceptible.

Su primer destino profesional fue el proyecto Voyager y allí pensó que sería grandioso sacar una fotografía a la Tierra desde el satélite, por lo que se lo propuso a algunos colegas, que le dijeron que debían tener una razón científica para hacerlo.

Años más tarde, se enteró de que Carl Sagan había hecho la misma propuesta, por lo que le escribió para unir fuerzas, y trabajaron de forma conjunta hasta que lograron el objetivo que dio lugar a la mítica imagen.

Carolyn Porco reconoce que esa fotografía no fue un hito científico, pero que aprendieron a tener perspectiva y a ilustrar “cómo somos o cómo se nos ve desde muy lejos”.

El Festival Starmus está dedicado al físico Stephen Hawking en su tercera edición y reunió del 27 de junio al 2 de julio en las islas de Tenerife y La Palma (archipiélago atlántico) a 11 premios Nobel y una representación de los científicos más insignes del planeta, junto a expertos de economía, ciberseguridad, cambio climático, música e inteligencia artificial.

ANTECEDENTE

En 2009 dio un apunte del tema

En 2009 la doctora Porco realizó una breve charla, pero no por ello menos interesante, en la que compartió sus emocionantes descubrimientos de la última exploración, realizada por la nave Cassini a Encélado. Las muestras recogidas de los fríos géiseres de la luna insinúan que debajo de la superficie oceánica podría albergar vida.

ROBERT WILSON, NOBEL DE FÍSICA

Universo sin explorar; teorías encajan

TENERIFE, ESPAÑA.-
El Premio Nobel de Física, Robert Wilson, afirmó que la comunidad científica desconoce 96% del Universo, pero los investigadores comienzan a tener teorías “que encajan” para explicar su actividad, lo que es posible gracias a la radiación cósmica de fondo de microondas.

Robert Wilson, galardonado con el Premio Nobel de Física en 1978 junto a Arno Allan Penzias por el descubrimiento accidental de la radiación cósmica de fondo de microondas, realizó esta consideración durante la inauguración del Festival Starmus.

Wilson, investigador del Centro Harvard Smithsonian de Astrofísica, rememoró cómo las primeras mediciones para encontrar la radiación procedente del “Big Bang” fueron “muy decepcionantes”, entre otros motivos, por la interferencia de “ruidos”.

Esta búsqueda comenzó en la década de los 50 cuando la  Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por su sigla en inglés), planeó lanzar el primer satélite de comunicaciones, lo que culminó en un “globo inmenso” que comenzó a operar en 1960.

Entonces se empezó a buscar la radiación en la Vía Láctea “con el mejor sistema de mediciones que pudimos conseguir, con helio líquido” y calibrando las fuentes, incluida Casiopea “que siempre estaba ahí con un ruido sin que nada lo explicase”.

Robert Wilson admitió que cuando finalmente se confirmó el hallazgo casual de la radiación de fondo de microondas la cosmología del momento “no explicaba nada acerca del Big Bang, pero lo aceptaba a gran escala”.

“No hubo un momento de eureka en ese descubrimiento sino que su alcance se fue viendo a lo largo de los años”.
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