Tecnología
Luna, pedazo de Tierra suspendido en el espacio
Aquella histórica odisea que lideró Neil Armstrong permitió demostrar que el satélite es un desprendimiento terrenal, producto de un enorme choque sideral
Uno de los resultados que dejó este primer viaje tripulado a la Luna es, justamente, la explicación del origen del satélite, cuya composición es básicamente tierra.
Eso ha dado luz a la teoría de que la Luna se creó de fragmentos de la tierra, luego de que un objeto gigantesco aún desconocido se estrellara contra nuestro Planeta cuando éste era aún joven, hace más de cuatro mil seiscientos millones de años.
Este episodio de la historia sideral es conocido hoy como el “Big Whack” (algo así como “El gran trancazo”) y es consistente con las muestras traídas a nuestro planeta merced de las misiones Apolo.
Las rocas lunares son, en muchos aspectos, muy similares a los materiales que constituyen la Tierra. Las principales diferencias las representan elementos raros en la tierra, como el zirconio, que requieren un punto de fusión elevado.
Además, fueron escasos los elementos que se hallaron y que se funden a temperaturas más bajas, como el sodio, el potasio o el plomo.
Estos datos, permiten deducir que la Luna fue consecuencia de un proceso fuerte de calentamiento, perdiendo elementos, y de los compuestos químicos más volátiles.
Más aún, su densidad media (3.34 g/cm^3 contra los 5.25 g/cm^3 de la Tierra) sugiere que es menos rica en hierro y níquel que la Tierra, metales de densidad elevada y que se concentraron muy rápidamente hacia el centro de nuestro planeta en sus orígenes.
En otras palabras, la Luna posee elementos más comunes en las cortezas externas de la Tierra.
La mejor explicación uniendo a todos estos elementos, es la de un choque brutal; un espectáculo asombroso, donde dos planetas se estrellan, convirtiéndose en bolas de fuego incandescentes.
Si aquel objeto hubiera sido tan sólo un poco mayor, no estaríamos aquí para preguntarnos sobre nuestros orígenes y nuestro propósito en la vida.
El futuro del viaje a la luna
Pese el vasto abismo tecnológico que se ha creado en los últimos 40 años, muchos de los problemas técnicos continúan tan desafiantes hoy como eran entonces.
El principal, es la fabricación de cohetes con la capacidad suficiente de llevar seres humanos a la Luna sin que pierdan la vida en el proceso.
El proyecto Constellation, por ejemplo, que sería la continuación del programa del transbordador especial, cada vez muestra un futuro más sombrío, y se comienza a hablar abiertamente de una nueva avenida, informalmente conocida como “el transbordador sin el transbordador”.
Se trata de usar, básicamente, la estructura del taxi espacial: desde su base de lanzamiento hasta los impulsores laterales de combustible sólido más el gigantesco tanque central anaranjado, pero prescindiendo del orbitador. En su lugar podría ser colocado el módulo Orión, del programa Constellation, en lo alto del tanque central, y llevar dentro de sí a no más de dos tripulantes.
Esto no es aún oficial, pero sí es público el presupuesto de 35 mil millones de dólares otorgados a la Administración Nacional del Espacio Sideral (NASA, por sus siglas en inglés) para el desarrollo de poderosos cohetes tipo Ares, con capacidad para llevar tres tripulantes.
Su contraparte, sin embargo (“el transbordador sin transbordador”), costaría tan sólo poco menos de siete mil millones de dólares. Es interesante que esta opción haya sido desarrollada justamente por John Shannon, actual director del programa del Transbordador espacial.
Desde 1971 se han detenido las visitas a la Luna por parte de seres humanos, si bien gobiernos como Japón y China proyectan sus propias incursiones.
Cronología
La carrera espacial
4 de octubre de 1957
La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) lanza exitosamente el Sputnik 1, primer intento no fallido de poner en órbita un satélite artificial alrededor de la Tierra. El experimento, que se interpretó como una muestra de los avances científicos soviéticos, ayudó a determinar la densidad de las capas altas de la atmósfera.
3 de noviembre de 1957
Se pone en órbita al primer animal doméstico, la perra “Laika”, que viajó a bordo de la nave soviética Sputnik 2. “Laika” murió entre cinco y siete horas después del lanzamiento, probablemente por estrés y sobrecalentamiento.
14 de septiembre de 1959
La URSS envía la sonda espacial Luna 2 o Lunik 2, que logra su objetivo de llegar a la Luna. El 7 de octubre los soviéticos fotografían el lado opuesto de la Luna por medio del Luna 3.
12 de abril de 1961
Por medio de la misión Vostok 1, los soviéticos ponen al primer humano en órbita, el cosmonauta Yuri Gagarin, quien dijo: “Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos” y otra frase que se le atribuye es: “Aquí no veo ningún Dios”.
16 de junio de 1963
Moscú por medio del Vostok 6 pone en órbita a la primera mujer, la piloto cosmonauta Valentina Vladímirovna Tereshkova.
18 de marzo de 1965
Los soviéticos realizan el primer paseo espacial de la historia con el Vosjod 2 o Voskhod 2, que convirtió al cosmonauta Alexei Leonov en el primer humano en salir al espacio exterior durante 10 minutos.
Primero de marzo de 1966
La Unión Soviética logra que la sonda Venera 3 se convierta en el primer objeto sobre la superficie de otro planeta, que es Venus.
24 de diciembre de 1968
Estados Unidos logra que la sonda espacial Apolo 8 se convierta en el primer viaje espacial tripulado en escapar el campo gravitacional de la Tierra para orbitar otro cuerpo celeste, que es la Luna.
20 de julio de 1969
Los estadounidenses envían la misión espacial Apolo 11, la primera en llegar con tripulación a la superficie lunar. El astronauta Neil Amstrong se convierte en el primer humano en pisar la Luna.
23 de abril de 1971
Los soviéticos lanzan la primera Estación Espacial, Salyut 1.
14 de noviembre de 1971
Llega a Marte la nave espacial estadounidense Mariner, la primera que orbitó otro planeta.
15 de julio de 1975
Concluye la carrera espacial con la primera misión conjunta de Estados Unidos y la Unión Soviética al lanzar el Apolo-Soyuz, que marcó el primer acoplamiento entre dos naciones en el espacio.
Los protagonistas
El comandante Neil Armstrong
Nació el 5 de agosto de 1930 en Ohio, Estados Unidos.
A los 15 años, Neil empezó sus clases de aviación y a los 16, ya contaba con licencia de piloto. En 1950 fue enviado a Corea donde realizó misiones de combate y recibió varias condecoraciones.
En 1955 Neil Armstrong se graduó en Ingeniería Aeronáutica en Indiana.
En 1962 ingresó en el cuerpo de astronautas de la NASA y cuatro años más tarde dirigió una misión de acoplamiento en el espacio junto con David Scott, que fracasó.
En 1969 alcanzó su máximo esplendor vital y profesional cuando dirigió como comandante la misión lunar de la nave espacial Apolo 11. Armstrong, a los 39 años, fue el primer hombre que pisó la Luna.
En su regreso a la Tierra con sus compañeros de expedición, Armstrong abandonó las actividades aeronáuticas para ser catedrático en la Universidad de Cincinnati y, además, recibió numerosos honores y distinciones.
La impronta materna Edwin Aldrin
Nació en Nueva Jersey, Estados Unidos, en 1930.
Edwin Aldrin fue el segundo hombre de los astronautas que pisaron la Luna. Curiosamente, el apellido de la madre de Aldrin es Moon, que en inglés significa Luna.
Licenciado en Ciencias en la Academia Militar de Estados Unidos y doctorado en Astronáutica en el Massachusetts Institute of Technology, fue piloto de avión de combate durante la Guerra de Corea, y luego se incorporó a los programas astronáuticos de la NASA.
Tres años antes de la proeza de llegar a la Luna, en 1966 y como copiloto de la misión espacial del Géminis 12, logró el récord de paseo sideral al estar en el espacio exterior durante cinco horas y media.
Tras el regreso de la misión Apolo XI, Aldrin entró en una profunda depresión.
Aldrin es recordado también por su famosa frase que puso en peligro las entonces complicadas relaciones con la Unión Soviética: “Si llegamos a la Luna no fue para estudiarla ni recoger muestras de su suelo, sino para aventajar a los rusos en la carrera espacial”.
Se quedó en la nave Michael Collins
Es el astronauta de la misión que nació en Roma, Italia, el 31 de octubre de 1930, pero bajo bandera de Estados Unidos porque su padre era agregado militar de la embajada estadounidense.
Michael Collins se graduó de la escuela Saint Albans en 1952 y obtuvo el bachillerato de ciencias en la Academia Militar de West Point en Nueva York, y después sirvió como piloto de pruebas y combate en la Base Edwards de la Fuerza Aérea en Lancaster, California.
Desde 1959 hasta 1963 registró más de cuatro mil 200 horas de vuelo.
En julio de 1969, el teniente coronel (más tarde, coronel) Collins, como miembro de la misión lunar Apolo 11, piloteó el módulo de mando Columbia, mientras el astronauta civil Neil Armstrong, comandante de la misión, y el coronel de la Fuerza Aérea Edwin E. Aldrin, realizaban el primer alunizaje.
Su importante papel en la misión Apolo le valió el logro de varios premios y reconocimientos, destacando la Medalla Presidencial de la Libertad en 1969.
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