Tecnología

Los teléfonos inteligentes también pueden ser supercomputadoras

El Instituto Tecnológico de Massachusetts trabaja en un software que permitirá a los celulares realizar simulaciones informáticas típicas de las grandes supercomputadoras.

CIUDAD DE MÉXICO (25/ABR/2011).- Desde que el primer teléfono inteligente, bautizado como Simón, saliera de los laboratorios de IBM en 1992, hasta la actual fiebre por los smartphone, mucha agua ha corrido bajo el puente. A Simón le bastó con disponer de calendario, libreta de direcciones, reloj mundial, calculadora, libreta de notas o correo electrónico para revolucionar el panorama de las telecomunicaciones hace ya 18 años. Hoy, para ganarse el apelativo de inteligente es preciso que, además de permitir hacer llamadas a través de pantallas táctiles, cuenten con un sistema operativo y conectividad a Internet.

Ahora, la siguiente etapa en la evolución de estos miniordenadores personales pasa por la supercomputación. Una nueva investigación del departamento de Ingeniería Mecánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) muestra cómo hacer que los teléfonos móviles trabajen en la resolución de cálculos complejos. Se trata de un software que permitirá a los celulares realizar simulaciones informáticas típicas de las grandes supercomputadoras.

El sistema funciona en los casos donde la forma general de un problema se conoce de antemano, pero no así sus particularidades. Cada nuevo problema a resolver requiere de un nuevo modelo matemático que ocupan tan poco espacio que un solo teléfono puede albergar miles de ellos. Por ahora el software viene con los modelos de nueve problemas específicos, como la propagación del calor en objetos de varias formas diferentes, el flujo de líquido alrededor de un obstáculo esférico y los efectos de fuerzas aplicadas a una columna agrietada.

Pero mientras que los modelos son pequeños, su creación es un proceso complicado que sigue requiriendo el trabajo de una supercomputadora. "No estamos tratando de reemplazar a un superordenador. Se trata de que móviles y computadoras trabajen en conjunto", enfatiza David Knezevic, desde el MIT.
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