Tecnología
Los dinosaurios podrían ser más cálidos de lo que se pensaba
Científicos australianos ponen en duda la teoría de la sangre fría
CIUDAD DE MÉXICO (22/JUL/2013).- Durante décadas, los científicos han creído que los dinosaurios eran de sangre fría. Esto, debido a que se cree que muchos de ellos son los antepasados directos de reptiles con esta característica como los cocodrilos. Sin embargo, una investigación reciente de científicos australianos plantea serias dudas sobre esta teoría.
Investigadores de la Universidad de Adelaide proponen en una nueva teoría que los dinosaurios como el Tyrannosaurus Rex eran de sangre caliente al igual que las aves y los mamíferos, publicó el diario australiano ABC.
Los científicos argumentan que si los dinosaurios hubieran sido animales de sangre fría, no hubieran tenido el poder muscular requerido para cazar a otros animales de la manera en la que lo hacían hace 80 millones de años y –de igual manera– no hubieran podido competir contra dinosaurios similares a los mamíferos del mismo tamaño.
“Se puede aprender mucho acerca de los dinosaurios de los fósiles, pero la cuestión de si los dinosaurios eran de sangre caliente o de sangre fría sigue siendo objeto de acalorados debates entre los científicos”, dice Roger Seymour catedrático de la School of Earth perteneciente a esta universidad australiana.
Para lo anterior, la investigación de Seymour toma por ejemplo la energía que un gran cocodrilo puede producir en un esfuerzo máximo. “Con 200 kilogramos, el cocodrilo sólo produce el 14 por ciento de la energía que un mamífero de tamaño similar produciría”, afirma.
Para esto, el profesor se basó en la sangre y mediciones de lactato muscular recogidas por los equipos de la Universidad de Monash, la Universidad de California y la Wildlife Management International in the Northern Territory para llegar a esa conclusión.
“Los resultados muestran, además, que los cocodrilos de sangre fría no sólo carecen de la potencia absoluta para el ejercicio, sino también de la resistencia evidente en los mamíferos de sangre caliente”, agrega Seymour.
Los dinosaurios más conocidos que viveron entre hace 252 y 66 millones de años, en el periodo Mesozoico, son el Tyrannosaurus Rex, Stegosaurus y Brontosaurus, cuyo comportamiento, de acuerdo a la actual escuela de pensamiento cree que se comportaban como los cocodrilos de agua salada.
Estos grandes cocodrilos de agua salada pueden alcanzar una temperatura corporal por encima de 30 grados tomando el sol, y puede mantener esta alta temperatura durante la noche por el simple hecho de ser grande y lento para cambiarla.
Los científicos creen que los dinosaurios de sangre fría podrían haber hecho lo mismo y disfrutar de una temperatura corporal tibia sin la necesidad de generar el calor a través de sus propias células mediante la quema de energía de los alimentos como los animales de sangre caliente.
Sin embargo, “a pesar de la impresión que los cocodrilos de agua salada son animales extremadamente poderosos, un dinosaurio similar a un cocodrilo no podría competir bien contra un dinosaurio del mismo tamaño parecido a los mamíferos” indica Seymour.
De esta manera, el investigador invita a imaginar una pelea entre un dinosaurio parecido a un cocodrilo y un dinosaurios similar a los mamíferos, para demostrar que estos últimos resultarían vencedores sin duda alguna.
Sinembargo.mx
Investigadores de la Universidad de Adelaide proponen en una nueva teoría que los dinosaurios como el Tyrannosaurus Rex eran de sangre caliente al igual que las aves y los mamíferos, publicó el diario australiano ABC.
Los científicos argumentan que si los dinosaurios hubieran sido animales de sangre fría, no hubieran tenido el poder muscular requerido para cazar a otros animales de la manera en la que lo hacían hace 80 millones de años y –de igual manera– no hubieran podido competir contra dinosaurios similares a los mamíferos del mismo tamaño.
“Se puede aprender mucho acerca de los dinosaurios de los fósiles, pero la cuestión de si los dinosaurios eran de sangre caliente o de sangre fría sigue siendo objeto de acalorados debates entre los científicos”, dice Roger Seymour catedrático de la School of Earth perteneciente a esta universidad australiana.
Para lo anterior, la investigación de Seymour toma por ejemplo la energía que un gran cocodrilo puede producir en un esfuerzo máximo. “Con 200 kilogramos, el cocodrilo sólo produce el 14 por ciento de la energía que un mamífero de tamaño similar produciría”, afirma.
Para esto, el profesor se basó en la sangre y mediciones de lactato muscular recogidas por los equipos de la Universidad de Monash, la Universidad de California y la Wildlife Management International in the Northern Territory para llegar a esa conclusión.
“Los resultados muestran, además, que los cocodrilos de sangre fría no sólo carecen de la potencia absoluta para el ejercicio, sino también de la resistencia evidente en los mamíferos de sangre caliente”, agrega Seymour.
Los dinosaurios más conocidos que viveron entre hace 252 y 66 millones de años, en el periodo Mesozoico, son el Tyrannosaurus Rex, Stegosaurus y Brontosaurus, cuyo comportamiento, de acuerdo a la actual escuela de pensamiento cree que se comportaban como los cocodrilos de agua salada.
Estos grandes cocodrilos de agua salada pueden alcanzar una temperatura corporal por encima de 30 grados tomando el sol, y puede mantener esta alta temperatura durante la noche por el simple hecho de ser grande y lento para cambiarla.
Los científicos creen que los dinosaurios de sangre fría podrían haber hecho lo mismo y disfrutar de una temperatura corporal tibia sin la necesidad de generar el calor a través de sus propias células mediante la quema de energía de los alimentos como los animales de sangre caliente.
Sin embargo, “a pesar de la impresión que los cocodrilos de agua salada son animales extremadamente poderosos, un dinosaurio similar a un cocodrilo no podría competir bien contra un dinosaurio del mismo tamaño parecido a los mamíferos” indica Seymour.
De esta manera, el investigador invita a imaginar una pelea entre un dinosaurio parecido a un cocodrilo y un dinosaurios similar a los mamíferos, para demostrar que estos últimos resultarían vencedores sin duda alguna.
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