Tecnología

Las tabletas pierden su esencia

Un estudio realizado en 2012 revela que sólo 21% de los usuarios sacaban sus tabletas de casa

BARCELONA, ESPAÑA (27/FEB/2014).- A cuatro años de su lanzamiento, las tabletas, que fueron presentadas como lo mejor de la movilidad, apenas se mueven del sillón. Lo que parecía ser el boom tecnológico que sería utilizado por las personas en cualquier sitio e incluso innovar su manera de trabajar, hoy, en su mayoría, sólo se usa para ver películas o jugar, privando de ingresos a los operadores móviles.

Sin embargo, numerosos fabricantes como el chino Lenovo o el taiwanés Asus sigue presentando nuevos modelos de tableta en el marco del Mobile World Congress en Barcelona.

La nueva Xperia Z2 presentada por Sony Mobile promete ser “la tableta más fina y ligera del mundo”, según la compañía japonesa. “Es perfecta si quieres llevarla a la bañera, a la playa, a la piscina”, señala Almos Szabo, representante de la marca en la exposición.

El analista del gabinete especializado Informa, Julian Jest, indica que los fabricantes siempre intentan resaltar esta facilidad para usar las tabletas en el exterior.

“Con motivo del lanzamiento del nuevo iPad, Apple difundió un video promocional mostrando miles de maneras de usar el iPad, como ciclistas en BTT, surferos, médicos... Pero esto es como a ellos les gustaría que se utilizara, porque en realidad se emplea principalmente en casa”.

Según Informa, una estadística demuestra que sólo 20% de las tabletas están conectadas a internet por red móvil, el resto utilizan el wifi, una red fija. Además, en 2012, un estudio de Google realizado en Estados Unidos reveló que sólo 21% de los usuarios sacaban sus tabletas de casa.

“El uso típico de una tableta no es el de un accesorio móvil que llevas contigo”, opina Lawrence Lundy, analista de la consultoría Frost & Sullivan.

Para los operadores móviles, estos artilugios no representan por lo tanto esa nueva fuente de ingresos que tanto soñaban o al menos no del volumen deseado.

Los expertos señalan que esto es debido al costo. No sólo “las tabletas que pueden conectarse a la red móvil son más caras”, sino que “además, hay el costo del abono” a internet, explica Nick Dillon, analista del gabinete Ovum.

“Las operadoras no han sido muy creativas”, critica Julian Jest, porque “han propuesto abonos para las tabletas muy similares a los del teléfono móvil” que el usuario cree demasiado caros.

Por su parte, Carolina Milanesi, analista de Kantar World Panel manifiesta que el uso de las tabletas como accesorio de entretenimiento podría crean un riesgo de saturación del ancho de banda por las proyecciones de videos.

En otras palabras, si todas las tabletas estuvieran conectadas a la red  móvil 3G, ésta se vería saturada. La situación podría cambiar pronto debido al éxito creciente de las minitabletas, más fáciles de transportar.

Pagan poco

Mucha gente usa sus teléfonos multiusos para ver videos, jugar y despertarse por la mañana. Algunos incluso los usan para generar pases de abordar digitales para los vuelos. Entonces, ¿por qué no usarlos para comprar en las tiendas?

Una variedad de sistemas móviles de cobro almacena informaciones sobre tarjetas de crédito o débito en los teléfonos por medio de sistemas cifrados. Para hacer una compra, sólo se posa el teléfono sobre un lector de tarjeta o se coloca un código de barras sobre un escáner.

Pero el uso se ha visto limitado a unos pocos comercios. Un informe de la Reserva Federal en Estados Unidos dijo que solamente 6% de los usuarios de teléfonos ha hecho algún pago móvil en doce meses.

Nuevas amenazas en la red

Resultaría molesto que su nevera enviara ‘spams’ a sus amigos, pero sería peor que un pirata informático desactivara los frenos de su automóvil o secuestrara un avión a distancia. Amenazas en la red que pueden estar más cerca de lo que creemos.

Previo al Mobile World Congress, Rik Ferguson, vicepresidente encargado de la investigación en seguridad de la firma japonesa Trend Micro, explicó que la amenaza de seguridad más habitual son actualmente “virus diseñados para que nuestro smartphone envíe mensajes de texto de pago —SMS Premium— o incluso haga llamadas de pago sin que lo sepamos.

A ésta le siguen los virus ‘espías’ que recogen información como el listado de direcciones para utilizarlo en fraudes o ‘spams’ y que en algunos raros casos pueden ir hasta tomar imágenes de video o sonido desde los aparatos infectados.

Pero está surgiendo una amenaza nueva y mucho más azarosa a medida que cada vez más aparatos de uso diario se conectan a la red o a teléfonos inteligentes, un fenómeno que ya se conoce como el “internet de las cosas”.

“Objetos como automóviles conectados conllevan un riesgo de daño físico en un ataque”, afirma Ferguson.
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