Tecnología
La salud de Steve Jobs, líder de Apple, preocupa
Apple teme por la salud de su líder empresarial.
CIUDAD DE MÉXICO (25/FEB/2011).- Para sus detractores, Apple podrá pecar de muchas cosas, pero propios y extraños deben aceptar que de lo que menos se le puede acusar es de ser gris y aburrida. Y para prueba están los últimos acontecimientos que, para bien o para mal, siguen poniendo a la creadora de la Mac en el candelero de la industria tecnológica.
La salud de su líder empresarial -y para muchos espiritual- puede preocupar a todo Apple, mas también pone a pensar a competidores y usuarios sobre el futuro de la compañía que, por otro lado, espera sorprender este miércoles con el lanzamiento de su nueva tableta.
Tanto ha preocupado la enfermedad de Steve Jobs que varias instancias relacionadas con la industria han buscado que Apple dé a conocer los planes de sucesión en caso de que su líder actual no esté en capacidad de regresar a tomar las riendas luego de la licencia médica que se tomó recientemente.
Sin embargo, esa petición fue rechazada la semana pasada justo el día en que Apple dio a conocer que el siguiente miércoles hará un gran evento en el que se espera revele la nueva versión de la popular iPad.
Independientemente de si Jobs regresa o no, la empresa, por ahora, no está obligada a desglosar los criterios que tomaría en cuenta para elegir entre los candidatos al cargo más importante en Apple. La empresa reportó que ya cumple con varias de esas exigencias y que la divulgación de los planes de sucesión le otorgaría una ventaja a sus competidores.
El recuento
Y la preocupación no es infundada. Apple ha visto sus mejores épocas mientras ha contado con Jobs para guiarla en innovación, administración e imagen. En 1985, cuando fue sacado de la compañía por John Sculley -quien llegó a director general de Apple asignado por el propio Jobs-, la empresa empezó una época de traspiés, uno de ellos el haber licenciado a Microsoft partes de la interfaz gráfica característica del sistema operativo Macintosh.
Tampoco Michael Spindler, quien tuvo las riendas de Apple de 1993 a 1996, supo explotar la creatividad y el poder de la empresa. Sólo cuando en 1997 volvió Jobs a la compañía se han visto productos innovadores y un fuerte énfasis en la imagen y en la satisfacción del usuario.
Así que tanto los trabajadores como los inversionistas tienen las preocupaciones de rigor respecto al futuro de la empresa que, por otro lado, ha sabido explotar sus desarrollos tecnológicos más allá de las computadoras de escritorio y portátiles gracias al iPhone y a la iPad.
La necesidad de más información respecto a los planes de Apple para cambiar de liderazgo se volvió más urgente luego de que Jobs recibiera un transplante de hígado en 2009 y que solicitara una licencia médica el mes pasado. Ni la compañía ni Jobs han dicho qué condición médica padece, ni cuál es su pronóstico.
Durante el evento anual de accionistas de esta semana, el presidente y director general estuvo ausente por segunda vez en una década. Así, la ausencia de Jobs será clave en el lanzamiento de la siguiente semana, el cual se espera lideren Tim Cook, director general de operaciones, o Phil Schiller, jefe de mercadotecnia.
Independientemente de todo, la empresa sigue con su programa de lanzamientos y se espera que este 2 de marzo anuncie ante periodistas la nueva versión de su iPad, que desde su presentación el año pasado ha vendido más de 15 millones de unidades.
La llegada de la nueva iPad se convierte en punto clave para Apple, ya que la competencia en este segmento es cada vez más fuerte con la oferta de empresas como Motorola, RIM y Samsung.
Analistas de la industria han planteado que Apple podría añadir un chip en la iPad que permitiría su conectividad a través de redes CDMA, además de que los precios podrían revisarse para hacerlos más atractivos a los compradores.
Financieramente, la empresa ha visto los frutos de ofrecer productos innovadores. De acuerdo con sus propios reportes, en los últimos tres meses de 2010 alcanzó ganancias netas récord de 6 mil millones de dólares, con ingresos de 26 mil 740 millones de dólares.
La salud de su líder empresarial -y para muchos espiritual- puede preocupar a todo Apple, mas también pone a pensar a competidores y usuarios sobre el futuro de la compañía que, por otro lado, espera sorprender este miércoles con el lanzamiento de su nueva tableta.
Tanto ha preocupado la enfermedad de Steve Jobs que varias instancias relacionadas con la industria han buscado que Apple dé a conocer los planes de sucesión en caso de que su líder actual no esté en capacidad de regresar a tomar las riendas luego de la licencia médica que se tomó recientemente.
Sin embargo, esa petición fue rechazada la semana pasada justo el día en que Apple dio a conocer que el siguiente miércoles hará un gran evento en el que se espera revele la nueva versión de la popular iPad.
Independientemente de si Jobs regresa o no, la empresa, por ahora, no está obligada a desglosar los criterios que tomaría en cuenta para elegir entre los candidatos al cargo más importante en Apple. La empresa reportó que ya cumple con varias de esas exigencias y que la divulgación de los planes de sucesión le otorgaría una ventaja a sus competidores.
El recuento
Y la preocupación no es infundada. Apple ha visto sus mejores épocas mientras ha contado con Jobs para guiarla en innovación, administración e imagen. En 1985, cuando fue sacado de la compañía por John Sculley -quien llegó a director general de Apple asignado por el propio Jobs-, la empresa empezó una época de traspiés, uno de ellos el haber licenciado a Microsoft partes de la interfaz gráfica característica del sistema operativo Macintosh.
Tampoco Michael Spindler, quien tuvo las riendas de Apple de 1993 a 1996, supo explotar la creatividad y el poder de la empresa. Sólo cuando en 1997 volvió Jobs a la compañía se han visto productos innovadores y un fuerte énfasis en la imagen y en la satisfacción del usuario.
Así que tanto los trabajadores como los inversionistas tienen las preocupaciones de rigor respecto al futuro de la empresa que, por otro lado, ha sabido explotar sus desarrollos tecnológicos más allá de las computadoras de escritorio y portátiles gracias al iPhone y a la iPad.
La necesidad de más información respecto a los planes de Apple para cambiar de liderazgo se volvió más urgente luego de que Jobs recibiera un transplante de hígado en 2009 y que solicitara una licencia médica el mes pasado. Ni la compañía ni Jobs han dicho qué condición médica padece, ni cuál es su pronóstico.
Durante el evento anual de accionistas de esta semana, el presidente y director general estuvo ausente por segunda vez en una década. Así, la ausencia de Jobs será clave en el lanzamiento de la siguiente semana, el cual se espera lideren Tim Cook, director general de operaciones, o Phil Schiller, jefe de mercadotecnia.
Independientemente de todo, la empresa sigue con su programa de lanzamientos y se espera que este 2 de marzo anuncie ante periodistas la nueva versión de su iPad, que desde su presentación el año pasado ha vendido más de 15 millones de unidades.
La llegada de la nueva iPad se convierte en punto clave para Apple, ya que la competencia en este segmento es cada vez más fuerte con la oferta de empresas como Motorola, RIM y Samsung.
Analistas de la industria han planteado que Apple podría añadir un chip en la iPad que permitiría su conectividad a través de redes CDMA, además de que los precios podrían revisarse para hacerlos más atractivos a los compradores.
Financieramente, la empresa ha visto los frutos de ofrecer productos innovadores. De acuerdo con sus propios reportes, en los últimos tres meses de 2010 alcanzó ganancias netas récord de 6 mil millones de dólares, con ingresos de 26 mil 740 millones de dólares.
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