Tecnología

La crisis pone en jaque programas espaciales

El recorte del gasto afecta planes en la materia tanto en México como en Estados Unidos, pero expertos recomiendan mantenerlos vigentes

ESTADOS UNIDOS.- La crisis ha llenado de cayos el presupuesto para la exploración del espacio.

En Estados Unidos, un comité creado por el presidente Barack Obama decide la futura agenda sobre el tema.

 En México, se debate la viabilidad de la recién creada Agencia Espacial Mexicana (Aexa). Se trata, para ambos países, de mucho más que una discusión técnica.

El astronauta Stephen Robinson lo puso en términos de balance, cuando se le consultó sobre el particular, en 2005 ¿Cuántos recursos deben gastarse en el presente y cuántos en el futuro?

“Claramente, la respuesta es: no gastes demasiado en el futuro o no tendrás un presente. Pero tampoco gastes demasiado en el presente, o no tendrás futuro. Así que tienes que encontrar el equilibrio.”

La creación de la Agencia Espacial Mexicana (Aexa) fue aprobada por el Senado el 4 de noviembre de 2008. Sus propósitos son mejorar la competitividad mundial de México mediante la tecnología y las habilidades técnicas creadas en esta actividad.

El documento fundacional explica que México debe: 1) Integrarse a la Comunidad Espacial Internacional, y 2) Aprovechar sus desarrollos espaciales para aplicaciones comerciales, fomentando con ello un desarrollo no sólo tecnológico sino también económico.

En sus planes a mediano y largo plazo resalta, incluso, el aprovechamiento de las ventajas orbitales de México para el lanzamiento de satélites de comunicaciones y de meteorología, así como el desarrollo del turismo espacial mediante vuelos suborbitales en microgravedad.

El senador Francisco Castellón Fonseca parece querer disgregar falsas expectativas o comparaciones improcedentes cuando asegura que la Aexa “no es la creación de una NASA mexicana” o “una ocurrencia exótica”. Su fin, explica, es “permitir que se avance tecnológicamente”.

“En el escenario de crisis actual, se antojaría que, precisamente, se aplicara una visión reformista, convertida en oportunidad” reflexiona para EL INFORMADOR el astrónomo Antonio Sánchez Ibarra, presidente de la Academia de Astronomía de la Universidad de Sonora, para quien Aexa podría no sólo modificar nuestro sentido de país, “sino darle un verdadero rumbo”.

“Puede incluso ser la punta de lanza para un verdadero y sostenible desarrollo científico y tecnológico propio.”, dice el experto.

¿Y en Estados Unidos?

Obama nombró a Norman Augustine, veterano de la industria aeroespacial, jefe del comité que decidirá el futuro de la exploración tripulada del espacio.

Su labor es consultar científicos tanto de la NASA como de sus contrapartes externas, a la industria aeroespacial y a los miembros del Congreso, para consensuar una salida completa.

La baraja de opciones incluye la continuación del programa del transbordador, su reemplazo por el programa Constellation, o cualquier otra salida viable intermedia. El resultado se anunciará el lunes 31.

De acuerdo con “The New York Times”, los ingenieros que han trabajado en el programa Constellation, niegan que su programa sea “demasiado caro, riesgoso y que retrasará innecesariamente el retorno del hombre al espacio” como ha trascendido.

A este respecto, Michael Griffin, antiguo director de la NASA, advierte en una vehemente carta dirigida al comité, del “amplio pero superficial criticismo” aplicado al Constellation, afectando su continuidad y planeación: “No dejen a las voces parroquiales de los pequeños de mente, los egoístas y los desinformados prevalecer” escribió. “Elijan el futuro.”
(José J. Langarica H.)

En el Centro Espacial Kennedy se encuentra una maqueta de la cápsula “Onion” (Cebolla), que forma parte del programa Constellation de la NASA que consiste en el retorno del hombre a la Luna.
CORTESÍA NASA

Los potenciales educativos de los proyectos espaciales son más que claros, pero para ello deberían sobrevivir a las presiones presupuestales Antonio Sánchez Ibarra, presidente de la Academia de Astronomía de la Universidad de Sonora.

El recurso para los planes aeroespaciales es una inversión para el mañana; esperamos que sea suficiente, que no sea demasiado Stephen Robinson, astronauta de la NASA.
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