Tecnología

La NASA da nuevos y potentes ojos al Hubble

El telescopio con su nueva cámara podrá escudriñar el universo con una profundidad que le permitirá mirar de 500 a 600 años después de la creación

CABO CAÑAVERAL, EU.- Dos astronautas salieron al espacio y reemplazaron con éxito --tras siete horas y 20 minutos-- una cámara del tamaño de un piano en el telescopio espacial Hubble, una tarea sumamente peligrosa debido a que se encuentra en una órbita llena de basura espacial.

Para hacerlo tuvieron que superar la dificultad de un perno que no giraba. John Grunsfeld y Andrew Feustel intentaron removerlo infructuosamente con varias herramientas.

Finalmente el control de la misión les ordenó usar toda la fuerza que fuese posible, aun corriendo el riesgo de que el perno se quebrara. De haber sido así, la cámara vieja habría quedado atascada en el interior sin dejar espacio a su reemplazo.

El esfuerzo extra rindió sus frutos aunque demoró el plan de la primera jornada de reparaciones. Fue la primera de cinco caminatas espaciales riesgosas para reparar las partes averiadas del Hubble, instalar instrumentos de tecnología de punta y dar al telescopio mayor poderío que nunca.

Por primera vez, otro transbordador estaba listo para partir en caso que fuese necesario ir al rescate.

Cuando la caminata espacial se aproximaba a las cuatro horas, los dos iniciaron su tarea siguiente, reemplazar una unidad de datos de computación que se averió hace algunos meses. También deberán instalar un aro de abordaje para que una nave robot pueda guiar el telescopio a las aguas del Pacífico dentro de muchos años.

El Atlantis y sus tripulantes viajan en una órbita especialmente alta --563 kilómetros de la superficie terrestre-- que está plagada de trozos de satélites destruidos.

Una pieza de 10 centímetros de basura espacial pasó a unos tres kilómetros del transbordador el miércoles por la noche, horas después que el transbordador se acopló al telescopio. Aun algo tan pequeño puede causar grandes daños.

Reparaciones siderales

Además, del reemplazo de una enorme cámara en el telescopio espacial Hubble, ¿Qué otras tareas se les ha encomendado a los tripulantes del Atlantis?

La misión de manutención incluye varias tareas “de rutina”, tales como cambiarle las baterías al telescopio, que lo viene alimentando desde 1990; reemplazar los giroscopios manteniendo al telescopio firme en su ruta, y de cuya consistencia depende la claridad de las imágenes obtenidas; de otra forma podrían aparecer como “movidas”.

Parecería que es una reparación total, a fondo...


Sucede que son acciones de subsistencia que debieron haberse hecho hace más de tres años. “Es como debieras hacerle el servicio a tu carro cada cinco mil millas, pero han pasado 10 mil y las cosas están comenzando a descomponerse; particularmente con nuestra colección de instrumentos científicos”, compara David Leckrone, especialista del telescopio espacial Hubble en declaraciones a “Scientific American”.

¿Qué otros instrumentos repararon los astronautas?


Son dos elementos de punta: uno es el wide field camera 3 (cámara de campo amplio 3), reemplazando al wide field planetary Camera 2 (cámara planetaria de campo amplio 2), instalado en 1993.

La nueva cámara tiene dos nuevos canales, uno para frecuencias cercanas al infrarrojo, y otro más para el ultravioleta.

El otro aparato es la continuación del ultra-deep field (campo ultra profundo) instalado en 2004, el cual es funcional a ondas de luz visibles.

El nuevo ultra-deep field podrá ver distantes objetos emitiendo en luz que ha pasado del rojo al infrarrojo, justamente como un efecto de la expansión del universo; se tratará de un tipo de radiación de lo más frío y antiguo que la ciencia haya observado.

(José Langarica).

Europa pone en órbita el mayor telescopio espacial

KOUROU, FRANCIA.- El mayor telescopio jamás enviado al espacio, Herschel, y otro menor para observar los vestigios de los primeros rayos de luz emitidos tras el Big Bang, Planck, tuvieron el primer contacto con el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC, en inglés) en la ciudad alemana de Darmstadt, tras su lanzamiento por el cohete europeo Ariane 5 desde la base espacial de Kourou, en la Guayana Francesa.

El ESOC recibió las primeras señales de los dos telescopios a través de antenas instaladas en Australia. “Ambos satélites funcionan, por lo que podemos ver, con total normalidad”, dijo el responsable del programa del telescopio Herschel, Thomas Passvogel, en Kourou.

Ambas misiones tienen en conjunto un costo de dos mil 400 millones de dólares. “La Agencia Espacial Europea (ESA) está en camino hacia los orígenes del universo”, comentó el director general de la agencia, Jean-Jacques Dordain. “Imaginemos que vamos a ver la primera luz emitida después del Big Bang. La ciencia va a poder comenzar”.

El observatorio volador Herschel, el más grande hasta ahora construido, podrá detectar radiación infrarroja cósmica que le permitirá ver a través de nubes de polvo y gas, que en la luz visible constituyen una especie de cortina inescrutable.
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