Tecnología

Júpiter y Saturno son vulnerables a impactos de cuerpos celestes

Los anillos graban estos impactos como surcos en un disco de vinilo

CIUDAD DE MÉXICO (01/ABR/2011).- Científicos de la Universidad de Cornell descubrieron que al contrario a lo que se creía, los anillos planetarios son vulnerables a los impactos de cuerpos celestes, como asteroides y cometas, registrando en su superficie los choques de éstos como surcos en un disco de vinilo.

En tres artículos publicados en la revista científica Science los investigadores encontraron patrones de choques en los anillos de Júpiter y Saturno gracias a los datos de las sondas de la NASA: Cassini, Galileo y New Horizons.

"Lo sorprendente es que encontramos evidencia de que los anillos planetarios pueden afectarse por eventos que se pueden trazar y ocurrieron en los últimos 30 años, en lugar de hace cientos de millones de años atrás. Con esto se comprueba que nuestro Sistema Solar es un lugar más dinámico de lo que creíamos", dijo Matthew Hedman de la misión Cassini y autor principal de uno de los artículos publicados.

"Ahora sabemos que las colisiones dentro de los anillos son muy comunes, ocurren un par de veces por década en Júpiter y otro tanto por cada 100 años en Saturno. Ahora los científicos sabemos que los anillos graban estos impactos como surcos en un disco de vinilo y que puede ‘interpretar' hacia atrás su historia", dijo Mark Showalter, co-investigador del equipo de la misión Cassini del Instituto SETI .

Las ondas en los anillos también dan pistas del tamaño de las nubes de escombros de cometas que los golpean. En cada una de ellas hay un cometa en el centro antes de que estalle, señaló el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia espacial estadounidense (JPL, por sus siglas en inglés).

"Encontrar estas huellas en los anillos ayudará a comprender los procesos de impacto en nuestro Sistema Solar. La sonda Cassini ha hecho un largo viaje alrededor de Saturno y nos ha dado pistas para desenredar datos que nos cuenten más sobre la historia de nuestro origen", dijo Linda Spilker del JPL.

Como forenses

Los científicos analizaron las huellas en los anillos como si fuera la escena de un crimen cósmico. Los culpables de las cicatrices fueron el cometa Shoemaker-Levy 9 que impactó a Júpiter en 1994 y en Saturno otra nube similar de escombros que chocó en el segundo semestre de 1983.

Desde que la sonda Galileo visitó Júpiter, los científicos supieron que a principios de los años 90 ocurrían patrones en el anillo de cometas Joviano. Pero la sonda no lograba captar imágenes claras por lo que no se podían elaborar patrones de impacto.

La sonda Cassini ayudó, desde que entró en la órbita de Saturno en 2004, a desvelar estas dudas al enviar miles de imágenes.

En un artículo de Hedman publicado en 2007 se notaron huellas en el anillo D de Saturno.

Hedman y Showalter descubrieron que los surcos en el anillo D aparecían cuando el viento tenía mayor fuerza y el eje del anillo D se inclinaba 100 metros por la influencia de la gravedad con Saturno, esto ocurrió en 1983 provocando que se colisionara más de 19 mil kilómetros expandiéndose hasta el anillo C.

Sin embargo, ninguna sonda orbitaba en ese lado durante esa época, por lo que los científicos aplicaron la teoría a las huellas de impactos registrados en Júpiter.

Así entre junio y septiembre de 1994 los anillos de Júpiter inclinaron su eje a la vez que el cometa Shoemaker-Levy ingresó en la atmósfera joviana, dejando la estela de daños en los anillos.

La sonda Galileo reveló una segunda espiral, que se calcula se orinó en 1990. Imágenes de New Horizons de 2007, cuando la nave volaba por Júpiter hacia Plutón, mostraron dos nuevos patrones de huellas.


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