Tecnología
Inician pruebas para la detección de ondas gravitacionales en el espacio
Investigadores enviarán tres naves que orbitarán formando un triángulo equilátero
tecnología necesaria para la detección en el espacio de ondas gravitacionales.
El objetivo de esta misión, conducida por la Agencia Espacial Europea ( ESA), es la construcción de un observatorio que permanezca en órbita y esté en pleno funcionamiento en la década de 2030, con la meta de detectar ondas gravitacionales en el propio espacio.
Esta misión, precursora del proyecto Laser Interferometer Space Antenna (LISA), está participando en una serie de experimentos a alrededor de 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra con miras a la construcción del observatorio.
Después de la primera muestra obtenida por los detectores basados en la Tierra en septiembre pasado, la identificación de ondas gravitacionales en el espacio sería "un gran paso", sostuvo Paul McNamara, científico del proyecto.
El futuro observatorio, denominado Laser Interferometer Space Antenna (LISA), constará de tres naves espaciales que orbitarán a cinco millones de kilómetros entre sí y formando un triángulo equilátero, el cual a su vez girará en torno a la antena.
Cada una de esas naves transportará instrumentos que en conjunto detectarán y medirán las ondas gravitacionales que pasen cerca.
"Desde hace años se nos dijo, incluso ridiculizado en algunos casos, que no existen las ondas gravitacionales o que nunca las encontraríamos, pero las encontramos y ahora las buscaremos en el espacio", declaró McNamara a la cadena pública de noticias BBC.
LISA utilizará interferómetros láser, como los que se encuentran ubicados en las instalaciones de avanzada LIGO, en Estados Unidos, y que gracias a su sensibilidad detectaron pequeñas ondas gravitacionales en septiembre del año pasado.
Un interferómetro láser basado en el espacio podría perseguir objetivos mucho más masivas, monstruosos agujeros negros de millones de veces la masa de nuestro Sol, que se unen cuando las galaxias colisionan, por ejemplo.
De acuerdo con cálculos de los científicos, la misión LISA en pleno funcionamiento podría atestiguar agujeros negros por años y detectar ondas gravitacionales, que son perturbaciones en el espacio-tiempo a la velocidad de la luz producidas por un cuerpo masivo acelerado.
LISA Pathfinder, que cuenta con un sistema de interferómetro láser, medirá el comportamiento de dos bloques, hechos de una aleación de platino y oro, en caída libre, y analizará la forma de aislarlos de todas las fuerzas perturbadoras.
Si el aislamiento se puede mantener, los bloques caerían en una "línea recta" que se definiría sólo por la gravedad, y en estas condiciones se detectaría que pasa una onda gravitacional cuando cambie -aunque sea ligeramente- la separación entre los bloques.
En ese sentido un observatorio espacial tendría que reproducir tal posicionamiento, afirmó el científico, aunque reconoció la probabilidad de que la detección de ondas podría tomar algún tiempo.
LONDRES, INGLATERRA (01/MAR/2015).- Investigadores europeos emprendieron la misión LISA Pathfinder (LPF, por sus siglas en inglés), con lo que oficialmente iniciaron hoy las pruebas sobre la
El objetivo de esta misión, conducida por la Agencia Espacial Europea ( ESA), es la construcción de un observatorio que permanezca en órbita y esté en pleno funcionamiento en la década de 2030, con la meta de detectar ondas gravitacionales en el propio espacio.
Esta misión, precursora del proyecto Laser Interferometer Space Antenna (LISA), está participando en una serie de experimentos a alrededor de 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra con miras a la construcción del observatorio.
Después de la primera muestra obtenida por los detectores basados en la Tierra en septiembre pasado, la identificación de ondas gravitacionales en el espacio sería "un gran paso", sostuvo Paul McNamara, científico del proyecto.
El futuro observatorio, denominado Laser Interferometer Space Antenna (LISA), constará de tres naves espaciales que orbitarán a cinco millones de kilómetros entre sí y formando un triángulo equilátero, el cual a su vez girará en torno a la antena.
Cada una de esas naves transportará instrumentos que en conjunto detectarán y medirán las ondas gravitacionales que pasen cerca.
"Desde hace años se nos dijo, incluso ridiculizado en algunos casos, que no existen las ondas gravitacionales o que nunca las encontraríamos, pero las encontramos y ahora las buscaremos en el espacio", declaró McNamara a la cadena pública de noticias BBC.
LISA utilizará interferómetros láser, como los que se encuentran ubicados en las instalaciones de avanzada LIGO, en Estados Unidos, y que gracias a su sensibilidad detectaron pequeñas ondas gravitacionales en septiembre del año pasado.
Un interferómetro láser basado en el espacio podría perseguir objetivos mucho más masivas, monstruosos agujeros negros de millones de veces la masa de nuestro Sol, que se unen cuando las galaxias colisionan, por ejemplo.
De acuerdo con cálculos de los científicos, la misión LISA en pleno funcionamiento podría atestiguar agujeros negros por años y detectar ondas gravitacionales, que son perturbaciones en el espacio-tiempo a la velocidad de la luz producidas por un cuerpo masivo acelerado.
LISA Pathfinder, que cuenta con un sistema de interferómetro láser, medirá el comportamiento de dos bloques, hechos de una aleación de platino y oro, en caída libre, y analizará la forma de aislarlos de todas las fuerzas perturbadoras.
Si el aislamiento se puede mantener, los bloques caerían en una "línea recta" que se definiría sólo por la gravedad, y en estas condiciones se detectaría que pasa una onda gravitacional cuando cambie -aunque sea ligeramente- la separación entre los bloques.
En ese sentido un observatorio espacial tendría que reproducir tal posicionamiento, afirmó el científico, aunque reconoció la probabilidad de que la detección de ondas podría tomar algún tiempo.
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