Tecnología
Greenpeace incita a Polonia a apostar por la energía eólica
La organización ecológica considera que este país debe desarrollar parques eólicos marinos en la costa del mar Báltico
Greenpeace desplegaron hoy una gran pancarta en los astilleros de Gdansk, en el norte de Polonia, con el lema "¿Empleo y energía más barata o Fukushima?", un mensaje con el que la organización ecologista instó a Varsovia a abandonar sus planes nucleares y apostar por la energía eólica.
Greenpeace considera que Polonia debe desarrollar parques eólicos marinos en la costa del mar Báltico, donde existen buenas condiciones de viento, una alternativa que estiman más segura, más barata y mejor para el empleo.
A pesar del desastre de la central japonesa de Fukushima, el Ejecutivo polaco sigue adelante con su propósito de poner en marcha la primera planta de energía nuclear del país en el año 2020.
"O elegimos el átomo peligroso y pagar mayores facturas de energía, o invertimos en parques eólicos marinos en el Báltico, gracias a los cuales vamos a pagar menos por la electricidad y a crear más empleos", aseguró en un comunicado el director de Greenpeace en Polonia, Maciek Muskat.
La organización ecologista ha elaborado un informe, titulado "El viento marino frente al átomo", donde se defiende que la energía eólica podría generar más de nueve mil puestos de trabajo frente a los 7.000 previstos en el sector nuclear.
Además, este estudio afirma que una extensa red de parques eólicos marinos puede generar tanta energía como una planta nuclear, y sitúa el precio de la electricidad obtenida por fuentes eólicas en unos 104 euros por megavatio/hora, por debajo de los 110 euros por megavatio/hora de la energía nuclear.
El informe de Greenpeace cuestiona los cálculos del gobierno polaco y considera que se ha subestimado el coste de la energía nuclear, lo que a su vez puede confundir a los ciudadanos a la hora de apoyar la construcción de centrales atómicas.
Frente a las críticas y al anuncio de desnuclearización de la vecina Alemania, Varsovia prevé invertir alrededor de 25 mil millones de euros en desarrollar las fuentes nucleares.
El país centroeuropeo, que cuenta con una población de unos 38 millones de habitantes, depende casi exclusivamente del carbón para la generación de electricidad.
VARSOVIA, POLONIA (14/JUL/2011).- Activistas de
Greenpeace considera que Polonia debe desarrollar parques eólicos marinos en la costa del mar Báltico, donde existen buenas condiciones de viento, una alternativa que estiman más segura, más barata y mejor para el empleo.
A pesar del desastre de la central japonesa de Fukushima, el Ejecutivo polaco sigue adelante con su propósito de poner en marcha la primera planta de energía nuclear del país en el año 2020.
"O elegimos el átomo peligroso y pagar mayores facturas de energía, o invertimos en parques eólicos marinos en el Báltico, gracias a los cuales vamos a pagar menos por la electricidad y a crear más empleos", aseguró en un comunicado el director de Greenpeace en Polonia, Maciek Muskat.
La organización ecologista ha elaborado un informe, titulado "El viento marino frente al átomo", donde se defiende que la energía eólica podría generar más de nueve mil puestos de trabajo frente a los 7.000 previstos en el sector nuclear.
Además, este estudio afirma que una extensa red de parques eólicos marinos puede generar tanta energía como una planta nuclear, y sitúa el precio de la electricidad obtenida por fuentes eólicas en unos 104 euros por megavatio/hora, por debajo de los 110 euros por megavatio/hora de la energía nuclear.
El informe de Greenpeace cuestiona los cálculos del gobierno polaco y considera que se ha subestimado el coste de la energía nuclear, lo que a su vez puede confundir a los ciudadanos a la hora de apoyar la construcción de centrales atómicas.
Frente a las críticas y al anuncio de desnuclearización de la vecina Alemania, Varsovia prevé invertir alrededor de 25 mil millones de euros en desarrollar las fuentes nucleares.
El país centroeuropeo, que cuenta con una población de unos 38 millones de habitantes, depende casi exclusivamente del carbón para la generación de electricidad.
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