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Greenpeace apoya defensa de arrecife mexicano amenazado por plan turístico

La campaña de defensa del arrecife, considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, es impulsada desde hace unos meses por varias ONG

CIUDAD DE MÉXICO (23/AGO/2010).- Greenpeace se sumó hoy a la defensa del arrecife del noroeste mexicano Cabo Pulmo, amenazado, según diversas organizaciones, por la posible construcción del complejo turístico "Cabo Cortés", del grupo español Hansa.

La campaña de defensa del arrecife, considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, es impulsada desde hace unos meses por varias ONG ambientalistas y está encabezada por Wildcoast, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo (ACCP).

Esas organizaciones presentaron hoy el estudio "Cabo Cortés: destruyendo el paraíso", en el que enumeran los posibles daños que podría sufrir el arrecife de 20.000 años, uno de los más viejos del Pacífico americano, y hogar de 226 de las 875 especies de peces que existen en el Golfo de California.

En 2008, Hansa Urbana obtuvo de la Secretaría de Medio Ambiente de México (Semarnat) la autorización para iniciar la construcción de Cabo Cortés en Los Cabos, en el estado de Baja California Sur.

Sin embargo, el pasado 17 de agosto, la Semarnat anunció que suspendería temporalmente la autorización del proyecto y solicitó más información a Hansa Urbana "para garantizar que no habrá ninguna perturbación en un ecosistema que se ha recuperado a su condición natural".

Ese proyecto planea ocupar una extensión de alrededor de tres mil 800 hectáreas, contar con un puerto deportivo de 490 amarres, dos campos de golf, capacidad para 30 mil habitaciones y cinco mil viviendas para los trabajadores, lo que le dará una dimensión similar a la de Cancún, el principal destino turístico de México.

El proyecto colinda con Cabo Pulmo, un Parque Marino Nacional protegido por las autoridades mexicanas, y en cuyas playas habita una pequeña comunidad, cuyos habitantes cuidaron del arrecife durante quince años y lograron que se recuperara.

"Greenpeace considera que el hecho de que se otorgara inicialmente la autorización y ahora se pretenda modificar debido a irregularidades pone en evidencia la falta de rigurosidad a la hora de aprobar proyectos que ponen en riesgo el medio ambiente", indicó la ONG en un comunicado.

"Es increíble que autorice un proyecto depredador como Cabo Cortés con un solo trámite y dos años después, sólo por la presión de la sociedad y recursos legales, se decida modificar la autorización", sostuvo en la nota Alejandro Olivera, portavoz de Greenpeace México.

"No queremos que se modifique la autorización de Cabo Cortés, queremos que se cancele", detalló.

Según Greenpeace, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) ha emitido opiniones negativas sobre el informe de impacto ambiental del proyecto presentado por Hansa, que, aseguró, tiene en España "una serie de investigaciones por irregularidades en el proceso de aprobación de su proyecto Novo Carthago (Cartagena, Murcia, este)".

"Greenpeace considera inaceptable que las empresas inmobiliarias y turísticas españolas, actores clave en el desarrollo insostenible llevado a cabo en España durante los últimos años, y que ahora se demuestra agotado, pretendan reproducir en otros países el desastre que ya han causado", concluye la nota.

"Estamos contentos y felicitamos a la Semarnat y a la Conanp por hacer esta revisión de Cabo Cortés y por ponerse los pantalones frente a todos estos intereses que existen", dijo  Fay Cravoshay, portavoz de la ONG Wildcoast.
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