Tecnología
Greenpeace, alarmada por derrumbe en Chérnobil
Las autoridades ucranianas informaron un percance en la sala de máquinas de la central
"Es una mala señal: si se cayeron unos paneles en la sala de máquinas, no hay ninguna garantía de que no pueda comenzar a derrumbarse el 'sarcófago' construido (sobre el reactor averiado) en 1986", dijo a la agencia Interfax Vladímir Chuprov, dirigente de Greenpeace-Rusia.
Las autoridades ucranianas informaron de que la víspera se produjo la caída parcial de un muro y del tejado de la sala de máquinas, lo que no tuvo ninguna incidencia en los niveles de radiación que registra la planta.
Según la Inspección de Regulación Nuclear de Ucrania, el tejado, una construcción ligera, no forma parte del "sarcófago" que encierra el reactor averiado.
La sala de máquinas se encuentra entre el cuarto y el tercer reactor de la planta.
"Incluso si no han aumentado los niveles de radiación es muy preocupante", dijo Chúrov, quien advirtió del peligro que representa el polvo radiactivo provocado por el derrumbe.
Agregó que la vida útil del "sarcófago", el cubo de hormigón que cubre el cuarto reactor de la planta, llega a su fin y que, precisamente, por ese motivo se comenzó la construcción de un nuevo, diseñado para un período de cien años.
El jefe sanitario ruso, Guennadi Onischenko, aseguró por su parte que la caída de unos paneles de hormigón en la sala de máquinas "no es motivo de alarma".
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