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Google honra a un gran pintor

Rembrandt solía combinar su propio conocimiento del texto bíblico con su particular concepto de la composición clásica

GUADALAJARA, JALISCO (15/JUL/2013).- Considerado como uno de los mayores barrocos de la pintura y el grabado, Rembrandt Harmenszoon van Rijn, fue la inspiración del Doodle de Google, al celebrarse hoy su 407 aniversario de su nacimiento.

En el dodole de hoy, se emplea el rostro del pintor, tomado de su autorretrato fechado en el año de 1659, cuyo fondo se prolonga para mostrar las letras de Google como si estuvieran grabadas en un muro o un fondo de piel oscura curtida. La pintura de Rembrandt se caracterizó por pasar de los exteriores a los interiores, empleando una luz artificial penumbrista o la luz natural que se filtra en una habitación oscura por una claraboya de superficie reducida.

Rembrandt Harmenszoon van Rijn nació el 15 de julio de 1606 y su aportación a la pintura coincide con lo que los historiadores han dado en llamar la edad de oro holandesa, el considerado momento cumbre de su cultura, ciencia, comercio, poderío e influencia política.

Rembrandt tenía un profundo conocimiento de la iconografía clásica, y en sus pinturas y grabados solía interpretarla libremente para ajustarla a su propia experiencia.

La personalidad del pintor se puede adivinar contemplando la expresión de sus ojos en los muchos autorretratos que legó, descubriendo a un artista benévolo, interesado en el entorno que le rodea y en el bienestar de la humanidad; las composiciones de sus cuadros suelen ser vigorosas, difíciles de apreciar en la era en que existe la fotografía y el espectador la conoce, pero si consideramos que el pintor vivió en una época anterior a este descubrimiento, se puede apreciar más la maestría en el manejo de la figura humana y la gran capacidad escénica para dar a las diferentes figuras un lugar acorde a su jerarquía. La iluminación de las escenas, su impecable perspectiva y el manejo de el color y la textura del pincelazo para dar efectos especiales a la visión, son muestras de la maestría de este virtuoso.

En las representaciones de escenas bíblicas Rembrandt solía combinar su propio conocimiento del texto con su particular concepto de la composición clásica y algunas observaciones anecdóticas de la población judía de Ámsterdam. El resultado también obedece a un orden estético que se conjuga con los valores históricos de cada personaje representado. Rembrandt podía haber escrito mediante sus pinturas toda una historia bella y apegada a los textos que salían de su caballete.

Por la empatía con que retrató la condición humana, Rembrandt ha sido considerado "uno de los grandes profetas de la civilización". Cada uno de sus cuadros representa su aspiración personal, expresada en una de las pocas cartas que se conservan del artista: "alcanzar el movimiento más grande y más natural"


EL INFORMADOR / ADRIÁN CASTAÑEDA FONSECA
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