Tecnología
Gadgets asumen nuevo papel en la enseñanza
Expertos en tecnología educativa predicen que antes de 2015 los e-readers como el iPad serán una plataforma de uso masivo en la educación universitaria. Para los niños de primaria la espera no será hasta entonces
CIUDAD DE MÉXICO (23/AGO/2011).- Las cajas fuertes de los colegios privados del Distrito Federal están llenas de iPods, BlackBerrys, iPhones, Nintendos y otros dispositivos tecnológicos que se les retiran a los alumnos dentro de las aulas de clase. Los niños no aguantan más de dos horas lejos de su mundo: internet, y esto se ha convertido uno de los principales conflictos dentro de los salones, dicen profesores de primaria. Algunos se esconden debajo de los pupitres para manipular sus celulares en horas de clase, otros prefieren pasar el recreo debajo de la antena de WiFi de la escuela en vez de comer o jugar.
Para las 7:30 de la mañana los chicos ya entraron a internet, jugaron algún videojuego en su celular o escucharon música de camino a la escuela, después la espera es larga y cada una de las siete horas que pasan tomando clases es eterna sin sus gadgets.
“Son astutos para esconder los dispositivos, pero a veces están tan entretenidos en sus teléfonos más que en las clases, que son sorprendidos, en medio de una visita al Facebook”, dice Raúl Gutiérrez, profesor de primaria desde hace siete años.
Cuenta que los niños de quinto y sexto de primaria suelen ir a la escuela con sus BlackBerrys e iPhones como parte de sus útiles escolares y que a muchos se les quitan los aparatos hasta que sus mamás los recogen, porque son aparatos digitales que tienen un valor de hasta diez mil pesos.
Laura Noriega es profesora a nivel primaria de un colegio particular y asegura que cada ciclo escolar los niños llegan con un nuevo y novedoso gadget, “así como estrenan zapatos, cuadernos y mochila, los papás suelen comprarles los más actuales dispositivos tecnológicos”, dice.
Luis Roiz, especialista en internet y profesor de la Universidad Iberoamericana cuenta que por lo menos cada niño vive con 80 chips distintos en casa, es decir que muchos de los aparatos con los que vive están digitalizados.
“Es imposible que queramos que en la escuela los niños se alejen de la tecnología”, dice el profesor. Es otra generación. Asegura que la tecnología debe tener un uso pedagógico y que tanto padres de familia como profesores tienen que entender que están frente a una generación a la que se le debe impartir clases de una forma novedosa.
Coinciden marcas como Apple, pues su área de educación asegura que los sistemas educativos tienen dos opciones: ignorar el nuevo mundo tecnológico de los alumnos o incorporarlo al aprendizaje y la enseñanza en el aula.
Las aplicaciones de iPhone, iPod touch e iPad están transformando la forma en que los profesores enseñan y los estudiantes aprenden. Estos nuevos dispositivos son aplicables en juegos de matemáticas, tarjetas de vocabulario y otras aplicaciones.
Por eso algunos colegios han optado por digitalizar por completo la escuela; tan sólo este nuevo ciclo escolar 2011-2012 unos 60 mil alumnos de primarias privadas en el país regresarán a clases con un iPad en la mochila, en una tableta electrónica de 540 gramos integrarán sus libros de texto y eliminarán cuadernos para tomar notas en estos dispositivos. Unas 230 escuelas particulares decidieron digitalizarse.
Lo hacen con Sistema Uno, diseñado por Grupo Santillana y que junto con las escuelas crea materiales educativos para que los llamados nativos digitales aprendan a través de una iPad, además de pizarrones electrónicos, contenidos digitales de Discovery Education y dos libros de texto bimestrales con las materias en español e inglés.
Expertos en tecnología educativa predicen que antes de 2015 los e-readers como el iPad serán una plataforma de uso masivo en la educación universitaria. Para estos niños de primaria la espera no será hasta entonces.
En algunos colegios tienen la opción de rentar iPad para poder trabajar como el resto de los compañeros. En las escuelas públicas, la realidad es otra. En lo que va del sexenio, bajo el programa Habilidades Digitales para Todos se han instalado tres mil 118 aulas digitales con acceso a internet, que constan de un pizarrón interactivo y laptops o computadoras.
Actualmente una primaria pública tiene una computadora con acceso a internet por cada 74 alumnos, mientras que en una privada es una por cada diez y la cifra se acorta si se trata de secundarias, pues en una escuela pública hay una por cada 30 estudiantes y en una privada una por cada cuatro.
Para las 7:30 de la mañana los chicos ya entraron a internet, jugaron algún videojuego en su celular o escucharon música de camino a la escuela, después la espera es larga y cada una de las siete horas que pasan tomando clases es eterna sin sus gadgets.
“Son astutos para esconder los dispositivos, pero a veces están tan entretenidos en sus teléfonos más que en las clases, que son sorprendidos, en medio de una visita al Facebook”, dice Raúl Gutiérrez, profesor de primaria desde hace siete años.
Cuenta que los niños de quinto y sexto de primaria suelen ir a la escuela con sus BlackBerrys e iPhones como parte de sus útiles escolares y que a muchos se les quitan los aparatos hasta que sus mamás los recogen, porque son aparatos digitales que tienen un valor de hasta diez mil pesos.
Laura Noriega es profesora a nivel primaria de un colegio particular y asegura que cada ciclo escolar los niños llegan con un nuevo y novedoso gadget, “así como estrenan zapatos, cuadernos y mochila, los papás suelen comprarles los más actuales dispositivos tecnológicos”, dice.
Luis Roiz, especialista en internet y profesor de la Universidad Iberoamericana cuenta que por lo menos cada niño vive con 80 chips distintos en casa, es decir que muchos de los aparatos con los que vive están digitalizados.
“Es imposible que queramos que en la escuela los niños se alejen de la tecnología”, dice el profesor. Es otra generación. Asegura que la tecnología debe tener un uso pedagógico y que tanto padres de familia como profesores tienen que entender que están frente a una generación a la que se le debe impartir clases de una forma novedosa.
Coinciden marcas como Apple, pues su área de educación asegura que los sistemas educativos tienen dos opciones: ignorar el nuevo mundo tecnológico de los alumnos o incorporarlo al aprendizaje y la enseñanza en el aula.
Las aplicaciones de iPhone, iPod touch e iPad están transformando la forma en que los profesores enseñan y los estudiantes aprenden. Estos nuevos dispositivos son aplicables en juegos de matemáticas, tarjetas de vocabulario y otras aplicaciones.
Por eso algunos colegios han optado por digitalizar por completo la escuela; tan sólo este nuevo ciclo escolar 2011-2012 unos 60 mil alumnos de primarias privadas en el país regresarán a clases con un iPad en la mochila, en una tableta electrónica de 540 gramos integrarán sus libros de texto y eliminarán cuadernos para tomar notas en estos dispositivos. Unas 230 escuelas particulares decidieron digitalizarse.
Lo hacen con Sistema Uno, diseñado por Grupo Santillana y que junto con las escuelas crea materiales educativos para que los llamados nativos digitales aprendan a través de una iPad, además de pizarrones electrónicos, contenidos digitales de Discovery Education y dos libros de texto bimestrales con las materias en español e inglés.
Expertos en tecnología educativa predicen que antes de 2015 los e-readers como el iPad serán una plataforma de uso masivo en la educación universitaria. Para estos niños de primaria la espera no será hasta entonces.
En algunos colegios tienen la opción de rentar iPad para poder trabajar como el resto de los compañeros. En las escuelas públicas, la realidad es otra. En lo que va del sexenio, bajo el programa Habilidades Digitales para Todos se han instalado tres mil 118 aulas digitales con acceso a internet, que constan de un pizarrón interactivo y laptops o computadoras.
Actualmente una primaria pública tiene una computadora con acceso a internet por cada 74 alumnos, mientras que en una privada es una por cada diez y la cifra se acorta si se trata de secundarias, pues en una escuela pública hay una por cada 30 estudiantes y en una privada una por cada cuatro.
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